“Feliciano se queda en el barrio!”. Así, brindando con cava y bajo la pancarta “ninguna vecina fuera del barrio”, han celebrado este domingo los vecinos del Poble Sec la noticia de que Feliciano Esteves no será desalojado. Al menos de momento. Él y sus dos hijos menores de edad viven desde hace más de diez años en un piso situado en la calle de Murillo 12, en el distrito de Sants-Montjuïc de Barcelona, pero ahora estaban pendientes de un desahucio con fecha abierta.
En el edificio donde vive Feliciano, el fondo de inversión que lo ha adquirido, Norvet, tiene previsto hacer un bloque de pisos de lujo, pero las obras quedaron paralizadas porque habían pedido los permisos de obra “de manera fraudulenta” y por denuncias de ‘mobbing‘ , según el Ayuntamiento de Barcelona. Desde el Sindicato de Barrio del Poble Sec hace tiempo que denuncian las prácticas que utiliza esta inversora. Ahora, después de un año “de lucha” celebran que este fondo haya “cedido ante las presiones y las acciones llevadas a cabo”. La semana pasada activistas de este barrio, junto con la PAH Barcelona, de la Oficina de Vivienda de Gracia y el Sindicato de Inquilinos ocuparon las oficinas de Norvet para reclamar que detuvieran el desahucio. Y funcionó.
El Ayuntamiento está mediando con Norvet a fin de encontrar una solución. “La suspensión del desalojo de Feliciano era la condición de mínimos para comenzar la negociación con Norvet”, explica Laura Pérez, concejala del Distrito de Sants-Montjuïc. “Estamos satisfechos de que -de momento- haya cumplido con su palabra”, añade la concejala. Desde el Sindicato de Barrio del Poble Sec se muestran escépticos, ya que esto es una solución temporal. “Norvet se dedica a echar a los vecinos y vecinas de la ciudad, aquí [en la calle Murillo] antes vivían veinte familias, pero han hecho obras y las han echado”, explica uno de los portavoces del Sindicato de Barrio.
Sin la amenaza inminente del desalojo, Feliciano y el Sindicato de Barrio esperan conseguir un piso de alquiler social en el barrio para él y sus dos hijos. Aseguran que ya están esperando un piso en la mesa de alquiler social de Barcelona, pero que aún no tienen ninguno asignado y puede tardar meses en llegar. “Detener el desahucio es una pequeña victoria, pero ahora hace falta un alquiler social en el barrio por parte de Norvet, en la misma finca y sino en el barrio”, claman desde el Sindicato. Desde el Ayuntamiento comparten que “hay que encontrar una solución digna y adecuada que pase por la corresponsabilización de Norvet ante esta situación”.
“Los fondos y sociedades de inversión deben entender que detrás de cada operación especulativa hay vidas de familias y que aunque la ley les pueda habilitar para desahuciarlas, el Ayuntamiento estará al lado de los vecinos y vecinas defendiendo el derecho a la vivienda” asegura Pérez. Según el Sindicato de Inquilinos diez fondos buitres y empresas inversoras acumulan más de 3.000 pisos en Barcelona . Norvet sería uno de estos, con 20 fincas y 249 viviendas y locales, según cifras facilitadas por esta entidad.
Ante esta situación, desde el Sindicato de Barrio del Poble Sec preparan una alianza “a nivel de ciudad”, junto con la Oficina de Vivienda de Gracia, la PAH Barcelona, el Sindicato de inquilinos y los vecinos de Aragón 477, entre otros. De momento más de 70 entidades se han adherido al manifiesto que han presentado. “Norvet es un caso claro y ejemplar de fondo que se está dedicando a echar a la gente con las peores prácticas que existen, pero hay muchos otros”, explican desde el Sindicato de Barrio del Poble Sec. Por eso concluyen que, aunque detener el desahucio de Feliciano es “una pequeña victoria”, hasta que no se ofrezca un alquiler social “la batalla no ha terminado”.


Catalunya Plural, 2024 