Las imágenes de los Mossos apaleando a los manifestantes, con especial intensidad en algunos casos, estos últimos días no han gustado nada a algunos partidos políticos. No han gustado a los Comunes y tampoco han gustado a los suyos, a JxCat. Han hecho un comunicado de apoyo pero pidiendo una investigación que conlleve sanciones a los Mossos, si es necesario. El miércoles por la mañana también nos despertamos con la convocatoria de una reunión urgente al más alto nivel del gobierno, estaba claro que era por eso que fue convocado el consejero de Interior, Miquel Buch.

Ha dado la impresión de que le pedían la cabeza, que sí que se la pedían. No parece el mejor momento para hacerlo en medio de una crisis como la que estamos viviendo. Vale que no es el primer obstáculo de este consejero pero deberían saber que lo primero que no se suele hacer es relevar al responsable de un operativo cuando los resultados no están yendo del todo bien. El Pdecat ya ha dado la instrucción a sus cargos electos y candidatos de no pedir la dimisión del consejero. El ámbito postconvergent no acaba de encontrar la forma de expresarse, por decirlo de una manera suave.

Huelga decir que a buena parte del independentismo tampoco le ha gustado la intervención de los Mossos de estos días. Lo ha criticado Gabriel Rufián de ERC, también la CUP y algún candidato de JxCat.

Miquel Buch ha comparecido en rueda de prensa y dijo que no dimitirá. Que los disturbios y los actos vandálicos son obra de pequeños grupos violentos y que los Mossos lo están haciendo bien. Aunque si se constata que alguno se ha extralimitado, se remitirán a las decisiones que sea necesario. Esto es lo que le piden, que investigue algunas actuaciones. ERC ha hecho un comunicado bastante explícito en este sentido. Quizás sí que buena parte de los incidentes y de actos vandálicos son obra de los que ya lo han hecho otras veces. Recuerdo por ejemplo la imagen de un Starbucks totalmente calcinado al final de una manifestación. Y si es así lo que tienen que hacer es dejarlo claro unos y otros.

Después de la “crisis del gas pimienta” la imagen del consejero de Interior no se ha repuesto y es seguro que sale tocada de esta. De hecho este es un gobierno que no se aguanta porque tampoco gobierna. No toma decisiones de tipo político. Tampoco puede convocar elecciones porque ya estamos en un proceso electoral que no sabemos cómo acabará. Ni si al presidente en funciones le acabará saliendo el “tiro por la culata”.

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Montserrat Melià ha estat redactora de política a la seu de RNE Barcelona, redactora de política al congrés dels diputats a Madrid. Cap d’informatius de RNE-Catalunya i directora de RNE—Catalunya. Actualment col·labora en diversos mitjans. Imparteix tallers al Màster gènere i comunicació de la UAB.

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