A finales de mayo del año pasado Airbnb se comprometió con el Ayuntamiento de Barcelona a retirar 2.577 pisos que estaban en oferta en su plataforma. Se trataba de pisos turísticos que el consistorio había señalado como irregulares y por los que el Ayuntamiento amenazaba con más multas a Airbnb.

Este compromiso se reflejó en la oferta de pisos enteros en Airbnb, que pasó de 8.758 anuncios en mayo a 6.925 en junio, según indica el análisis de los datos proporcionados por Inside Airbnb, un portal que – junto con DataHippo – comparte datos de la plataforma turística para facilitar su análisis y el debate.

Estos datos, sin embargo, también muestran que en sólo tres meses el número de pisos enteros anunciados en la plataforma de alojamientos turísticos volvía al nivel que ha mantenido durante los últimos dos años. En septiembre ya había de nuevo más de 8.500, un poco por debajo de las 9.559 licencias para viviendas de uso turístico de la ciudad, cifra congelada desde 2014.

Similitudes entre los anuncios despublicados y los que se anuncian de nuevo

En junio pasado se retiraron de la oferta de la plataforma de alojamientos turísticos – borrando permanentemente o desactivando temporalmente – 2.632 viviendas enteros, cifra superior a los pisos los que Airbnb se había comprometido a retirar. Con los datos obtenidos no podemos saber, pero, si se trataba sólo de pisos irregulares o eran de usuarios que los habían eliminado o despublicado por otros motivos.

Dos meses más tarde y en plena temporada turística la oferta de Airbnb volvió a crecer espectacularmente. Sólo en agosto se publicaron 2.530 anuncios, de los que es difícil saber cuántos habían sido publicados y eliminados anteriormente, ya que esta plataforma no muestra la dirección exacta de los pisos.

El análisis de los anuncios despublicados y publicados durante el verano pasado muestra muchas similitudes más allá del número de pisos, si bien esto no significa que sean los mismos. Un tercio de los anuncios borrados entre junio, julio y agosto de 2017 eran de Ciutat Vella, como también lo eran un tercio de los publicados entre julio, agosto y septiembre. Estos datos no encajan con la composición general de los pisos anunciados en Airbnb, ya que la oferta en Ciutat Vella sólo representa un 20% del total.

Estos cierres y aperturas de anuncios han afectado poco la oferta a Airbnb. Mientras en enero de 2018 había 8.746 pisos enteros anunciados que representaban el 47% de la oferta (el resto eran habitaciones), un año más tarde, en enero de 2019, los anuncios se mantenían en 8.737, un 48% de la oferta.

Entre estos mismos meses, aumentaron de 3.256 a 3.427 los pisos en oferta en el Eixample, más de cien a la Dreta del Eixample y unos noventa en la Sagrada Família; y de 1.627 a 1.916 en Ciutat Vella, sobre todo en la Ribera y el Barri Gòtic. En cambio, en el resto de distritos se redujeron, en mayor o menor medida – siempre según los datos obtenidos por Inside Airbnb de la web de la plataforma de alojamientos turísticos.

Lo que sí ha cambiado notablemente es la distribuición de la gestión de pisos, que ha visto cómo se reducen los usuarios que anuncian un solo piso y se multiplican los multigestor. Mientras en enero de 2018 los anunciantes con un solo piso en oferta representaban el 80% de los anfitriones y tenían el 40% de los anuncios ofertados, en enero de 2019 pasaron a ser el 70% de los anfitriones ya controlar el 23% de la oferta. En el mismo periodo se duplicaron los anunciantes con cinco o más pisos enteros en oferta en Airbnb, que en enero de 2019 controlaban el 60% de la oferta de la ciudad.

Durante el verano de 2017 se puede apreciar también como los anuncios que desaparecieron de la oferta de Airbnb superaron aquellos que se publicaban por primera vez o de nuevo. El director de la empresa en España y Portugal, Arnau Muñoz, afirmó en rueda de prensa que Airbnb había retirado 2.500 anuncios durante el 2017 por “descongestionar” la ciudad de turismo.

De estos anuncios, la mitad se retiraron a petición del Ayuntamiento, que los consideraba “malos actores”. El resto se dieron de baja en Ciutat Vella, donde Airbnb comenzó a aplicar la política de un anuncio de piso entero para anfitrión. En enero de 2018 se había conseguido que un 88% de usuarios con pisos en oferta en Ciutat Vella tuvieran solo un piso anunciado, pero un año más tarde esta cifra se ha reducido al 73%. En enero de 2019, los anunciantes con cinco o más pisos en oferta en este distrito representaban el 8% y controlaban casi la mitad de los pisos en oferta.

Pisos turísticos ilegales aún en oferta en Ciutat Vella

Los gestos de la empresa para descongestionar la oferta turística en Ciutat Vella aún no han conseguido eliminar la oferta ilegal. Los pisos enteros en oferta a Airbnb triplican las licencias oficiales en este distrito, según datos del mes de enero de este año. Por 605 viviendas de uso turístico legales hay hasta 1.916 anuncios de pisos enteros en la plataforma de alquileres turísticos.

Aparte de Ciutat Vella, en Sant Andreu y en Nou Barris los pisos anunciados en Airbnb también superan, aunque en menor medida, las licencias del Ayuntamiento. En el primer distrito hay diez pisos más en oferta que licencias oficiales y seis el segundo.

Sólo quedan 272 pisos turísticos sin licencia según el Ayuntamiento

La batalla del gobierno de Ada Colau contra los pisos turísticos en Barcelona se inició en 2016. Desde entonces, según anunció la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad Janet Sanz en rueda de prensa, el plan de choque contra las viviendas de uso turístico que operan sin licencia ha reducido en un 95% los anuncios sin número obligatorio de licencia. De los 5.875 anuncios irregulares que el Ayuntamiento había contabilizado a finales de 2016 entre todas las plataformas de alquiler turístico, al cierre de 2018 sólo constaban 272.

Preguntados por el aumento de pisos enteros en oferta a Airbnb durante el verano, fuentes municipales han comunicado a este medio que no les constan los datos. Según explicaba el consistorio en la nota de prensa de valoración del plan de choque, “los servicios municipales han seguido muy de cerca la evolución de la oferta y las nuevas publicaciones de pisos sin los datos correspondientes para que se fueran retirando” .

Esta es la política que siguen con Airbnb desde julio de 2017: cuando detectan pisos irregulares en oferta en la web se lo hacen saber que los retiren. Además, desde el pasado junio, Airbnb obliga a los usuarios a autorizar la cesión de datos en el ayuntamiento y en poner un número de licencia a los nuevos anuncios. Sin embargo, no se hace ninguna comprobación de estos números antes de publicarlos.

En paralelo, Airbnb es una de las plataformas que forma parte de la mesa conjunta con el Ayuntamiento que busca su colaboración para que todos cumplan la legalidad. “La actividad de las plataformas está bajo control, hemos desarrollado las herramientas para mantenerlas bajo control”, decía Janet Sanz, aunque admitía que el trabajo no se podía acabar aquí. “Tenemos que seguir con esta actividad inspectora para poder erradicar la actividad ilegal en la ciudad, no vamos a bajar la guardia”, añadía la teniente de alcaldía.

 

Metodología: Este análisis de los datos obtenidos por Airbnb es una extención del análisis realizado en el taller Efecto Airbnb realizado por Montera34.

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