Este último año, en 2017, el Servicio de Atención y Denuncia para víctimas de racismo (SAID) de SOS Racismo Catalunya atendió 485 personas. De las cuales, 327 era la primera vez que se dirigían a SOS Racismo, el resto, 158 eran casos gestionados desde años anteriores.

Pero desgraciadamente estos casos que llegan a ser denunciados sólo son la punta del iceberg. Hay muchos casos que quedan en silencio porque que las personas racializadas hemos aprendido a convivir con un porcentaje de racismo que parece que es “lo que nos ha tocado vivir” y porque hay una clara desconfianza en el sistema judicial y eso provoca que muchos casos no se denuncien. Las instituciones públicas nos han fallado demasiadas veces.

Nos fallan cuando no desarrollan el marco normativo para proteger a las víctimas y lo que provoca es indefensión e impunidad – como ocurre en los casos de denegación de acceso por parte de personal de seguridad privada a local de ocio nocturno ya que en muchos municipios, como en Barcelona, el reglamento no está desarrollado y esto conlleva que la sanción sea inexistente -.

También nos fallan cuando no realizan más acciones de sensibilización y prevención – tanto para la ciudadanía como para los trabajadores y trabajadoras públicas-. Llama la atención que desde hace años SOS Racismo señala esta carencia en el estado del racismo en Catalunya.

Las personas racializadas padecemos, en nuestro día a día, el racismo que muchas veces no llega a ser denunciado. Un racismo invisibilizado por las instituciones y que no se muestra en las portadas de periódicos ni será trending topic en las redes sociales, pero es un hecho que trastoca poco o mucho nuestra vida, y hemos tenido que aprender a “soportar” y hacer como si nada. Aprendemos a resignarnos.

Recuerdo que mi padre me decía de pequeña: “Tienes que trabajar el doble que el resto, tienes que ser la mejor porque eres diferente” y de pequeña no sabía muy bien porque lo decía, quién era el resto ni qué significaba, pero aquella frase me quedó grabada y me ha acompañado siempre.

Cuando fui mayor me di cuenta que lo que quería decir es que mi color de piel podría significar un handicap en mi desarrollo personal y profesional y que tenía que ser consciente.

Lo más grave de todo es que mi no es un caso aislado. Hablando con otras personas racializadas este tipo de consejos u otras experiencias personales similares son habituales: como las vivencias que a menudo se explican en las Polifemo” – la polifacética antirracista es un espacio abierto de encuentro donde poder compartir, debatir y reflexionar sobre temática antirracista – nos damos cuenta de que hemos vivido vivencias muy similares.

Es parte de nuestra experiencia a lo largo de la vida como personas racializadas.

Somos conscientes de que podemos sufrir situaciones, discriminaciones, ataques e insultos racistas, miradas de desconfianza o que no se sienten a tu lado en el metro, que si dejas una bolsa en el metro piensen que eres un/a terrorista, discriminaciones a las entrevistas de trabajo, chistes y “bromitas” sobre tu color de piel, la dificultad de alquilar un piso por tu origen, que la policía te pare en el metro y te pida la documentación para tu perfil étnico, la insistente pregunta sobre tu origen, la denegación de la entrada en los locales de ocio nocturno, etc.

“¿Y qué hacemos con esto?”, Pensé.

En mi caso, yo me hice activista. Porque he sufrido racismo en mi vida y no quiero que ninguna persona tenga que sufrir. Entendí que debía asumir un papel activo si quería que las cosas cambiaran y esta era la manera de contribuir, de poner mi granito de arena para que el racismo no tuviera cabida en nuestra sociedad. Y encontré mucha gente que tenía ganas de hacer lo mismo que yo.

Me hice activista porque he sufrido racismo y no lo verbalicé hasta hace poco. Seguramente no lo he explicado ni a algunas de las personas blancas más cercanas a mí. ¿Y por qué? Porque a menudo pensamos que no lo entenderán, que tiene poca importancia, que es una tontería, que no vale la pena luchar contra ello…. Pero sí la tiene. Y mucha.

¿Qué está cambiando? La buena noticia es que hay motivos para la esperanza. Las personas racializadas nos estamos organizando para combatir el racismo. Están surgiendo muchas iniciativas diversas que denuncian el racismo que sufrimos desde diversas perspectivas y ámbitos de actuación: desde el mundo de la cultura, desde el feminismo, desde el mundo social, desde la política, etc.

Hemos de empoderarnos. Es la única solución. Debemos ser conscientes de nuestros derechos y de las herramientas que tenemos a nuestro alcance para defendernos. Y también tenemos que hacer cómplice a la población blanca. Porque necesitamos que hagan nuestra lucha como suya. Es una lucha que tenemos que plantear como sociedad y como una cuestión de justicia social.

Y ya para terminar, me gustaría poner de relieve el trabajo y la dedicación que hacen las activistas y la sociedad civil en la lucha contra esta lacra. Son muchas las personas que dedican parte de su tiempo y sus ganas de construir un mundo un poco mejor y en esta fecha señalada, como es el día Internacional para la Eliminación de la discriminación racial, me gusta recordar el trabajo incansable y diario de tantas y tantas personas.

Share.

Barcelona, 1988. Va estudiar Dret a la Universitat de Barcelona i es va especialitzar en drets humans i cooperació internacional. Treballa com a tècnica de projectes socials a diferents entitats del Tercer Sector. Afrofeminista, activista i membre del Consell de SOS Racisme.

8 comentaris

  1. Es cierto no debemos de ser racistas porque todos somos iguales y mañana a la persona por su interior lo que hacen ellos está muy mal

  2. Carmen Lucelly Mosquera Mosquera on

    para mi este tema se debería tocar en todos los espacios, escuelas, reuniones, talleres, para ir quitando el tabú y el miedo que sentimos al conocer la opinión del otro frente a nosotros los negros.

  3. Elda rodriguez on

    Yo vivo con una persona q me renta dos cuartos para mi esposo y mi dos hijos y esta persona se pone a discutir y casi pegarle amis hijos y nos llama todo el tiempo ilegales y nos corre d la casa pero no emos encontrado una casa d renta yo me lastime mi pie y no trabajo sólo mi esposo y no nos alcansa y ya tengo un año aguantando insultos x parte d esa señora q ago

Leave A Reply