En una votación muy ajustada, el 53,5% de las bases de Esquerra han optado por apoyar el pacto con el PSC para investir a Salvador Illa. Los opositores han llegado al 44,8%, en una consulta con una participación del 77% de los militantes. La división que se había manifestado en el partido en los últimos días se refleja en los resultados. A pesar de ello, la dirección ha conseguido que más de la mitad de la militancia apoye un acuerdo que la ejecutiva firmó el lunes tras una reunión de casi diez horas. Así pues, los republicanos ofrecerán a Salvador Illa los votos de sus 20 diputados en el Parlamento a cambio, principalmente, de implementar un nuevo modelo de financiación similar al concierto económico.
El desafío de la dirección de ERC será ahora gestionar la resistencia interna que ha provocado el acuerdo con el PSC. La cuestión clave será si los socialistas cumplen el documento de 25 páginas firmado con los republicanos, ya que esta era la principal preocupación de los opositores a investir a Salvador Illa. También dudaban de que Esquerra tuviera suficiente fuerza para presionar al PSOE a cumplir los acuerdos. Todo esto, con el congreso del partido previsto para el 30 de noviembre, donde se decidirá el liderazgo. Oriol Junqueras mantiene su intención de presentarse a la reelección, enfrentándose a la oposición de los roviristas, que abogaban por una renovación completa de la cúpula.
Con este paso, esencial para que el candidato socialista pueda ser elegido presidente de la Generalitat, se acelera el calendario parlamentario y la investidura podría tener lugar a partir del miércoles de la próxima semana, 7 de agosto. También estaba en manos de la militancia republicana el futuro del candidato de Junts, Carles Puigdemont, quien prometió regresar del exilio cuando se concretase una investidura, la cual este viernes ya se perfila en el horizonte.
