María Recuero, la secretaria general de la USOC, recupera el lema del 1 de mayo y pide una ocupación “sin letra pequeña” tras conocer un nuevo récord en ocupación en España con 21,3 millones de ocupados. Insiste en pedir una reforma de la LOLS, ley que deja a la USOC fuera de la negociación entre Gobierno y agentes sociales, y recalca la apoliticidad del tercer sindicato de Cataluña. “Si la gente vota de forma responsable, saldrá la Europa que queremos”, asegura.
Esta semana conocimos los datos de ocupación del mes de mayo. España bate un nuevo récord con 21,3 millones de trabajadores y 60,000 parados menos en un mes, situando el desempleo en 2,6 millones, un mínimo que no se veía desde 2008. ¿Cómo valoras estos datos?
Creemos que vamos en la buena dirección, pero no debemos cantar victoria. Nosotros nunca cantamos victoria con los datos, ya lo dijimos el primero de mayo. Lo que no queremos es que haya una baja calidad del empleo y a veces las cifras con una estadística se pueden cubrir con un número determinado y efectivamente nosotros lo que pedimos es empleo pero de calidad, no un empleo que sirva solo para sacarte de las estadísticas de menos paro.
El 1 de mayo de la USOC, bajo el lema “Empleo sin letra pequeña”, giró en torno a la mala calidad del empleo actual. ¿Qué queda por mejorar?
Que haya un empleo que te permita vivir, que haya un salario digno, que tenga unas condiciones laborales dignas para todos, que haya igualdad de oportunidades con un abanico de empleos, que realmente tengas esta igualdad de oportunidades, porque lo que sí vemos es que la gente que está con contrato parcial, lo está porque no accede a otro tipo de contrato.
Los datos muestran un aumento de la contratación indefinida que ha pasado del 10,5% en 2019 al 45% en 2024 y el empleo femenino ha marcado un récord.
Hay una evolución positiva, pero nosotros lo que decimos es que las cifras, según quién las presente, se muestran de una forma que si tienes un contrato temporal ya sales del paro, pero necesitas muchos contratos parciales para poder vivir. Una cosa es la parcialidad y otra cosa es el empleo en general o la oferta que tienes. Por tanto, nosotros lo que siempre hemos pedido y estamos reclamando como sindicato es este empleo, pero de calidad. Sí es verdad que la contratación fija ha ido subiendo, pero en determinados sectores. Queremos un empleo real que se mantenga en el tiempo, porque al final, por ejemplo, los modelos industriales te dan un cierto nivel de empleo, más profesional, más técnico, más cualificado, y otros tipos de empleos te dan un empleo más parcial.
Esta evolución del empleo se produce en el marco de la reforma laboral. ¿Qué aspectos han quedado por incorporar?
Nosotros creemos que se debe volver a reformar toda la reforma laboral. Es muy importante el apartado de negociación colectiva. Desde la negociación colectiva es desde donde se acuerdan parte de las condiciones laborales más beneficiosas para los trabajadores.
¿Y más allá de la negociación colectiva?
Aumentar el costo del despido.
Sí, varios sindicatos lo han denunciado en Europa.
Efectivamente, estamos en contra. A partir de ahí, otras cuestiones como la reducción de jornada, también estamos a favor, de forma paulatina y siempre viendo cómo y de qué manera se debería implementar, porque ayuda a la conciliación familiar y laboral, y porque entendemos que permitiría aumentar el empleo.
Desde la negociación colectiva es desde donde se acuerdan parte de las condiciones laborales más beneficiosas para los trabajadores.
En el manifiesto del 1 de mayo también hablaban de “salarios justos”. El SMI ha aumentado desde 2018 un 54% hasta los 1,124 euros mensuales en 14 pagas. ¿Cuál debería ser el SMI?
Hacemos una valoración positiva, aunque creemos que todavía debería aumentar más. Nosotros también entendemos que no es lo mismo vivir en Cataluña que en otras partes de España, y que, por tanto, debería haber un salario mínimo en Cataluña. En Cataluña el costo de vida es mucho más elevado para un trabajador.
¿Y harías alguna propuesta concreta de cantidad para el salario mínimo catalán?
Directamente, no. Yo creo que eso es parte de la negociación colectiva y de los convenios colectivos. Nosotros como sindicato nunca hemos cerrado una cifra, porque entendemos que es parte de la negociación colectiva. Como mínimo el IPC y a partir de ahí negociamos.
El Gobierno se ha comprometido a reducir la jornada laboral a las 37,5 horas el próximo año. ¿Debería bajarse más?
Claro, sí. Todo lo que se pueda bajar, siempre y cuando no venga en detrimento del salario. Aquí debemos mirar la letra pequeña. Vuelvo al lema del primero de mayo. Cuidemos la letra pequeña. Siempre hemos defendido y luchado por la reducción de la jornada, pero con cuidado de la letra pequeña. Porque es bueno para la gente y para la conciliación laboral y familiar, es bueno porque te da un margen para poder hacer más cosas en la vida, más allá de trabajar, pero sí es verdad que cuidemos que esta reducción de jornada no venga impuesta de una manera cerrada, que no cree dobles escalas laborales dentro de las propias empresas entre los que ya están contratados con una jornada y los que se deben contratar de nuevo. Por tanto, cuidemos esas condiciones laborales de los trabajadores en función de la reducción, pero estamos totalmente de acuerdo.
¿Y se debe buscar el acuerdo con la patronal?
Nosotros, si nos incluyeran en el acuerdo, también nos iría bien, porque no estamos en ese acuerdo. Por lo tanto, aquí lo que reivindicamos es que se cambie la LOLS. Más allá de que la patronal esté de acuerdo o no, nosotros reivindicamos que la LOLS nos establece un marco o un campo de juego no real para el siglo XXI, porque hoy en día hay una pluralidad de sindicatos y una realidad del mundo laboral diferente a hace 30 años. A partir de ahí, será un diálogo social más abierto y más plural para todos, ya no solo que la patronal esté incluida o no, sino que estaremos incluidos otros sindicatos que hoy en día no tenemos voz en este espacio.
¿Y en cuanto a la reducción de jornada, se puede llegar a un acuerdo con la patronal?
Puede que sí. Siempre se debe observar en qué partes discrepan. Pero te digo, nuestra queja es otra. No es que lleguen a un acuerdo o no con la patronal los que están negociando, sino que nos incluyan como sindicato, como tercer sindicato nacional y en Cataluña dentro del diálogo social.
Los resultados de las elecciones en Cataluña han dejado un Parlamento con mayorías más complicadas y con un crecimiento de la derecha y de la ultraderecha y malos resultados para los partidos más a la izquierda. ¿Cómo analizas los resultados?
Nosotros, desde hace 60 años, tenemos la carta fundacional y tenemos unos valores y unos ideales que no queremos ser otra cosa que un sindicato y tenemos independencia política. Defendemos que se ejerza el derecho a voto, y para nosotros lo importante es que se cree gobierno. Que haya gobierno lo más pronto posible, porque entendemos que las instituciones catalanas necesitan una normalidad y un funcionamiento, y a partir de ahí que haya una agenda de gobierno que ponga a las personas al frente de todos los problemas y que a partir de ahí empiece a funcionar con presupuestos sociales, un gobierno que gobierne mirando por un futuro de la sociedad catalana y salga adelante. Más allá de qué siglas o qué partidos han salido. Para nosotros la defensa única y exclusivamente que tenemos como sindicato es que el gobierno que haya mire por los trabajadores y las trabajadoras y mire por la ciudadanía de Cataluña.
Hoy en día hay una pluralidad de sindicatos y una realidad del mundo laboral diferente a hace 30 años
¿Y te atreves a hacer una valoración de si son unos buenos o malos resultados?
Serán unos buenos o malos resultados si tenemos gobierno. Para nosotros lo más importante es que, gane quien gane, se cree un gobierno fuerte, estable y que mire sobre todo por las personas y por los trabajadores y las trabajadoras y por la mejora de las condiciones laborales.
La única opción que han dado los resultados es un gobierno del PSC. Aunque la geometría variable suma con Junts o con ERC y los Comuns. ¿Qué acuerdo crees que sería mejor para Cataluña?
El que cree un gobierno fuerte y estable para los ciudadanos de Cataluña.
¿Y con qué agenda política?
Con la agenda sobre todo social. O sea, que haya en primera instancia una agenda social que trate los temas de la sociedad catalana, del día a día, de nuestros afiliados y afiliadas, que son muchos. De cercanías, de vivienda, de alquiler, de la cesta de la compra, de IVAs, de IPCs, todo eso. Y el gobierno que se cree que sea este, el que tenga una agenda social.
El PSC ha planteado en campaña la ampliación del aeropuerto, la B-40 y el Hard Rock como proyectos prioritarios y los Comuns parecen haber retirado la línea roja. ¿Son proyectos prioritarios para el país?
Son prioritarios siempre y cuando den trabajo y empleo estable. Como sindicato lo que nos preocupa es que haya un empleo de calidad, y que más allá de los propios proyectos, miren sobre todo por las condiciones laborales.
Respecto al Hard Rock, algunos partidos lo han definido como un proyecto de turismo de valor añadido y otros de precarización. ¿Qué representa para ti?
Nosotros no conocemos el proyecto. Defenderemos todos aquellos proyectos que den una estabilidad al empleo. Si más allá de eso no lo dan, pues no estaremos de acuerdo. Defendemos proyectos como la empresa de Montroig de baterías, Silence o Cherry. Si dan una estabilidad para el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras de Cataluña, estaremos de acuerdo. A partir de ahí, se debe observar cómo está hecho el proyecto.
El domingo la UE vota. Las encuestas apuntan a un crecimiento de la ultraderecha. ¿Qué te parece?
La importancia de estas elecciones europeas es el derecho a voto, la participación. Que la gente vaya a votar es un derecho fundamental que se consiguió con mucha lucha y debe ejercerse. Creemos que es una necesidad que la gente vaya a votar siempre. Más allá de eso, nosotros creemos que necesitamos una Europa fuerte. Tiene que haber una Europa fuerte, una Europa justa, una Europa que mire por los ciudadanos y las ciudadanas y también creemos que debemos acercarnos a Europa y Europa debe acercarse a nosotros. Los ciudadanos ven que Europa queda muy lejos de nosotros. Hay una directiva que se ha creado hace relativamente poco, de inteligencia artificial, una directiva de violencia doméstica… Hay directivas que se han ido creando a nivel de Europa que nos afectan. La ciudadanía de a pie no lo ve. Por lo tanto, creo que falta propaganda. Decir que Europa somos todos y que nos influye la decisión que llevamos a las urnas. Más allá de quién salga o no salga, tenemos que crear una Europa más justa, más social, más grande, más fuerte, porque así defenderemos a los trabajadores. La gente debe votar para elegir cómo debe ser su futuro.
¿Y esta Europa debe poner un cordón sanitario a la extrema derecha?
Nosotros lo que pedimos es que la gente vote. Si la gente vota de forma responsable, ya saldrá la Europa que queremos.
¿Pero la extrema derecha guiará hacia esa Europa social de la que hablas?
Somos un sindicato que no hace política y no nos decantamos por un lado u otro. La política y los políticos saben qué deben hacer. Sabemos qué debemos hacer como sindicato y es defender las condiciones laborales. Ellos como políticos deben saber cómo gobernar. No somos como los sindicatos mayoritarios. Nosotros pedimos que se vaya a votar, porque este derecho fundamental que tenemos es el que debemos ejercer. A partir de ahí, los políticos deben hacer su trabajo y deben saber qué es lo mejor para crear una Europa más justa, más social y una Europa para todos.
La gente debe votar para elegir cómo debe ser su futuro
¿Y cuáles deben ser las prioridades de cara a la próxima legislatura?
Vivienda, transporte, salarios, empleo de calidad, reducción de jornada con condiciones, permisos retribuidos para todos, conciliación de la vida laboral y familiar. Todo esto es lo que nos importa y lo que debería tener en la agenda esta legislatura.
A nivel europeo, hacer un marco laboral que defienda el empleo de calidad, que haya derechos laborales. Por lo tanto, creemos que aquí sí debe haber un debate intenso en la manera de hacer y en lo que pedimos a nivel de derechos laborales, que haya un reconocimiento del diálogo social en todos los países, y que haya un espacio donde no solo se utilicen determinados agentes sociales para debatir, sino que se abra a la pluralidad que existe hoy en el siglo XXI y que, sobre todo, haya una Europa social mucho más amplia, mucho más respetuosa y mucho más justa para todos.
