La comunidad sanitaria vuelve a salir a la calle para mostrar rechazo a situación en la que se encuentran las listas de espera. La que será la Primera Jornada de Lucha Contra las Listas de Espera, se ha extendido a 12 comunidades autónomas de todo el estado. En Catalunya, desde todas las provincias, serán 13 los hospitales que se movilizarán a las 12h o a las 18h, dependiendo del centro de trabajo. A la iniciativa, organizada por la Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad Pública (CAS Estatal), también se han sumado colectivos como la Marea Blanca de Catalunya o Rebelión Primaria.
Han sido justamente estas dos plataformas las que han redactado seis propuestas para revertir la situación actual. Entre estas encontramos la demanda de crear un turno por la tarde en los hospitales para mantener a pleno rendimiento los recursos públicos. En la misma línea, recuperar el personal de los Equipos de Atención Primaria para que las esperas al médico de familia no se alarguen más allá de las 48 h prometidas.
Entre las demandas, hay algunas dedicadas a la privada: piden la prohibición de los conciertos con centros privados y también que se fije una incompatibilidad absoluta para que el personal del sector público trabaje en la privada. También que se establezcan ciertas garantías y plazos para la atención y las listas de espera sólo atendiendo a recursos 100% públicos, sin necesidad de derivar pacientes a la privada.
Desde CAS Madrid denuncian que las cifras que tanto el Ministerio de Sanidad como los Gobiernos autonómicos facilitan no son “ni siquiera reales”. Afirman esto por la que denominan “lista de espera estructural”. Explican que uno de los métodos para “reducir” las listas de espera es la expulsión de la lista estructural que se produce cuando el paciente es denominado para derivar su operación a la privada y este lo rechaza. Mientras pasa esto, este paciente no se encuentra en las listas oficiales de espera públicas. En Madrid, desde donde trabaja principalmente la CAS, hay datos desglosados que fijan, en esta comunidad, en 53.015 el número de pacientes en lista de espera estructural en diciembre de 2017. De estos, un 17,04% (12.585 personas) rechazaron la derivación. Hacer esto, para la CAS es “un castigo adicional, puesto que de media tardan 70 días más que el resto a ser operados”.
En este sentido, Marea Blanca de Catalunya y Rebelión Primaria también piden que el paciente reciba una asignación y un código en el momento de la decisión clínica de petición de prueba diagnóstica o intervención. De este modo será posible asegurar su entrada en lista de espera automáticamente.
Creen necesario que sean los especialistas de la Atención Primaria quién gestionen las listas de espera a pruebas complementarias y primeras visitas, puesto que “son ellos los que mejor conocen la situación clínica de cada persona”. Para hacer esto, entienden que hay que democratizar el sistema y piden “transparencia absoluta y acceso sencillo a todos los datos de actividad, calidad, gasto y adjudicaciones”.

Catalunya encabeza las listas de espera
A nivel estatal, en junio de 2017, últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, el número de personas a la espera de una operación era de 604.103. Nueve años antes, en junio de 2008 la lista de espera quirúrgica era de 372.000 personas: lo que implica que a día de hoy, esta cifra casi se ha duplicado.
Por otro lado, por lo que a la lista de espera diagnóstica se refiere, casi 2 millones de personas de todo el estado esperan la primera consulta con el especialista y el tiempo medio de espera ronda los 60 días.
Juan Antonio Gómez-Liébana, portavoz de la CAS, ve preocupantes y vergonzosas estos datos: “la lista de espera antes se situaba en el quirófano, y ahora se sitúa en el diagnóstico. El cuello de botella se va trasladando hacia atrás y esto es un síntoma de que el sistema está haciendo implosión”, advierte.
Desde la CAS también denuncian que “los territorios con mayor mercantilización y privatización son los que encabezan estas vergonzosas cifras”. Sería el caso de Catalunya, con 157.000 personas en lista de espera quirúrgica y 87 días de media para obtener diagnóstico. La sigue Madrid, que cuenta con una lista de espera de 59.000 personas y el País Valencià, con 58.000.
El argumento de los movimientos en pro de una sanidad 100% pública para afirmar esto se puede sostener en dos sentidos. Primero, la cantidad de derivaciones que hay en centros privados es mayor en Catalunya y en Madrid. Y segundo, también son estas comunidades autónomas las que más seguros privados tienen: hasta un 32% de la población es socia de una mutua.
Balance positivo de Salut: el tiempo de espera baja un 15,3%
El mensaje que se da desde el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya es positivo: 2017 acaba con menos tiempo de espera y menos pacientes para ser operados en Catalunya. Además, también se han reducido el número de pacientes que esperan para someterse a pruebas diagnósticas y acceder a consultas externas.
Los datos actuales más destacadas que han facilitado desde el Departamento de Salud dicen que la actividad quirúrgica se incrementó un 6,5% respecto al 2016. En concreto, el 2017 se hicieron 361.942 intervenciones, 22.220 más que el año anterior. El tiempo medio de espera de los pacientes en lista de espera es de 144 días, mientras que en 2016 se situaba en 170, lo que supone una disminución del 15,3%. Además, el 95,4% de los pacientes en lista en diciembre del 2017 están dentro del plazo establecido: se han reducido en más de la mitad los pacientes fuera de plazo, pasando de 16.081 pacientes el 2016 a 7.595 el 2017.
Durante el 2017 las listas de espera estuvieron oscilando a pesar de que en 2016 el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya presentara un plan de choque para reducirlas que se inició en abril del 2017. Este plan estaba dotado inicialmente con 96 millones de euros y pasó a contar finalmente con 57. El presupuesto inicial tenía que permitir aumentar la actividad asistencial para reducir en un 50% los tiempos medios de espera para pruebas y primeras visitas al especialista, que comportarían en consecuencia una reducción del 10% los pacientes que esperan para someterse a una operación. Además, se previó que todos estos objetivos tendrían que lograrse en abril del 2018.
En cuanto a las cifras, hay tipos de intervenciones que acumulan más listas de espera históricamente por diferentes motivos como por ejemplo la falta de especialistas. Estas, afirman desde Salut, también han mejorado. Dicen que la prótesis de rodilla es el procedimiento que consigue la mejora más destacada, con un 82,5% de los pacientes dentro del plazo mientras que en 2016 era del 66%. Se consigue reducir 1.494 pacientes que superan los 180 días, lo que supone una disminución del 60,8% (964 pacientes en 2017 frente 2.458 a diciembre 2016).
En cuanto a las consultas externas, la actividad se incrementó un 14,3% respecto 2015 y un 5,9% respecto 2016. El tiempo medio de espera global por primera visita se sitúa en 114 días, con lo que se consigue una disminución del 25% (38 días menos en comparación con 2016). Se reduce en más de 75.000 el número de pacientes que esperan más de 90 días para ser visitados, cifra que supone una reducción del 38%.
Y por el último, el objetivo de realizar pruebas diagnósticas que se incrementaron un 5% respecto al año 2016. Se hicieron más de 700.000, lo que supone un aumento del 35% respecto al año 2010. En este ámbito ha disminuido el número de pacientes en espera para todas las pruebas diagnósticas: en concreto, una reducción del 22,5% respecto 2016, lo que supone 30.519 pacientes menos (pasa de 135.809 a 105.290 pacientes).