Cambio de época. Los resultados electorales abren una nueva etapa política en España y en Catalunya. Pedro Sánchez consolida la presidencia y liderará las estrategias que empiecen ahora para configurar un nuevo Gobierno. Pero la mejor noticia del 28-A es que los electores han castigado todas las opciones que apostaban por la confrontación. Desde las tres derechas hasta el sector del independentismo que quería ir al Congreso a bloquear la política española.

En Catalunya, ERC tiene más del doble de votos y escaños que sus rivales de Junts Per Catalunya. De forma clara se hace con el liderazgo del independentismo. Y lo ha conseguido con un discurso de diálogo y negociación después del fracaso del Procés unilateral. Ciudadanos, que había jugado la carta de la crispación, también ha sido castigado en las urnas en Catalunya. Y el PP prácticamente ha desaparecido del mapa político catalán.

El PSC recupera su papel histórico. Que los socialistas catalanes hayan recuperado posiciones respecto a Ciudadanos en la Catalunya metropolitana es un hecho positivo. Los socialistas eran la expresión histórica, como lo fue el PSUC, de la cohesión social. De luchar contra el riesgo de que en Catalunya se crearan dos comunidades, dos identidades, impermeables entre sí.

La apuesta unilateral independentista y la reacción que significó Ciudadanos puso en evidencia que, tras cuarenta años de democracia y convivencia, volvía a aparecer el fantasma de la fractura, a partir de la lengua, de los orígenes. El mal está hecho. El retroceso es evidente. Pero la recuperación del PSC ofrece un resquicio de esperanza. Y el nuevo discurso de ERC, liderada desde la cárcel por Oriol Junqueras, también. Los republicanos tendrán la gran responsabilidad de liderar el post Procés, en un contexto español mucho mejor de lo que hubiera podido representar un Gobierno de las tres derechas.

En Comú Podem había ganado las dos últimas elecciones generales. Representaba la posibilidad de un acuerdo Catalunya-España y expresó un sentimiento mayoritario. Esta vez quien mejor ha conectado con este anhelo ha sido ERC. Y el PSC. Aun así, el coraje de Unidas Podemos y en Comú Podem a la hora de buscar soluciones para Catalunya deberá jugar un papel importante en el futuro.

Otra buena noticia del 28-A es que la gran amenaza de Vox ya la podemos medir en cifras. Y es limitada. La ultraderecha siempre ha estado ahí. Como la xenofobia, el racismo, el clasismo, la animadversión a la igualdad y a los avances sociales, el odio como motor político… Tiene raíces profundas en España. Aznar consiguió el espejismo del partido único de la derecha. Pero era eso, un espejismo.

En la historia, los movimientos reaccionarios suceden a épocas de transformación y progreso. Y, sin embargo, la sociedad española ha logrado grandes avances en las libertades individuales y colectivas. Vox ha conseguido poco más de veinte escaños. Es una regresión. Pero ha hecho el papel de vacuna, porque las otras dos derechas siguieron sus planteamientos y lo han pagado caro.

Con la entrada de la ultraderecha en el Congreso, nos preguntamos quién abrió la caja de los truenos. Tenemos cuatro años para responder a la cuestión cada vez que los diputados de Vox expresen el odio en sus intervenciones. Y también para recordar que tenemos que luchar siempre para defender las conquistas democráticas.

La confrontación ha sido la gran derrotada en las elecciones generales y abre un ciclo nuevo a la política que deberá confirmar la próxima jornada electoral (locales, europeas y, en parte autonómicas). El PSOE, con el PSC, y ERC tienen la responsabilidad de aprovechar la oportunidad que han ofrecido las urnas el 28-A.

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Josep Carles Rius és president de la Fundació Periodisme Plural. Va ser degà del Col·legi de Periodistes de Catalunya. És doctor en Comunicació, autor del llibre Periodismo en reconstrucción (UB, 2016) i Periodismo y democracia en la era de las emociones (UB, 2024). Professor de periodisme durant 25 anys a la UAB, ha estat sotsdirector de La Vanguardia i també ha treballat a El Periódico, TVE o Público, entre altres mitjans.

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