El abogado laboralista Lionel Thomasson se ha enfrentado en numerosas ocasiones a la empresa Amazon en la última década en Francia, con resultados positivos en la mayoría de los casos, por las evidencias manifiestas y claras en contra de la multinacional. Aunque las victorias pueden resultar paupérrimas. Defendió a Ana R., una empleada de Amazon desde 2010, que «entre 2012 y 2016 encadena bajas laborales por dolores articulares producto de su actividad. Tres años seguidos, la médica del trabajo la declara apta para trabajar, siempre que se la cambie de puesto», algo que Amazon no realiza nunca a pesar de los dolores, lo que acaba desembocando en un despido por «ineptitud en su puesto de trabajo».
Y ocurrió algo con lo que el abogado se ha encontrado a menudo: el Juzgado de lo Social de Montélimar desestima el caso en primera instancia y, después, en julio de 2021, varios años después, el tribunal de apelación de Grenoble lo considera despido nulo e indica en la sentencia que se debe pagar daños y perjuicios a la trabajadora. Una cantidad irrisoria que la empresa ni siquiera recurre: los beneficios de Amazon en 2021 fueron de treinta mil millones de dólares. Aunque, a veces, las sentencias también resultan incongruentes, como es el caso de Mohamed, que llevaba dos años con contratos temporales en el mismo almacén de Montélimar donde trabajaba Ana R., hasta que lo hicieron fijo en 2019. «Pero su mera presencia en la lista de la CGT para las elecciones sindicales lo cambió todo: “Empezaron por separarme de mi compañero de coche compartiendo, sabiendo que no tenía coche. Más tarde, el médico de la mutua decía que tenía que alternar puestos estáticos y dinámicos”, lo cual nunca se respetó». Después de seis meses con dolores, a finales de julio de 2019 le comunican su despido por «tiempos de parada» demasiado largos, en concreto, en su caso, del 21% en algunos días, cuando el máximo permitido es del 20%.

El tiempo de parada es el tiempo existente entre la acción de escanear dos artículos seguidos. Un tiempo que se mide de forma automática y que tiene en cuenta pausas de todo tipo, incluido ir al baño. Es un valor medible que permite a la organización presionar para aumentar la productividad y mantenerla en valores altos todos los días de trabajo. La productividad es la relación entre el trabajo realizado y el coste empleado, por lo que el objetivo es realizar la mayor producción posible con el sueldo establecido. Los días que Mohamed marcó una tasa de inactividad del 21% fueron precisamente los que la empresa no respetó las restricciones médicas que había indicado la propia mutua laboral. Mohamed es despedido de Amazon el 29 de septiembre de 2019, alegando el departamento de recursos humanos que no estaban informados de que requiriera alguna restricción por motivos médicos. Y la fecha del despido era importante: dos días antes de las elecciones sindicales a las que se presentaba.
«El Juzgado de lo Social de Montélimar se pronuncia sobre el asunto en julio de 2021, y desestima el caso por considerar que el tiempo de parada de Mohamed constituía una causa justificada de despido y que este no era discriminatorio…», pero la sentencia no acabó ahí: «…En cuanto a la CGT, condenamos a Amazon a abonar 3.000 euros al sindicato por la pérdida de un delegado sindical», una decisión que nadie entendió, ni el extrabajador, ni el sindicato ni los abogados. Una sentencia que, evidentemente, la empresa tampoco recurrió. Incongruencia e injusticia en las decisiones de los tribunales, retrasos en los procedimientos de la justicia, penalizaciones o indemnizaciones discretas comparadas con la actividad real del almacén, son factores que Amazon tiene en cuenta en su forma de actuar, al entender que le favorece a la larga.

Este y algunos ejemplos más son descritos con detalle y de forma visual en el cómic El maravilloso mundo de Amazon (Le Monde merveilleux d’Amazon. Pollution superprofits précarité, 2022), editado por La revue dessinée-Médiapart, y publicado por Norma Editorial en agosto de 2025, con traducción al castellano de Eva Reyes de Uña y rotulación de LimboStudio. El cómic está realizado por diversos equipos creativos, ya que en realidad se trata de una recopilación de trabajos periodísticos publicados a lo largo de un lustro en La Revue dessinée y en el diario digital Médiapart, y que, a pesar de los tres años que han pasado de su publicación original, no solo es de gran actualidad, sino que, en parte, se han agravado algunas de las situaciones que se denuncian en los diferentes artículos temáticos.
La Revue dessinée es una publicación trimestral cuyo primer número es de septiembre de 2013, surgida después de una campaña de micromecenazgo, y que en 2024 fue adquirida por la editorial belga Casterman, lo que da idea de la importancia del trabajo realizado en esa primera década, con 48 números publicados hasta el verano de 2025, y algunas publicaciones complementarias, como este recopilatorio, publicado en Francia originalmente. Disponible en papel y en versión digital, el objetivo de la revista es el de publicar trabajos de investigación y divulgación periodística sobre temas de actualidad (aunque no inmediata, por las características del medio y la frecuencia de publicación), utilizando el lenguaje del cómic como medio de expresión, explotando al máximo la capacidad comunicativa del dibujo y, por qué no, introduciendo pequeñas bromas que permite hacer digerible la lectura de los diferentes artículos, profusamente documentados con todo tipo de datos, que pudieran resultar farragosos en un ensayo tradicional. Un buen ejemplo es la viñeta ilustrada por el dibujante francés Thibault Soulcié, en la que dibuja a un directivo de Amazon con forma de demonio mientras dice: «Pero, ¿por qué la gente no nos quiere? Aparte de la contaminación, los ritmos de trabajo infernales, las condiciones deplorables, la evasión fiscal… ¿Qué hemos hecho mal?».

La edición castellana contiene el prólogo Contra Amazon (en viñetas), escrito por Jorge Carrión, guionista esporádico de cómics, autor del ensayo Contra Amazon (2019), publicado por Galaxia Gutenberg, una publicación que forma una especie de díptico con su libro Librerías (2014), publicado por Anagrama, en la que realizaba un recorrido por la contribución de las librerías a lo largo de la historia, su génesis y su evolución, transformándose en polos de liderazgo cultural y, también, en ocasiones, político. Y Amazon no solo es todo lo contrario, sino que su actividad empresarial pone en peligro la subsistencia de las librerías. En el prólogo recupera la información, entre otras, del capítulo dibujado por Fabien Roché con guion de Laurent Mauduit, en el que se indica que en 2021 la cuota de mercado de Amazon en Francia es del 10% en el sector del libro, pero que aspira a mucho más.
«La ley todavía defiende a las librerías, que son consideradas embajadoras de la excepción cultural», afirma Carrión, en alusión a la conocida como Ley Lang de agosto de 1981 (con el nombre de Jack Land, ministro francés de educación que la promulgó), que establecía que los editores asociaban un precio a cada libro, que deberían de marcar en la parte trasera del mismo, y las librerías tienen prohibido el vender los libros con un descuento superior al 5% de ese precio indicado por el editor. Esta ley respondía a las demandas de los pequeños comercios de libros, que temían la competencia de las grandes superficies (en especial, con las grandes ofertas), y que se replicó en el resto de los países, incluido España. Aunque, hecha la ley, hecha la trampa: «Por ejemplo, con el envío gratis de los libros, una forma de competencia desleal; y, cuando no fue posible, Amazon llegó a un acuerdo secreto con La Poste (el equivalente a nuestro Correos), que sin duda le resulta beneficioso», afirma Carrión en el prólogo como anticipo de lo que veremos en las siguientes páginas. En uno de los capítulos observamos atónitos cómo, ante la obligatoriedad de tener que cobrar los gastos de envío como medida de protección en 2021, la multinacional decidiera cobrar un céntimo de euro en sus envíos.

En el cómic se distingue perfectamente el proceso de crecimiento exponencial de Amazon en Francia, desde que en 2007 abrió el primer almacén, hasta los cuatro que tenía una década después. En 2017 abrió quince más, y en el siguiente lustro, veintiséis más. En el verano de 2022 tenía 45 almacenes: 7 centros logísticos, 10 centros de clasificación y 28 agencias de reparto, todos ellos emplazados cerca de autopistas para optimizar al máximo el transporte de mercancías. Todas las instalaciones colocadas estratégicamente cerca de núcleos urbanos y su periferia. Y cerca de aeropuertos, puesto que también hay un capítulo dedicado al impacto que supone el incremento brutal del número de fletes aéreos, a nivel nacional e internacional, con el consecuente impacto contaminante, a pesar de las promesas de Amazon de reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono y de sus campañas de plantaciones de árboles, del todo insuficientes.
De todos los capítulos del recopilatorio, aunque todos funcionan a modo de denuncia, resulta especialmente sorprendente para el lector la lectura del trabajo realizado por el periodista Jean-Baptiste Malet y el dibujante Benjamin Adam, con un título muy significativo: Los sacrificados del covid, que hace referencia, evidentemente, a las penurias que tuvieron que soportar el personal de Amazon en plena pandemia, especialmente en las primeras semanas del confinamiento. Y no solo en Francia, sino a los diferentes países donde está instalado. El crecimiento de las ventas por internet fue impresionante, en algunos casos el incremento era del 100%, y no necesariamente en artículos de primera necesidad, una polémica que tuvo que lidiar Amazon ante las críticas de los sindicatos. El incremento de actividad era parecido al de una campaña, como la de la Navidad, por ejemplo, y la entrada masiva de personal eventual en realidad podía provocar una expansión de la epidemia, como así ocurrió en muchos casos documentados.
Carrión recuerda en su prólogo las escenas de la película Nomadland (2020), la gran ganadora pocos meses después de los Premios Óscar, alzándose con tres estatuillas: Mejor Película, Mejor Director para Chloé Zhao y Mejor Actriz para Frances McDormand. «Versión romántica de la precariedad estadounidense, la película presenta Amazon como un buen recurso económico durante unas semanas al año, para la protagonista que vive en su furgoneta en la carretera. Y no hace hincapié de algo que sí aparecía en el libro que adapta, País nómada. Supervivientes del siglo XXI (Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century (2017), de Jessica Bruder, como era la tendinitis que padecían las personas entrevistadas y los medicamentos que debían tomar para calmar los dolores». Pero si la película hubiera hecho énfasis en las durísimas condiciones de trabajo, «no hubiera ganado un Globo de Oro y tres Óscars, y ahora no estaría disponible en Amazon Prime Video», recalca Carrión, mientras lo leemos antes de hacer la siguiente compra en Amazon.



Catalunya Plural, 2024 