«Hoy pasan a ser parte de la élite intelectual de Chile. Caerá sobre ustedes una gran responsabilidad. Dejarán de ser ciudadanos comunes. Se espera de ustedes no solo conocimiento. Sino sabiduría, integridad ética, fortaleza y templanza. No lo olviden: se ha aprendido más sobre el cuerpo en las últimas décadas que en los cinco siglos previos. El conocimiento es una arma que deberán usar con cautela» exclamaba el decano de la Facultad de Medicina de Santiago de Chile, en 1953, para enfatizar a continuación una última frase lapidaria: «A las señoritas acá presentes… Espero que estén a la altura de las circunstancias», dirigiéndose a las únicas diez estudiantes de la sala, entre casi el centenar de alumnos de primer curso.

Esta escena se incluye en la novela gráfica Anatomía de un corazón (Anatomie d’un cœur, 2024), con guion y dibujo de la autora chilena Antonia Bañados, publicada originalmente en francés por Éditions Sarbacane y, seis meses después, en noviembre del mismo año, en castellano por el sello Lumen del Grupo Editorial Penguin Random House. La obra recopila las anécdotas y experiencias vitales que le ha ido explicando su abuela paterna Colomba, nacida el 25 de marzo de 1934, que ejerció la medicina en Chile a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, y que ha podido ver la publicación de la novela gráfica inspirada en su vida. La protagonista de la historia de ficción lleva el nombre de Aurora Quercia, una curiosa elección elogiada por su abuela, por escoger un nombre, Aurora, que significa, literalmente, «la luz sonrosada que precede inmediatamente la salida del sol».

Aurora escucha la advertencia del decano desde la primera fila, al ser la tercera mejor nota en el examen de ingreso y estar sentados en orden a dicha nota. No oirá una conversación privada entre dos profesores justo antes de entrar a la sala y de empezar la ceremonia de inauguración del curso académico: «Ya has visto la carne fresca», refiriéndose a las pocas estudiantes presentes, un récord para aquel año. En los próximos cursos, ellas tendrán que exigirse mucho más a sí mismas que sus compañeros masculinos, escrutadas continuamente, por el prejuicio, infundado, de que están allí para encontrar un buen marido. Aurora, escogida por sus compañeros como presidenta de grupo de prácticas de disección en reconocimiento a su valía y liderazgo, no se librará de la crítica ante cualquier comportamiento que pudiera resultar sospechoso, a pesar de que lo que haga no levantaría ningún tipo de duda si lo hiciese un hombre.

Esta atmosfera hostil tendrá consecuencias también, retrayendo en Aurora las emociones que siente por el profesor ayudante, del que se enamorará pero del que nunca intentará mostrar ningún indicio de ese sentimiento. Una represión amorosa que contrastará en la progresiva emancipación femenina de la sociedad en general y de las profesionales en particular, con su consiguiente dosis de culpabilidad. Como cuando debe de contratar a una persona que cuide de sus hijos en su hogar, mientras ella cuida en el hospital de los hijos de los demás. Y con todas las barreras que la sociedad machista impone de forma universal: «Que me atienda un médico real», exclama un airado paciente en una viñeta, cuando iba a ser atendido por una médica.

Aurora acabará la carrera de medicina embarazada de su primer hijo, después de casarse con uno de sus compañeros de promoción. Pronto el desamor los separará para siempre, aunque compartiendo el mismo espacio, habitaciones separadas, en una época que no estaba bien visto separarse. De hecho, Chile es uno los últimos países en el mundo en regular el divorcio, en concreto fue establecido en 2004 por la Ley de Matrimonio Civil. Antonia Bañados, la autora de la novela gráfica, nació en 1990, y su personaje equivalente en la ficción es alabado por Aurora, cuando le dice a su nieta, divorciada: «Sabes, Martina, a pesar de que quería bastante a tu exmarido, entiendo y admiro tu elección. Al final, es más importante ser feliz que satisfacer las expectativas de otros».

Como la historia trascurre a lo largo de varias décadas de la segunda mitad del siglo XX, también se presentan las consecuencias del golpe militar de septiembre de 1973. La junta militar disuelve las instituciones democráticas, instala un régimen autoritario y dictatorial bajo toque de queda y suprime libertades. Y en ese nuevo estado policial, los profesionales médicos tendrán que seguir haciendo su trabajo a pesar de la opresión. Aurora verá cómo algunos de sus colegas más cercanos desaparecen después de ser llevados a centros de detención, acusados de pertenecer a movimientos de extrema izquierda. Otros colegas de profesión optarán por ponerse del lado del nuevo régimen vigente, algunos serán parte activa como torturadores.

La elección de la autora de dotar la historia de tonos monocromáticos azulados en el dibujo contribuye a acentuar la aparente frialdad de las salas de anatomía y del mundo hospitalario, al que no imaginamos en ese color, precisamente. Pero esta elección también contribuye, a su vez, a mostrar la calidez de los sentimientos y de los instantes más íntimos, especialmente las escenas con los personajes meditando sobre su situación personal. Los toques rojos, naranjas y amarillos en algunas de las viñetas incentivan la enfatización de la escena, algunas de ellas muy explícitas, por tratarse de disecciones del cuerpo humano, o tétricas, como cuando narran lo que parece un mercado negro de huesos, en especial de cráneos en buen estado, o cuando persiguen a gatos callejeros, con la finalidad de poder diseccionarlos a escondidas de los profesores, para practicar con ellos. Sin olvidar las complejidades emocionales asociados a este tipo de estudios, estudiando sobre cuerpos reales diseccionados, en los que te vas deshaciendo de las partes ya trabajadas.

Antonia Bañados estudió un máster en arte contemporáneo en la Edinburgh College of Art gracias a una Beca Chile Crea, y disfrutó de una estancia en España a través de una beca Erasmus. Desde sus inicios en la pintura, evolucionó hacia los objetos y el espacio, construyendo paisajes arquitectónicos imaginarios, una obra expuesta en varias exposiciones internacionales, una labor que continúa compaginando, ahora, con el cómic. En 2020 narra su experiencia de dos años en Escocia en su primera novela gráfica, Al otro lado del vidrio, una obra en la que «la autora cuestiona el proceso creativo de un artista. Un relato íntimo de carácter autobiográfico que muestra con detalle la cotidianidad y dificultades propias de una joven estudiante de arte becada en otro país. En esta novela gráfica, plasma la incertidumbre, el entusiasmo y los cuestionamientos éticos vividos durante la realización de su proyecto, acercando al lector al proceso creativo de un artista», según aparece en la nota de prensa promocional. El prólogo de esa primera obra autobiográfica estaba firmado por Sebastián Lelio, director, entre otras, de la película Una mujer fantástica (2017), ganadora del Premio Óscar a la Mejor película de habla no inglesa.

En 2021, Bañados obtuvo una ayuda del Fondo Nacional del Libro y la Lectura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Gobierno de Chile. Entre otras cosas, la financiación del proyecto creativo le posibilitó trabajar durante varios meses en la Maison des Auteurs de Angoulême, algo visible en los agradecimientos de Anatomía de un corazón, al recordar a los autores con los que compartió una experiencia vital muy intensa a nivel personal y profesional. En paralelo, ha trabajado como ilustradora para diferentes editoriales y películas, donde destaca su trabajo en el diseño de fondos de algunas escenas y del fragmento animado de la película Beau tiene miedo (Beau Is Afraid, 2023), dirigida por Ari Aster y protagonizada por un exuberante Joaquin Phoenix. La autora formaba parte de un equipo reducido de ilustradores responsables de los nueve minutos prodigiosos animados en la película, dirigidos por los cineastas chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña, que habían debutado en el cine de animación con la sorprendente película La casa lobo (2018).

La segunda novela gráfica de Antonia Bañados, Anatomía de un corazón, es un homenaje a una generación de mujeres con la extraordinaria determinación de estudiar y prepararse profesionalmente, especialmente en un sector dominado por los hombres, teniendo que salvar continuamente los prejuicios asociados a su género, hasta el punto de condicionar toda una vida, en una sociedad cuya evolución quedó truncada por una dictadura. Aun así, a pesar del paso del tiempo, algunas de las situaciones y comentarios descritos extremadamente machistas, nos resultan de máxima actualidad, lo que hace imprescindible esta lectura y a seguir atentos al trabajo de la autora.

 

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