Es uno de los mayores clichés que existe, pero hoy parece del todo cierto: las segundas partes nunca fueron buenas. No lo pueden ser cuando la tercera fuerza política del Estado es racista, xenófoba, machista y meridanamente anti-catalana. El PSOE ha vuelto a ganar y volverá a tener la obligación de conformar gobierno. El bloque de la izquierda suma un 43% de los votos totales, el bloque de la derecha un 40%. En este sentido son casi los mismos resultados que en las elecciones anteriores. Es decir, en términos estructurales nada ha cambiado demasiado. Pero hoy, todo parece un poco más gris. Repasemos qué han hecho cada uno de los partidos políticos y lanzamos tres posibles escenarios de cara al futuro.

En la sede de Ferraz no había euforia. El PSOE es la primera fuerza política con unos resultados similares a los anteriores: de 123 a 120 escaños. Pero si el escenario ideal era no tener que depender del apoyo de las fuerzas independentistas, estas siguen siendo necesarios. Si querían presionar a Ciudadanos para que se abstuvieran, esto tampoco será posible, porque Ciudadanos hoy es tan ibérico como el lince, es decir, partido en peligro de extinción. Los planes de Ivan Redondo – el famoso asesor de Sánchez -, no han salido como esperaba. Una victoria amarga.

Ciudadanos ha muerto. De 52 a 10 escaños. De hecho ya estaba muerto antes de que Rivera sacara a un perrito a pasear, en su último intento desesperado de llamar la atención. Pero no había nada que hacer. El error de Rivera fue no darle la presidencia a Sánchez, tal y como reclamaba gran parte de su partido. Rivera, sin embargo, en contra de los intereses del IBEX que le pedían moderación, quería competir por el pastel de la derecha. Pero competir por la derecha contra el partido que lo ha hegemonizado (PP) y VOX en el momento de mayor inestabilidad de la historia democrática española, es complicado. Adiós, Ciudadanos.

La caída fatal de Ciudadanos es inversamente proporcional a los resultados de VOX.

La formación de extrema-derecha se sitúa como tercera fuerza con 52 escaños. Apoyada por el discurso enardecido contra Catalunya y gracias el blanqueamiento que fuerzas políticas – PP y C ‘s con el pacto en Andalucía -, y medios de comunicación le han facilitado, el neofranquismo se posiciona como tercera fuerza en el congreso de los diputados.

Casado estaba en la cuerda floja. En las últimas elecciones obtuvo el peor resultado de su historia, pero la incapacidad de Sánchez de formar gobierno le ha dado una segunda oportunidad. Con 87 escaños ahora cogen aire, pero no tienen una situación sencilla. Sánchez le pedirá sentido de estado, y VOX le pedirá más mano dura.
Unidas Podemos utilizaba como parte de su reclamo de campaña que votar a Más País implicaba tirar votos útiles para la izquierda. Efectivamente, en algunas circunscripciones Más País no ha logrado representación, pero si los mismos votos hubieran ido a Unidas Podemos sí la hubieran obtenido. La hipótesis de que por separado UP y Más País sumarían más se ha demostrado errónea. Con todo esto, Pablo Iglesias se debe estar maldiciendo por no haber aceptado la última oferta de entrar en un gobierno de coalición, porque pasan de 42 a 35 escaños. Ahora, si hay otra oferta, será necesariamente peor. Se verá las caras con Íñigo Errejón en el Congreso, que ha conseguido entrar con tres escaños.
Entrando a los resultados dentro del independentismo: la mayor novedad es, por supuesto, la entrada de la CUP con dos escaños. Está por ver cómo llevarán el bloqueo a las instituciones, pero es innegable que han cumplido el objetivo. ERC, ganadora de las elecciones en Catalunya, ha perdido un par de escaños. Es posible que la entrada de la CUP les haya perjudicado, pero ERC se está convirtiendo en un partido político sólido que aspira a hegemonizar la política catalana. Ellos tendrán la clave si Sánchez decide apostar por un gobierno de izquierdas.

Junts per Catalunya ha mejorado ligeramente sus resultados. El mundo posconvergent, por mucho que se expliciten las peleas internas entre el PDCAT y el sector pro-Puigdemont, son especialistas a la hora de movilizar a su electorado. Ya han dicho por activa y por pasiva que ni votarán a favor ni abstendrán de un gobierno de Sánchez, así que hasta que no se articule el nuevo Parlamento no tendrán mucha relevancia en las negociaciones. Con todo, el independentismo sigue sin llegar al 50% de los votos en Catalunya. Después del 155, del encarcelamiento de los presos, y de la semana del fuego, la suma de los tres partidos sólo obtiene dos diputados más.

Vistos los resultados, hoy, todo parece un poco más complicado que en las últimas elecciones. Sólo hay tres posibles escenarios:

  1. Un gobierno en solitario de Pedro Sánchez con la abstención del PP. Veremos cómo en los próximos días Pedro Sánchez lanzará mensajes a la derecha y a la izquierda. Pedirá a Casado que tenga “sentido de Estado”, y lo hará utilizando el mensaje del constitucionalismo para frenar al independentismo. Pero el PP no tiene demasiados incentivos para hacerlo. Por un lado, por el miedo a que VOX se les tire al cuello tildándolos de antipatriotas. Por el otro, porque viendo lo bien que les a sentado la repetición electoral, considerarán que les puede salir más a cuenta dejar a Pedro Sánchez ahogarse otra vez y esperar que en las siguientes elecciones el bloque de la derecha sume mayoría absoluta .
  1. Gobierno de coalición entre PSOE (120), Podemos (35), Más País (3) ERC (13) y el PNV (7): El llamado “Gobierno Frankenstein” no es la opción deseada de Pedro Sánchez. No lo era la última vez, lo es menos esta. Parecería que el principal problema es ponerse de acuerdo con Iglesias, y, si bien es uno grande, más lo es tener que depender de los votos de ERC. Pero se le acaban las opciones a Sánchez, y parece que esta vez tendrá que sentarse a negociar. También Iglesias, viendo su descenso y la herida que le ha hecho Más País, puede llegar a regalarle la abstención. Hoy saben que quizás no tendrán una tercera oportunidad.
  1. La repetición electoral. Esta vez, en la forma traumática del eterno retorno.

Adivinen cuál es la más probable.

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Llicenciat en Ciències Polítiques (UPF), MSc en European Politics and Policies a la University of London, Birkbeck College i Doctor en Filosofia amb menció Cum Laude (UAB). Co-autor del llibre "Cartha on Making Heimat" (Ed. Park Books). Director del mitjà Catalunya Plural.

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