Aleida Guevara es una mujer con determinación que lleva consigo la marca del apellido de su padre. Más allá de eso, se la conoce por sus trabajo dentro del Sistema de Salud Nacional de Cuba en la isla y fuera de esta. Guevara pisa Catalunya más de una vez al año invitada por diversas organizaciones. Esta vez ha acudido a diferentes charlas pero quedamos con ella en el Centre Cultural la Marineta en Mollet del Vallés donde el Casal popular la República junto a la Plataforma en Defensa de la Sanitat Pública del Baix Vallès, Mollet amb Cuba y Comunistes de Catalunya organizó un debate. ¿El tema? Modelos sanitarios en Cuba y Catalunya. El acto también contó con la presencia de Antonio López, portavoz de la Plataforma en Defensa de la Sanitat Pública del Baix Vallès.

Guevara trabaja en el Hospital para niños William Soler de la Habana pero también ha ejercido en múltiples brigadas de médicos. Algunas de ellas en Angola, Ecuador o Nicaragua. Hablamos con ella de los avances en medicina, tecnología y farmacología en Cuba, sobre el valor de la educación y la prevención en salud y sobre el papel de los médicos cubanos. Guevara define la sanidad cubana como pública, universal, gratuita e internacionalista.

¿Cuáles serían los requisitos mínimos que tendría que tener una sociedad para tener una buena sanidad?

El deseo de tenerla es el único requisito. Cuba es un país bloqueado por Estados Unidos, un país llamado del tercer mundo que tiene muy pocos recursos naturales. Aun así, la mayoría de su presupuesto va para educación y sanidad y esta es una decisión de un pueblo que piensa que lo más importante es el ser humano.

Tú no puedes pedir a un ser humano que le ponga precio a la vida de un ser querido. No hay dinero para pagar la vida de un hijo, de un hermano o de un padre… Por tanto no puede ser una mercancía, no tiene valor. Así que es un derecho.

¿Cómo está ahora la situación de embargo de Estados Unidos o bloqueo?

Nosotros lo llamamos bloqueo porque si fuera embargo Estados Unidos nos impediría comercializar con ellos, y están en su derecho, pero lo que hacen es impedir que otros pueblos del mundo comercien libremente con nosotros.

A nivel de sanidad, de medicamentos, tecnología… ¿cómo afecta?

Es durisimo… Porque de cada 10 medicamentos nuevos que salen al mercado internacional, 8 pertenecen a patentes de Estados Unidos de Norte América. Nadie nos oferta medicamentos aunque tengamos dinero para comprarlos porque si una empresa comercializa con Cuba, Estados Unidos tiene el derecho de si esa empresa tiene capital de ellos, retirar ese capital. Si no lo tienen, lo que hacen es impedir que los productos de esa empresa se pueden vender en el mercado de EEUU.

Mirando un mapa de EEUU y de Cuba y la capacidad por cápita te das cuenta que siempre perdemos. Esa empresa no se va a arriesgar a tener el comercio con nosotros entonces. Por suerte hace más de 25 años surge en Europa y sobretodo en Suiza una organización que se llama MediCuba Suiza que después se extiende a MediCuba Europa. Con esta asociación de solidaridad ellos han roto el bloqueo. Compran material en Europa para hacer medicamentos y los llevan a Cuba. Gracias a eso hemos podido seguir desarrollando la industria farmacéutica cubana y dar luego medicamentos creados por nosotros a gran parte del planeta.

Ha habido un incremento en el número de médicos, ¿cómo se ha gestionado el abrir más plazas y a la vez conseguir que la población haya querido hacer medicina?

Nosotros somos un país eminentemente agrícola y la mayoría de la población cubana durante la revolución era campesina. Ellos querían que sus hijos fueran médicos, ingenieros, abogados… La revolución dijo que podían serlo porque la educación sería gratuita pero que habría un compromiso: devolver lo que se recibe al pueblo. Si tu te formas como médico después tendrás que trabajar de ello.

Dentro de la isla o fuera, mediante una brigada de médicos.

En una sociedad como la nuestra donde aprendes a ser solidario con otros pueblos el médico tiene que ser un personaje al que se le tiene que dar importancia. Desde que inician la carrera, a los alumnos les enseñamos que la medicina es un derecho del pueblo pero que también tiene un carácter internacionalista, tienes que estar dispuesto a ir a ayudar a cualquier país del mundo.

Evidentemente tenéis expertos en todas las ramas pero vuestro sistema nacional de salud le da mucha importancia a la Atención Primària.

Si. Una de las características más importantes del Sistema Nacional de Salud Cubano es que es preventivo. Nos dimos cuenta que es más fácil prevenir una enfermedad que curarla y eso se puede hacer mejor desde la Primaria. Se tiene que hacer desde abajo y también mediante la educación del pueblo que tiene que tener un nivel cultural para recibir esa información y entenderla. Si hablas que vamos a hacer campañas de vacunación tienen que saber porqué y es gracias a esto que la gente tiene una ámplia confianza en el SNS cubano. Nadie duda que las vacunas vayan a hacer daño a un niño porque las nuestras estan bien seguras.

¿El traspaso de información de campañas o novedades a parte desde los centros de salud lo hacéis a través de los Comités en Defensa de la Revolución?

Los CDR son importantísimos para la prevención de enfermedades. Así hemos tratado por ejemplo el cáncer de cuello uterino: se ha ido preguntando a todas las mujeres cuanto hacía de la última prueba citológica y se les ha informado cuando puede ir a hacérsela con un ginecólogo.

¿La relación con los niños se hace a través de las escuelas?

Siempre. CDR y escuelas están unidos en esto. Tenemos por ejemplo una campaña de vacunación contra la poliomielitis y se hace en distintas etapas. La población se le informa por la televisión nacional que de tal día a tal día tenemos campaña de vacunación para niños de tal fecha a tal otra. Y la gente acude al policlínico. Los niños que están en edad escolar la reciben en la misma escuela, donde va el médico.

Aleida Guevara a les escales del Centre Cultural La Marineta a Mollet del Vallés abans d’una xerrada / Carla Benito

Para hacer un símil, aquí la puerta de entrada al sistema de salud también es la Atención Primaria, donde te atiende el médico de familia o él mismo te deriva al especialista. ¿Funcionaría igual en Cuba?

El médico de familia en Cuba es parte de un equipo de trabajo donde hay también un trabajador social, un psicólogo, enfermero… Están también los especialistas que una vez cada poco tiempo van a pasar visita con el médico de familia y también lo forman.

¿La formación completa de un médico en cuántos años se completaría?

Seis es lo básico para ser médico. A partir de allí eres Médico General Integral que son tres años de especialidad y después puedes optar por otra especialidad. Los que quieren hacer cirugía van directamente a esta especialidad. Se lo ganan por su expediente académico.

Vuestras cifras sobre mortalidad infantil están entre las mejores de 40 estados. ¿Cómo lográis ir mejorando cada año?

En 2017 terminamos con 4 muertes por cada 1.000 niños nacidos vivos. Una de las mejores de todo el mundo. Lo logramos trabajando mucho y con toda la población. Según UNICEF y Naciones Unidos en 2045 Cuba será uno de los países más viejos del planeta. Estamos prolongando el período de vida y a la vez estamos aumentando la natalidad.

Esto lo estamos logrando porqué la mujer cubana tiene derecho desde un mes antes de parir hasta el año de edad del niño para quedarse en la casa. Los primeros 9 meses tiene el 100% del salario y los tres restantes tiene el 75%. Ahora tendremos el debate en la Asamblea Nacional Cubana de si se ha de alargar el 100% del salario hasta el año. También hablaremos de que si después de los seis meses la mamá quiere volver a trabajar porque es más socialmente útil, el papá puede quedarse con el bebé en la casa pagándole también el salario completo. La nueva ley también lo contemplará con los abuelos si aun no se han retirado y son socialmente útiles pero quizás su hija está justo empezando una carrera o está desarrollando algo científico y quiere incorporarse antes.

¿Qué importancia le dais a la investigación?

Fidel Castro siempre nos dijo que Cuba tenía que ser un pueblo de hombres de ciencia. Hombres desde un punto de vista genérico porque el 72% de los profesionales de la salud somos mujeres. Hemos de ser un pueblo de ciencia porque como tenemos el bloqueo encima, de alguna manera tenemos que lograr avanzar: mejorar o prolongar la vida, hacerla más sana… Tenemos un gran polo científico. Estamos trabajando en vacunas contra el cáncer de colón, de pulmón, de mama, de cuello de útero… Las dos primeras ya las estamos comercializando y las otras dos están en período de prueba humana.

Más allá de enfermedades genéticas, ¿tenéis en cuenta otros elementos o determinantes? Por ejemplo en términos de vivienda y salud aquí se está denunciando muchísimo la pobreza energética. ¿Cómo perjudican las viviendas a la salud en Cuba?

Como somos un país aún llamado del tercer mundo, la vivienda es uno de los problemas más graves que tenemos. Nos golpean uno o dos ciclones por año y son devastadores. El último nos pasó por todo el norte de la isla y sí nos hemos recuperado en la electricidad pero en la vivienda aún arrastramos el problema. Hemos de aprender a construir de manera más firme pero siempre para paliar el problema de la población hacemos viviendas sencillas rápidamente.

Cuba como país aún tiene muchas cosas por resolver. Lo primero que nos quiten el dichoso bloqueo. Mientras, lo que estamos haciendo es, gracias a nuestros centros de investigación y con los médicos que tenemos en muchas partes del mundo donde se puede pagar esa misión, recibir un buen dinero que invertimos en viviendas, en centros educativos o mejorando hospitales que algunos parece que les haya caído una bomba encima por tantos años de uso.

En mi hospital, que es un hospital grande donde tenemos 425 camas, hasta hace dos años teníamos un aparato de rayos X de 40 años de uso continuo. Antes era de la RDA, la antigua República Democrática de Alemania. Ahora hemos podido substituirlo y hasta tenemos un TAC. Vamos mejorando pero poquito a poquito porque el uso provoca desgaste y aquí no le cobramos a nadie.

¿Cómo habéis avanzado tan rápidamente teniendo este tipo de material?

Es el deseo. En pleno período especial, cuando desaparece el campo socialista europeo, ningún médico dejó de trabajar. Yo conozco dos pediatras que fuera de su horario hacían pasteles de cumpleaños para poder vivir un poco mejor pero nadie dejó de hacer de médico.

¿Y los sueldos?

Ahora subieron. El estado cubano le ha subido el sueldo a los médicos que se quedan dentro del país a resistir el embate de todos los médicos que no están. Si teníamos un médico de familia que atendía a 190 familias, ahora hay un sólo médico para dos áreas de ese tipo. El trabajo se refuerza en esa persona y de alguna manera tienes que apoyarlo o estimularlo.

¿Qué cantidad sería más o menos?

Es difícil hacer una comparación porque yo por mi apartamento pago 30 pesos cubanos mensuales…

Lo que sería 1.20€.

Claro. No es justo compararlo.

También recibís dinero de lo que se llama turismo sanitario. ¿Cómo lo gestionáis?

Nosotros le pedimos a los pacientes que manden antes las historias clínicas antes de mandarse a ellos mismos. Ha habido veces que se ha hecho todo lo humanamente posible por un ser humano pero hacerlo viajar tantos km de distancia para decirle que no podemos hacer nada más por él no vale la pena. Con la historia clínica, si vemos que podemos hacer algo, que vengan pero no gratis.

Sólo lo hacemos gratis para los cubanos o para sitios que ya sabemos que no pueden pagar como por ejemplo Haití. Tenemos una brigada de 400 profesionales de la salud cubanos y Haití no paga ni un centavo. En Bolivia por ejemplo teníamos 4.000 profesionales, después los redujimos a 2.000 y ahora hay menos y los estamos reemplazando por estudiantes que salen de la Escuela Latino Americana de Medicina de Cuba (ELAM). Hicimos esta escuela para que muchachos de la América Latina, África, Asia y hasta muchachos de Estados Unidos puedan estudiar gratuitamente. En EEUU también hay un tercer mundo: los chicanos, los latinos, los afros… Ellos tienen becas en Cuba y ya hemos formado a más de 500.

La idea es que después trabajen en sus comunidades de origen en proyectos.

Exacto. Ahora cuando regrese iré a Argentina a trabajar en la Brigada Che Guevara donde los médicos han salido de la ELAM y estaremos diagnosticando cataratas o pterigio, que provoca ceguera y requiere cirúgia. Es una labor que Cuba estamos realizando con los países del ALBA: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua… Ya llevamos dos millones de personas operadas en el mundo. Es un esfuerzo extraordinario para un país bloqueado, sin recursos… pero devolvemos la vista a la gente.

Con este sentimiento de solidaridad, ¿qué mensaje mandarías para que pare el trato indiscriminado en la sanidad y existe la asistencia universal?

Yo no puedo decirle a otra gente lo que tiene que hacer, soy incapaz. Sólo digo que miren el ejemplo de Cuba: si nosotros podemos, ¿por qué ustedes no? Simplemente es voluntad política y voluntad social.

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