Eran las cuatro de la tarde y hacía el recorrido diario entre la escuela y casa. La seguía un chico en bicicleta. Se acercó a ella, le tocó un pecho y se marchó corriendo. Las cuatro de la tarde, remarca, una hora que supuestamente debe ser segura para las mujeres. En ese momento ella entendió que una chica nunca se siente segura por la calle, sean las cuatro de la tarde o las cuatro de la madrugada.

Con esta reflexión personal arranca el documental “37 historias”, que narra la experiencia de autoorganización y el proceso de toma de conciencia feminista de 53 alumnos de las Dominiques de l’Ensenyament de Barcelona. El pasado viernes se hizo un primer pase de la película en la escuela y hoy se presenta ante los mecenas en los Cinemes Girona.

Después de las movilizaciones del 8 de marzo del curso pasado, las alumnas de 4º de ESO de este centro pidieron a los profesores un espacio sólo para ellas, que se convirtió en la asamblea de mujeres de la escuela. De aquellos encuentros salió una lista de 37 episodios machistas que habían sufrido en aulas y pasillos del instituto, pero sobre todo en la calle, en discotecas o con sus parejas y que, un mes después y tras varias sesiones de tutoría y talleres no mixtos para darles espacios de confianza, presentaron ante los chicos.

“Todo este proceso fue muy intenso a la vez que espontáneo”, explica Martina Parés, de la asamblea de mujeres, y querían que quedara plasmado de alguna manera. Al principio pensaban hacerlo una forma más casera, con pequeños vídeos, pero se les presentó la oportunidad de trabajar con los directores Olvido Coloma y Adrià Guardiola y la productora InGirum, y pusieron en marcha un proceso de micromecenazgo para financiar el documental.

Martina Parés y Emma Asensi en un momento de la entrevista | Sandra Vicente

“En el documental se pueden ver las manifestaciones a las que fuimos, como nos impactaron, nuestras opiniones personales…”, explica Flavia Villanueva, alumna de la escuela. “Lo explicamos de una manera muy cercana y sincera, somos nosotros hablando directamente a la cámara”, dice Emma Asensi, otra de las alumnas que forma parte del proyecto. “El documental nos ha ayudado a cohesionar todo el trabajo que hicimos el año pasado”, añade Parés.

Una llama que se ha extendido por la escuela

Las alumnas que el año pasado pusieron en marcha la asamblea de mujeres querían que su “valentía” de haber creado estos espacios de confianza y de haberse abierto, de manera totalmente voluntaria, pero también el coraje de los chicos a la hora de pedir disculpas, cambiar sus comportamientos y frenar a los compañeros ante actitudes machistas, sirva de referente al resto de alumnos.

“El primer impacto lo querían en nuestros alumnos, los de nuestra clase; después en los otros cursos de la ESO y después en toda la escuela… Fue un proceso muy plástico, no controlábamos verdaderamente la extensión ni el alcance que iba adquiriendo”, explica una de las tutoras de 4º de ESO, Mireia Moretones.

Ellas mismas hicieron dinámicas en cursos inferiores para motivar a otros alumnos a reflexionar sobre el machismo y compartir sus herramientas. “A las chicas les decíamos: si ves que algo que no te gusta, que te inquieta, si tienes necesidad de hablar…, crea un espacio como el nuestro y, si necesitas consejo o ayuda, nos tienes a nosotros y al profesorado”, explica Martina.

La tarea de ampliar el impacto de las 37 historias dentro de la escuela no sólo la han llevado a cabo las chicas. “Tenemos un profesorado suficientemente abierto y sensibilizado en cuestión de igualdad y en el proceso de empoderamiento feminista, aunque evidentemente factores como la edad o la formación pueden condicionar”, explica moretones, “y tenemos todo el apoyo de la equipo directivo y del AMPA para poner en marcha cualquiera de estos proyectos”.

Este año quieren volver a poner en marcha espacios no mixtos, respetando los diferentes talantes de las diferentes promociones pero buscando unas respuestas similares. También han ampliado su alcance con unos talleres para trabajar también el acoso contra personas LGTBI.

El efecto dominó en otros centros educativos

A las miembros de la asamblea de mujeres de las Dominiques les gustaría que sus vivencias lleguen a otros adolescentes, y creen que el formato del documental lo puede hacer más fácil. De hecho, uno de los objetivos iniciales de la película es “dar voz a chicas y chicos para transmitir la ilusión a otras compañeras y compañeros del resto del país”.

De todos modos, ya hace meses que ven el interés que genera su proceso de empoderamiento. “Hemos recibido correos electrónicos donde nos piden que vamos a hacer charlas, y a través de conferencias que hemos hecho también se nos han acercado personas interesadas”, dice Flavia.

Flavia Villanueva en un momento de la entrevista | Sandra Vicente

Ahora no todas siguen el mismo centro e intentan llevar a cabo el compromiso que adquirieron de continuar su labor de concienciación feminista en otras escuelas. Emma y Martina explican que sus nuevas compañeras las ven afortunadas por haber podido crear un espacio no mixto como la asamblea de mujeres en su centro educativo. “Me gusta ver que en cada escuela puede pasar de una manera diferente pero que al final estamos todos en el mismo proceso de crecimiento y tenemos dinámicas similares”, dice Parés.

Asimismo ven como de útil puede ser hablar de experiencias personales con los compañeros chicos para que vean que son parte del machismo de la sociedad. “He ido viendo que hay chicas más concienciadas que los chicos”, dice Asensi, que cree que ellos no se dan cuenta tanto de los episodios machistas si no les tocan de cerca y los hablan directamente.

También las familias han visto, gracias al documental y los debates que provoca, que sus hijas pueden sufrir estas agresiones sexuales y sexistas. Esta concienciación puede ayudar a cumplir otro de los objetivos del proyecto: conducir a la interiorización de la importancia de la educación feminista en madres, padres y docentes.

Martina, Emma y Flavia – como el resto de miembros de la asamblea de mujeres de las Dominiques de l’Ensenyament – no creen que el documental sea un cierre sino una herramienta más para continuar “encendiendo llamas”, para que más gente tome conciencia feminista.

Hoy por hoy, el recorrido de la película no está fijado, pero esperan que continúe motivando a la audiencia tanto en centros educativos como festivales de cine. De momento, se hará un pase el viernes día 30 en el Casal de Joves Girapells y alrededores del 8 de marzo en el distrito del Eixample.

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