El encontronazo entre la decana del Col·legi d’Advocats de Barcelona, ​​Maria Eugenia Gay, y el presidente del Parlament de Catalunya, Roger Torrent, a cuenta de la reivindicación por parte del político de la libertad de los presos políticos, en un acto solemne en la sede colegio recuerda otras situaciones tensas vividas entre la máxima representación de la abogacía en Barcelona y el poder constituido.
Otro decano del colegio de abogados, Frederic Roda
 Ventura, se vio involucrado en 1967 en una dura pugna con la administración, entonces franquista. A diferencia de lo que pasó la semana pasada, el enfrentamiento fue por liberar detenidos políticos.

El 7 de marzo de 1967, hace casi 50 años, el Sindicat Democràtic d’Estudiants de la Universitat de Barcelona (SDEUB) organizó un homenaje a Jordi Rubió Balaguer, eminente bibliotecario, profesor, filólogo e historiador de la literatura catalana, remarcable por el papel fundamental que tuvo en la definición, organización y gestión de las bibliotecas catalanas e intelectual de la resistencia. Justo al inicio del homenaje detuvieron al estudiante Enric Argullol. Más tarde la policía entró la en la universidad y detuvo otros asistentes al acto, que se hacía en la facultad de derecho.

Entre los pillados estaban el filólogo Joan Coromines, el democristiano Miquel Coll Alentorn, el independentista Joan Cornudella, el poeta Joan Olivé, Pere Quart, el filósofo comunista Manuel Sacristán, el escritor Juan García Hortelano; el filólogo Joan Triadú; el crítico de cine Romà Gubern, el escritor Carlos Barral, el cineasta Pere Portabella, el líder del PSUC y pediatra, Antoni Gutiérrez, el médico Joan Colomines y el homenajeado Jordi Rubió.

Pere Quart y Creix

Frederic Roda Ventura en su calidad de presidente del colegio de abogados se desplazó hasta Palacio de Justicia para interceder por la libertad de intelectuales y estudiantes, que después de 72 horas pasaron de los calabozos de Via Laietana a la sede judicial. Allí parece que Roda tuvo un fuerte encontronazo con un fiscal. Colomines afirma que la muerte de Roda Ventura se produjo después de un altercado con el fiscal Del Toro. Según Colomines, en la discusión Roda  le habría dicho: «somos un país ocupado». Antes, los detenidos se las habían tenido con el policía franquista Creix, y fue entonces cuando Pere Quart hizo la broma: “Creix pero no te multipliques”, se afirma que le dijo el poeta.

El decano no logró que liberaran las personas para las que pedía la salida de la cárcel. El hecho es que en Rambla Catalunya mientras conducía Roda tuvo un ataque al corazón y murió. La muerte del decano causó una gran reacción ciudadana en Barcelona. Quizá por eso, aquella misma noche soltaron a 12 de los detenidos, que al día siguiente asistieron al entierro. Sólo faltaron al sepelio García Hortelano, Cornudella, Triadú, Sacristán y Argullol, que seguían encerrados. Coromines no lo pudo hacer porque, como era ciudadano estadounidense, fue expulsado del país.

Primo de Rivera

Pero el choque más fuerte entre el colegio como institución y los poderes del Estado se produjo durante la dictadura de Primo de Rivera. La entidad siempre había publicado en catalán la guía judicial, donde figuraban todos los colegiados. La dictadura quiso imponer que el documento, que se distribuía masivamente, se hiciera en castellano. Durante dos años el gobierno central intentó aplicar la medida y el colegio se resistió. Al fin la dictadura recurrió a la fuerza y ​​en marzo de 1926 destituyó a la Junta y desterró a sus miembros fuera de Catalunya, sustituyéndola por una Junta afín.

Tras la caída de la dictadura la Junta fue repuesta y el resto de sus colegas colegiados le rindieron un homenaje el 18 de marzo de 1930 porque “en tiempos de la Dictadura supieron mantener el prestigio y la dignidad del Colegio de Abogados”. En aquel tiempo el decano era Amadeu Hurtado, que más tarde fue diputado de ERC en el Congreso.

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