Este año se cumplen 5 años de la aprobación de la Ley catalana contra la LGTBIfobia. En un gran número de municipios, las políticas LGTBI se han ubicado en las concejalías y departamentos de igualdad, por lo que se comparten recursos técnicos y económicos con las políticas de género. Pero, ¿qué implica incorporar las políticas LGTBI a las políticas de igualdad? Y, más concretamente, ¿qué supone para los recursos de abordaje de las violencias de género?
Las políticas LGTBI y las políticas de género comparten la misma raíz: ambas tienen el objetivo de erradicar las desigualdades que derivan del sistema binario de género. En el caso de las violencias de género, sabemos que afectan principalmente a las mujeres, pero también las personas con sexualidades o identidades de género no normativas. Si se considera que las desigualdades y violencias que viven las mujeres y las personas LGTBI forman parte del mismo sistema sexo-género y tienen la misma fuente de opresión, ¿cómo se puede articular, desde los diferentes programas y servicios, la lucha contra estas dos desigualdades?
Con el objetivo de profundizar en estas cuestiones, hace dos años, desde el Área de Investigación y Consultoría de la Fundación Surt pusimos en marcha Look Wide, un proyecto de investigación que apuesta por ampliar la mirada sobre las violencias de género y contribuir a desarrollo de una metodología feminista de atención a personas LGTBI.

Como contrapartida, la centralidad del perfil de “mujer maltratada” no permitió tener en cuenta como el fenómeno de la violencia de género afecta a lesbianas, personas trans o hombres gays; incluso otras mujeres heterosexuales que, por edad (adolescentes, jóvenes o mayores), por el tipo de relación con la persona agresora o por otros aspectos (trabajo sexual, consumo de sustancias, salud mental, diversidad funcional, situación administrativa, etc.) , muy a menudo, quedan excluidas de los servicios y recursos, así como de los circuitos de atención existentes. Aunque se ha de valorar positivamente la introducción de nuevos tipos y ámbitos de violencia dentro de la legislación catalana en 2008, en la práctica el diseño de los servicios y las metodologías de abordaje siguen centrados en este perfil.


