La costumbre del presidente turco Erdoğan de confiscar los cigarrillos y arrancar de sus propietarios la promesa de dejarlo afectó, como es bien sabido, al Ministro de Asuntos Exteriores de Bulgaria en 2016, e inspiró al columnista del Cumhuriyet, Kadri Gürsel, que escribió el artículo Erdoğan quiere convertirse en un nuevo padre para los turcos. La semana pasada, Gürsel fue condenado a dos años y seis meses de prisión por sus comentarios, que incluían la frase “Turquía siquiera necesita un joven rebelde como Muhammad Bouazizi, que encendió la chispa que derrocó al dictador tunecino”.

“Paz en casa, paz en el mundo”, dice la famosa máxima de Atatürk. El 2016 un columnista del Cumhuriyet, Aydın Engin, hizo alusión al fundador de la República de Turquía con su artículo Paz en el mundo, ¿pero en casa qué?, publicado dos días antes del intento de golpe de estado. Resultó que los golpistas se hacían llamar “El Consejo por la Paz en Casa”. La semana pasada, Engin fue condenado a siete años y seis meses de prisión por un “mensaje subliminal”.

El dibujante del Cumhuriyet Musa Kart reservó unas vacaciones en Bodrum después de ver un anuncio en el periódico. La empresa turística comenzó a ser investigada por vínculos con los seguidores de Fethullah Gülen, acusado por el gobierno de ser el organizador del intento de golpe, y Kart fue debidamente arrestado en la misma investigación. En su defensa declaró: “Y así me encontré, esperaba pasar tres días en una habitación con vistas al mar en Bodrum, y en cambio me dieron nueve meses en una habitación con vistas a una pared de cemento en Silivri” [localidad cercana a Estambul donde se encuentra una de las principales cárceles del país]. La semana pasada fue condenado a tres años y nueve meses de prisión por “colaboración y complicidad con organización terrorista”.

Guraya Öz, defensor del lector del Cumhuriyet, fue arrestado por haber llamado por teléfono a alguien con vínculos con Gülen. Durante el juicio, Öz admitió haber hablado una vez con la persona en cuestión para encargar una cena de cumpleaños: resultó que el interlocutor regentaba un restaurante de comidas preparadas. En su declaración de defensa, Oz preguntó cómo podía pensarse que él sabía que pedía pizzas a un individuo bajo investigación. La semana pasada fue condenado a tres años y nueve meses de prisión por “colaboración y complicidad con organización terrorista”.

Şenol Buran, el chico que servía el té en Cumhuriyet, hizo tarde al trabajo un día debido a cierres de carreteras ordenados con el propósito de abrir el paso al Presidente. El jefe de seguridad del diario informó de su exclamación de frustración, que le hizo decir que no le servía una taza a Erdoğan si se dejara caer por allí. Buran fue arrestado la mañana siguiente por “insultar al Presidente”.

Akın Atalay es el Presidente del Comité Ejecutivo del Cumhuriyet. El fiscal, acusando el Cumhuriyet de solicitar ayudas europeas, le preguntó: “¿Cómo desea mantener la independencia si se beneficia de estas ayudas?”. Atalay señaló que “el ochenta por ciento de los jueces y fiscales de Turquía se formaron gracias a estas ayudas europeos. ¿Ha cuestionado ello su independencia?”. La semana pasada fue sentenciado a siete años y tres meses y medio de prisión por “colaboración y complicidad con organización terrorista”.

Murat Sabuncu, director del Cumhuriyet, reaccionó a un acto político posterior al intento del golpe, del que fue excluido el HDP [partir turco de izquierdas y defensor de las minorías]. Su titular, “Democracia deficiente”, fue declarado “sedicioso” por el fiscal. La semana pasada fue condenado a siete años y seis meses por “colaboración y complicidad con organización terrorista”.

Y yo, antiguo director del Cumhuriyet, fui juzgado bajo los cargos de “desplazar el logo del diario y alterar su línea editorial” por “publicar una noticia relacionada a Gülen en la portada con una fotografía” y “publicar el mismo titular que un diario gülenista el mismo día”. Vivo en el extranjero, aunque se dictará sentencia. Mis abogados señalaron en vano que ni la línea editorial, ni por supuesto qué noticia se publicará en qué página y bajo qué titular, son cuestiones que corresponda decidir a la fiscalía.

La semana pasada, un diluvio de castigo cayó sobre los trabajadores del Cumhuriyet, este último bastión de la libertad de prensa en Turquía, desde el director a los redactores…

Turquía “celebra” el Día Mundial de la Libertad de Prensa como la cárcel de periodistas más grande del mundo.

NOTA: Este editorial se ha puesto a disposición de todos los medios que quieran publicó el 3 de mayo a través de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, WAN-IFRA, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Can Dünder es el ex director de ‘Cumhuriyet’ y ha recibido numerosos premios internacionales como el WAN-IFRA Golden Pen of Freedom 2.017.

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Can Dündar és l'exdirector del diari turc 'Cumhuriyet'.

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