Las primeras jornadas del llamado ‘otoño caliente’ están generando confrontaciones internas dentro del cuerpo de los Mossos debido a las controvertidas intervenciones policiales que se han llevado a cabo. El pasado sábado, durante la ‘Fiesta Holi’, organizada por Arran para contraprogramar la manifestación del sindicato de Policía Nacional, Jusapol, para reivindicar la actuación policial del 1 de Octubre, los Mossos desalojaron Plaza Sant Jaume con cargas que dejaron 24 heridos del grupo independentista. Y durante el primer aniversario del referéndum, el cuerpo policial tuvo que intervenir, también con duras cargas, cuando cientos de manifestantes esquivar el cordón policial y llegaron a las puertas del Parlamento.
Esta escena, que vino precedida de unas declaraciones del Presidente Torra que animaba a los CDR a “apretar” hasta que la República se hiciera efectiva, ha despertado numerosas críticas entre los sindicatos del cuerpo policial catalán. La falta de previsión del dispositivo de seguridad frente el Parlamento, tachada de “lamentable, inadmisible o irresponsable”, por el sindicato SME, ha sido uno de los puntos polémicos.
Los sindicatos, como el SPC, dirigen sus quejas directamente al consejero de Interior, Miquel Buch, al que exigen que dimita, por su “irresponsabilidad” para con el dispositivo diseñado por los últimos días. También apuntan alto desde la USPAC, que reprochó al presidente Torra que “incitara a la violencia”. Por su parte, el sindicato mayoritario SAP-Fepol, critica que los agentes estén realizando tareas de orden público “sin tener ni formación ni materiales adecuados.
Así, la mayoría de sindicatos han exigido a los responsables políticos de los Mossos que defendieran los agentes y, lamentando la instrumentalización del cuerpo, han pedido respeto por los agentes. Esta última reclama ha sido recogida, precisamente por la dirección política del cuerpo que, en rueda de prensa, ha defendido la intervención policial pero, desmarcándose de las críticas de los sindicatos, también considera correcto el diseño del dispositivo policial de los últimos días.
Evitando la autocrítica en todo momento, el director general de los Mossos, Andreu Martínez, ha justificado las intervenciones policiales en base al “cambio de comportamiento de los grupos radicales” y ha asegurado que, en “el cerco al Parlamento se buscaba la confrontación”. Y ha añadido que, “sin confrontación violenta, la policía no actúa”.
En la misma línea se expresó la portavoz y consejera de Presidencia, Elsa Aartadi, que ha asegurado que “una cosa es presionar y otra es ser violento”, haciendo referencia a las palabras del Presidente Torra. Así, ha desvinculado los “altercados violentos” de la tarde de lunes de las palabras de “ánimos” de Torra.
En una línea contrapuesta a la de Artadi, la ex diputada de la CUP, Isabel Vallet ha cargado contra la acción de los Mossos y la actitud del Govern en ‘Els Matins’ de TV3: “Teniendo a gente toma a la que se acusa de incitar a la violencia por unas pegatinas y para ciertos desórdenes con el mobiliario público, no puedes justificar la mala gestión que supone usar la policía para reprimir a los ciudadanos cuando no te interesa que estén en la calle”. Así, se ha sumado a las exigencias de dimisión del Consejero Buch y criticó que se tilde de “asedio al Parlamento” la concentración de ayer. “¿Qué quiere decir esto, que había un grupo organizado detrás? ¿Armados? ¿O era gente que se mantenía en el Parlamento? Justifica esto el foam o las cargas?”.


