La globalización del reguetón y el nuevo feminismo no tienen por qué ser incompatibles. Más aun si tenemos en cuenta que el reguetón es un género que, hasta hace poco, era menospreciado por la crítica pese a bailarse en todas las calles latinoamericanas. Lo que quiere decir que lo bailan y lo cantan las clases populares. Y algunas artistas ya se han encargado de hacérselo suyo para empoderarse de la música y el cuerpo. La ecuación se complementa con una crítica abierta al capitalismo que explota a las mujeres más pobres y que tiene en las raperas barcelonesas Tribade un referente desde hace un par de años que traspasa fronteras y moviliza públicos muy diferentes. Su exitosa actuación en el Transmusicales de Rennes, en diciembre pasado, fue prueba de ello.

En el momento en que acaban de anunciar la marcha del grupo de Sombra Alor a partir de este 2020, la misma Sombra Alor, Masiva Lulla y Bittah se disponen a actuar no obstante el 17 de enero en el festival Eurosonic de los Países Bajos donde han sido nominadas como mejor grupo urbano. En la conversación de madrugada en Rennes también con Dj Big Mark, no hablamos de esta separación pero sí de su gira mundial, los diferentes estilos musicales que convergen en un discurso queer, Bad Gyal, Rosalía, la actitud sobre el escenario y su compromiso en las calles de Barcelona en una larga tradición libertaria. Es lo que se escucha en Las desheredadas (Propaganda Pel Fet!, 2019).

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Periodista cultural. Coordinador del web parisbcn.

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