En Cataluña miles de niños y niñas son víctimas de violencia cada día. A la vulnerabilidad ligada a la infancia se suman muchos factores como la pobreza o los desplazamientos migratorios, que llevan al no cumplimiento de los derechos de los niños. A pesar de que la normativa catalana en relación a la infancia se muestra “comprometida y alineada con los estándares internacionales vigentes”, todavía no hay materializaciones de estas iniciativas, según la ONG Save the Children.

Esta organización ha presentado su informe anual sobre el estado de los derechos de los niños en Cataluña, elaborando una radiografía sobre las violencias sufridas por los más pequeños. “Se trata del colectivo más vulnerable a la pobreza y la violencia, por eso requieren toda nuestra atención”, expone Emilie Rivas, responsable de políticas de infancia de Save The Children. Precisamente la pobreza creciente en Cataluña (1 de cada 4 niños vive en situación de pobreza) contrasta con el 0.8% del PIB que invierte Cataluña en Infancia, siendo de las más bajas (la media europea ronda el 2.4%).

“La primera acción que proponemos al nuevo Gobierno es aumentar los gastos en infancia para poder mejorar las técnicas de prevención y acompañamiento de los menores a los cuales se han vulnerado los derechos”, afirma Rivas. Y es que la prevención es imprescindible para aquellas violencias que se consideran invisibles, como las que se producen en el seno familiar o las que sufren menores sin nexos sociales ni familiares firmes, como es el caso de los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA).

“Todo lo que no sea prevención quiere decir que ya es tarde, porque nos encontramos ante casos de agresión”, apunta Rivas. Se refiere, por ejemplo a los 946 casos de maltrato en el hogar que se dieron en 2016 en Cataluña. Y es que estamos ante unas cifras que crecen. Desde el 2011 al 2017 han aumentado en un 68.5% el número de niños y niñas víctimas de violencia machista en su casa. A pesar de que, tal como puntualiza Rivas, “no es tanto que hayan crecido las agresiones, sino que han aumentado las denuncias”.

Pero, según denuncia la ONG, las violencias en el hogar todavía se continúan encubriendo y confundiendo con disciplina: “acabamos ante daños físicos y emocionales producidos de manera crónica, puesto que la intimidad de la residencia dificulta la detección”. Y es que las denuncias por maltrato infantil en el hogar suponen el 0.06% del total, mientras que la cifra de prevalencia relativa a los menores de entre 8 y 17 años se sitúa en el 4.25%. En sólo seis años han muerto 15 niños debido a la violencia doméstica.

Toda esta situación lleva también a un aumento del machismo adolescente. Sólo en 2016 33 menores fueron detenidos por violencia en la pareja y 92 en el hogar. A pesar de que “las violencias extremas son cada vez más rechazadas entre jóvenes, las sutiles todavía son toleradas”, afirman desde Save the Children. Así lo demuestra el hecho que el 25% de chicas de entre 16 y 19 afirmen haber sufrido violencia de control.

“El sistema revictimiza a los menores que han sufrido abusos sexuales”

El 30% de alumnos de la ESO y Bachillerato aseguró haber sufrido una agresión sexual durante el curso pasado. Este dato se engloba dentro de las 713 denuncias de abusos que hubo en 2016 y las 254 agresiones sexuales a menores de edad. Y es que el 50% de víctimas de abuso sexual tiene menos de 18 años. “El peor problema en lo referente a estas agresiones son los secretos y los tabúes”, asegura Rivas, refiriéndose a una lacra “difícil de evaluar debido a la carencia de datos y la no existencia de recursos especializados en diagnosis y rehabilitación”.

Los abusos a menores están “claramente infradetectados”, según la ONG, que denuncia que la cifra de prevalencia apunta a que el 17% de la población infantil ha sufrido abusos sexuales, mientras que las cifras oficiales sólo hablan de un 2%. “La mayoría de casos se quedan silenciados, pero cuando salen a la luz se topan con una serie de dificultades que añaden sufrimiento a las víctimas”. Rivas se refiere a un sistema judicial “pesado y complejo que hace que los niños tengan que explicar su experiencia hasta cuatro veces a los diferentes servicios que les atienden”.

Así, desde Save the Children proponen crear recursos de atención especializada en abusos sexuales a la infancia, como los modelos de casas de niños en los países nórdicos, donde se coordinan todos los sistemas de atención y rehabilitación. “De este modo podríamos atacar otra carencia del sistema, que es que no hay una garantía legal de justicia, puesto que el 70% de los casos de abusos sexuales a menores acaban sobreseídos”.

Los MENA, inmigrantes antes que niños

Los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) son uno de los colectivos más vulnerables, puesto que “además de sufrir situaciones de violencia concreta, están cada vez más estigmatizados socialmente”, apunta Rivas. Cuando estos menores llegan a Cataluña lo hacen en situación de desamparo y, por lo tanto, es la Generalitat quién admite su tutela para garantizarles los mismos derechos y deberes que al resto de niños.

Pero, según recuerdan desde Save the Children, el año pasado llegaron a Cataluña 1489 MENA, mientras que en 2016 fueron 684. Esto hace que el sistema de protección esté saturado y que “no se pueda atender a las necesidades de los menores ni garantizar sus derechos, debido a su condición de migrats. Y es que el sistema antepone su condición de extranjero a la de niño”, denuncia Rivas quién recuerda que haber cumplido los 18 años no es sinónimo de tener capacidad de sobrevivir autónomamente sin ningún vínculo familiar ni social firme.

Así, su situación “de extrema vulnerabilidad reclama recursos muy adaptados que el sistema de protección no está proporcionando”, apuntan desde la ONG. Por eso, ante “ratios de profesionales muy bajas y asignación de recursos humanos e infraestructuras insuficientes”, proponen seguir la figura del “Guardian” propio de algunos países europeos. Se trata de una persona de referencia que acompañe a cada menor durante todo su camino hasta la emancipación y que sea capaz de proporcionar ayuda emocional, médica y legal para informarlos de todos los procesos que tendrán que seguir.

Así, con este informe que incluye los puntos débiles y las potencialidades de la situación catalana, Save the Children ha querido hacer una radiografía del estado de los derechos de los niños en Cataluña para elaborar “una hoja de ruta en materia de infancia para el futuro Gobierno”.

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