Hace pocos días el alcalde de Badalona y alto dirigente del PP de Cataluña, Xavier García Albiol, colgaba unas declaraciones en la red X, en el antiguo Twitter. Sus palabras se referían a que había visto en un transbordador a un grupo de personas presuntamente magrebíes bien vestidas, con teléfonos caros y gafas de sol. Todo insinuaba una crítica al apoyo que se ofrece desde el gobierno español a inmigrantes indocumentados. Hasta aquí el mensaje. Evidentemente, la comunicación ha provocado un alboroto político. Y Albiol era plenamente consciente de ello.

Habrá que preguntarse las razones por las que Albiol ha hecho estas declaraciones. Si algo sé a ciencia cierta es que el político conservador es consciente de lo que ha dicho y del revuelo que ha levantado.

El alcalde de Badalona lleva más de treinta años viviendo de cargos públicos. No se le conoce ninguna dedicación en el sector privado. Desde mi punto de vista, el gesto tiene como objetivo ocupar el escenario político en plena sequía informativa del mes de agosto más que ser fruto de un repentino arrebato xenófobo. Fíjese que, desde ese día, muchos medios de información catalanes y españoles han hecho protagonista a Albiol. Os voy a dar una primicia. El político más alto de Catalunya, al que muchos tachan de racista, ha sido fichado por una televisión privada para que haga de tertuliano algunas tardes: ¡Bingo!

Lo que no es noticia

Como viejo periodista, recuerdo aquella frase que dice que, si un perro muerde a un hombre no es noticia, pero que si un hombre muerde a un perro sí lo es. Que Albiol haya hecho en varias ocasiones declaraciones xenófobas no es nada nuevo. Si las hiciera a favor de la tolerancia sí que sería una novedad remarcable.

Badalona tenía el 1 de enero de 2023 una población de 225.957 habitantes; es el municipio catalán más grande gobernado por el PP. Y no, no puede argumentarse, como hace Albiol, que haya un problema grave de inmigración. Ni tampoco, como sostiene, un importante problema de delincuencia. Según datos del ministerio del Interior la criminalidad en la ciudad aumentó el pasado año un 15%, mientras que en Catalunya y en el área metropolitana de Barcelona sólo subió un 5%. En 2022, cuando la ciudad estaba gobernada por una coalición progresista, la delincuencia sólo subió un 5%, menos que la media del país.

Medidas contra los pobres

A partir de que Albiol logró la mayoría absoluta, con el espantajo del orden público, el político del PP ha aplicado medidas muy duras contra los pobres de la ciudad. Cerró el albergue para los sin techo de Can Bofí Vell, hecho que ha enviado a la calle a las 45 personas que dormían allí. Al respecto, el alcalde no ha respondido a los requerimientos de la Síndica de Greuges, aunque la ley dice que amparar estos casos es competencia municipal. Pero, da igual.

El gobierno conservador ha detenido el cumplimiento de la zona de altas emisiones que atraviesa la ciudad por la que circulan cada día una media de 70.000 vehículos. Al mismo tiempo, no existen estudios sobre la afectación de enfermedades pulmonares en los barrios adyacentes a la antigua autopista de Badalona.

Hace poco, el alcalde envió la Guardia Urbana al barrio de Sant Roc, el más pobre de la ciudad, a incautar piscinas hinchables y sillas plegables con las que algunos vecinos toman el fresco en plena canícula. Albiol lo justificó afirmando que habían retirado 1.250 kilos de basura.

Cerrar las fuentes públicas

Y un último recordatorio. Durante su mandato anterior, Albiol aplicó otra medida muy lesiva hacia los más pobres. Hizo cerrar todas las fuentes públicas de la ciudad. No dio explicación alguna, pero la oposición afirmó que la medida se hizo para evitar que la gente sin techo pudiera beber agua y lavarse. La exalcaldesa Dolors Sabater restauró las fuentes cuyo gasto superó los 250.000 euros.

Todas las actuaciones antes citadas no perjudican la alta popularidad de Albiol. El alcalde se beneficia del sentimiento nacionalista español que reside en algunos barrios, y también de la política de enfrentar a los pobres con los más pobres. Y, por supuesto, de la xenofobia que hace que los más pobres de aquí se sientan superiores a los extranjeros.

La “no noticia” del árbol de Navidad que volverá a ocupar portadas

Y termino con una autocrítica que deberían hacerse suya los compañeros periodistas, y también los principales diarios, emisoras de radio y televisiones de Catalunya y de España. Albiol ha seducido a los medios, que pese al salvajismo de sus propuestas, inexplicablemente “le ríen las gracias” obviando la mirada crítica que hay que tener con el poder, sea cual sea. Y, si no se lo creen, esperen a ver la payasada del árbol más alto de España (o no) con la que Albiol hará autobombo dentro de poco, en una de las ciudades con más pobreza de Catalunya. Ocupará portadas, aunque no sea noticia!!!!

Share.
Leave A Reply