El pleno comenzaba con una inusitada puntualidad. A las 12:01 Roger Torrent daba el pistoletazo de salida a la propuesta de candidatura de Quim Torra y Pla, diputado de Junts per Catalunya. Este tomaba la palabra. “Yo hoy no debería estar aquí, hoy debería estar el presidente Carles Puigdemont”. El recuerdo a los presos políticos y exiliados levantaba un primer aplauso de parte de la mitad de hemiciclo. No tenía un discurso sencillo, Quim Torra. Debía, por un lado, meter su propuesta dentro de un marco tolerable para los oídos del 155, del Tribunal Supremo y del Constitucional. Por la otra, no decepcionar toda aquella gente que había depositado la confianza en que los representantes políticos de JxCAT caminaran de forma firme hacia la independencia. Las dos frases iban dirigidas a hacer posible esta síntesis: “seremos leales al primero de octubre: construir un Estado independiente en forma de República”…. y la mejor forma para lograrlo es tener un gobierno que trabaje para conseguirlo “. Es decir, que todo parte de la base de un gobierno autonómico que respete el marco legal español, y a partir de allí se construirá lo que sea necesario.

Seguidamente, tiraba primero un mensaje dirigido al Monarca Felipe I, para luego dirigirse al Jefe del Ejecutivo: “Así no, Majestad; ¿Hablamos, Mariano Rajoy? – “Estamos dispuestos a negociar sin condiciones”. Importante destacar esta última frase, ya que hacía alusión a la condición, tachada como innegociable por parte del Gobierno Español, de realizar un referéndum legal y vinculante de autodeterminación. Tras dirigirse al Monarca y al Presidente del Estado Español, le tocaba el turno, esta vez en inglés, a Jean-Claude Juncker, Presidente de la Comisión Europea (CE). “La democracia significa entender al otro”. Un grito de ayuda a la CE y en las Instituciones Europeas en su conjunto a construir una plataforma para el diálogo. Y es que parte importante del discurso de investidura iba dirigido a consolidar la famosa estrategia de la internacionalización. Por ello, parte del trabajo del nuevo gobierno consistiría en consolidar las delegaciones catalanas en el exterior, con un doble objetivo: promocionar las inversiones y potenciar la cultura catalana. La banda de Ciudadanos sonreía de forma irónica, mientras que García Albiol negaba con amargura. Siempre es difícil contentar a  todos, por supuesto. La primera sesión concluía con una frase del poeta ibicenco Marià Villangómez: “Querer lo imposible necesitamos, que no muera el deseo”. El Pleno se aplazaba hasta las 15:00.

Intervenció d’Inés Arrimadas | Foto: Parlament de CatalunyaEn la reanudación, era el turno de Inés Arrimadas, que empezaba diseccionando al candidato: “¿Quien es y qué piensa el Sr. Torra? Tirando de hemeroteca, la ganadora de las elecciones y líder de Ciudadanos repasaba algunos de los polémicos tuits y escritos publicados por Quim Torra que han salido últimamente a la luz y sobre los que ayer se pronunció en forma de disculpa en TV3. Seguidamente le cogía el guante sobre el discurso de internacionalización de la República, para recordarle otra cita de Juncker: “European Union is the respect to the law / la Unión Europea es el respeto a la Ley” “y yo me voy a encargar personalmente de que en Europa se enteren de lo que piensa el que puede ser el próximo presidente de Cataluña… usted representa el nacionalismo excluyente “. La réplica con un tono áspero y severo, continuaba apuntando lo que consideraba una clave del discurso del candidato: las elecciones municipales del 2019. Según Arrimadas, pues, Quim Torra no quería dirigir la Presidencia de la Generalitat sino un Comité de la Defensa de la República. Proseguía Arrimadas, haciendo hincapié a la ausencia de discurso de Torra sobre los problemas en los que la Generalitat sí tenía competencias, y es que en palabras de Arrimadas “catalanas independentistas y no independentistas estamos en la misma lista de espera”. Terminaba, ya en catalán, afirmando que “no sabía si sería el Presidente de Cataluña, pero seguro que no será de todos los catalanes”.

A continuación era el turno de Sergi Sabrià de Esquerra Republicana de Cataluña. Énfasis en la idea de resistencia. Discurso de carácter épico, resaltando que “la democracia siempre acaba triunfando”, la necesidad de “políticas progresistas” y de una “desobediencia no violenta”. Según el diputado de ERC, el uno de Octubre generó un resquicio generado por la violencia desatada del Régimen del 78. Este hecho, sostenía, ha agotado el crédito del Estado español: “aquel día los perseguirá para siempre” . La segunda parte de la intervención iba dirigida a la importancia de recuperar las instituciones del yugo del 155 ya que, según Sabrià, “tardaremos más de lo que nos gustaría, pero ahora mismo es el único escenario posible. Hasta la victoria final “. Dos claves: hacer un gobierno efectivo y ensanchar la base social del independentismo.

Miquel Iceta, por su parte, iniciaba su comparecencia explicando que no darían ni el voto positivo ni el absención. La primera de las razones era que, según lo que se deducía de la intervención del candidato a la presidencia, Torra no sería un Presidente de la Generalidad sino un Presidente subordinado a Puigdemont “y por gracia de la CUP”. Tal y como hacía Arrimadas, también aprovechaba la intervención para recordar algunos de los ya famosos tuits de Torra, al tiempo que le recordaba que “si aquí no cabe todo el mundo, al final no acabará cabiendo nadie”, despertando el aplauso de los diputados del PSC y de Ciutadans. A pesar de la negativa a investir al candidato, aprovechaba la ocasión para suavizar la negativa en comparación a la que había realizado previamente Arrimadas: “No tendrá nuestro apoyo, pero tendrá nuestro deseo de que pueda salir hacia adelante, pensando en el futuro de muchos catalanes, que como sabe, son muy diversos ”

Le tocaba hablar a Xavier Domènech, líder de Cataluña en Común Podemos, que comenzaba lamentando el tiempo perdido en alusión a las investiduras fallidas, recordando la injusticia del encarcelamiento de los candidatos y cargos políticos. Su intervención se articulaba en torno a la siguiente cuestión: ¿”será un buen gobierno? ¿Llevará certezas donde hay oscuridad?” Según Domènech, el discurso de Quim Torra había sido un buen discurso para convencer a la CUP y Puigdemont, pero no para convencer al resto del país. Continuaba cuestionando la unidad dentro del bloque independentista: “se puede decir que la CUP, JuntsxCAT, PdCAT y ERC quieren lo mismo: creo que no, y es importante ya que el país pide una estrategia clara”. A continuación lanzaba un ataque hacia la CUP, que acusaba de renunciar al eje social en aras del eje nacional. Para el Secretario General de Podemos en Cataluña, era un futuro gobierno con fecha de caducidad. Y un mal gobierno, incapaz de hacer frente a la situación de excepcionalidad política y de desigualdades sociales.

Quim Torra i Carles Riera se saluden a l’inici de la sessió | Foto: Parlament de Catalunya

La intervención de Carles Riera era posiblemente la que más interés despertaba. A la espera de la decisión del Domingo del Consejo Político donde se decidirá la dirección del voto del lunes, se sabía que la CUP abstendría, no haciendo posible, por tanto, la investidura de Torra en la primera sesión. Las palabras duras de Riera afirmaban la posición de unilateralidad y ruptura de la CUP, única vía posible hacia la independencia. “Quien afirma algo sabiendo que no es cierto, en el fondo autoengaña”. Según Riera, la CUP está dispuesta a asumir todas las represiones del Estado español, por lo que la estrategia debería gravitar en torno a la movilización social y la lucha en el espacio público. Una de las propuestas para avanzar hacia esta vía es la constitución de una Asamblea de Electos y la redacción de una Constitución Catalana que converjan en un proceso constituyente.

Seguía la intervención de García Albiol, que se dirigía al candidato con una pregunta que no obtendría respuesta: “¿Está de acuerdo en cumplir el Estatuto de Cataluña y la Constitución”? Según Albiol, el discurso de Torra había sido incendiario: “con Usted el independentismo radical ha doblado la apuesta”, al tiempo que sacaba pecho en la aplicación del artículo 155, como garante de las leyes y la democracia. Sentenciaba con tono de amenaza: “su libertad termina donde empiezan nuestros derechos”

Después ya venía el turno de Eduard Pujol, en representación de Junts per Catalunya, y después el turno de réplicas. Pero todo ya estaba decidido: 66 votos a favor, 65 votos en contra y 4 abstenciones. Sin la mayoría absoluta necesaria para ser a sacar adelante la investidura, el futuro de Quim Torra, de la Presidencia de la Generalitat, y de Cataluña, quedan a la espera del pleno del Lunes. O, mejor dicho, del Consejo Político de la CUP de Domingo.

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Llicenciat en Ciències Polítiques (UPF), MSc en European Politics and Policies a la University of London, Birkbeck College i Doctor en Filosofia amb menció Cum Laude (UAB). Co-autor del llibre "Cartha on Making Heimat" (Ed. Park Books). Director del mitjà Catalunya Plural.

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