Neus Ballús, Belén Funes y Lucía Alemany son las tres mujeres que este domingo se disputarán el Premio Gaudí a la Mejor Dirección por sus películas El viaje de Marta, La hija de un ladrón y La inocencia – respectivamente. Con ellas, sólo un hombre: Carlos Marques-Marcet, por Los días que vendrán. Una situación anómala si tenemos en cuenta que en ninguna de las ediciones anteriores de los galardones de cine catalán había habido más mujeres que hombres nominadas en esta categoría. Además, en el caso de Funes y Alemany, las películas por las que se las nomina son sus primeros largometrajes; Ballús, en cambio, ya ganó este galardón en 2014 con La Plaga.
Pero no son sólo las directoras las que se abren camino en los Gaudí. A lo largo de las doce ediciones de los galardones catalanes, la presencia femenina ha ido en aumento. Mientras que en 2009, en la primera edición, sólo un 16% del conjunto de las nominaciones fueron para mujeres, este año ya son casi la mitad: un 47%. En cuanto a los premiados, el porcentaje de mujeres ha tenido una evolución más desigual pero todavía ningún año ha habido mayoría de estatuillas con nombres de mujer.
Según la productora Miriam Porté, hablar de los nominados y premiados en los Gaudí es fijarse sólo en la punta del iceberg de este sector. «No es lo mismo mirar las nominaciones que las candidaturas, que son una fotografía más o menos real de la producción del año», dice la productora en referencia a todos los proyectos que se presentan a las diversas categorías de los premios – aproximadamente el 80% de la producción anual catalana – y a partir de los cuales se hacen las nominaciones.
Si se evalúa la distribución por género de las nominaciones con relación a las candidaturas que se habían presentado, Porté afirma que «el ratio de éxito es mucho mejor en mujeres que en hombres; tenemos menos oportunidades pero más éxito». Además, recuerda el esfuerzo extra que deben hacer las mujeres en muchos campos del sector audiovisual sólo por el hecho de hacerlo. «A las directoras les cuesta más poder hacer una película que a los directores», dice la productora.
Pero Miriam Porté, que es también la directora de la asociación de Dones Visuals para la promoción de las mujeres en el sector del audiovisual, destaca que no en todas las categorías las mujeres tienen la misma presencia. Mientras que en aquellas tradicionalmente más feminizadas – como el maquillaje, la peluquería o la dirección artística – las mujeres siguen siendo la mayoría de las nominadas; en categorías más técnicas – como la edición de sonido o los efectos visuales – las cifras todavía son bajas.
Porté destaca especialmente el retroceso que ha habido en el porcentaje de mujeres nominadas por la Dirección de Producción, que este año es sólo del 29%. Por otra parte, hace hincapié en la paridad alcanzada en la categoría de cortometrajes, donde este año se ha nominado a 4 mujeres y 4 hombres por haberlos dirigido. «Esto es muy importante, porque es la puerta de entrada a la industria. Nos muestra que en un futuro podemos esperar que haya más directoras », dice la directora de la asociación.
Este año también se ha alcanzado la paridad de nominaciones en las categorías de Mejor Guión, Mejor Documental, Mejor Montaje, Mejor Fotografía, Mejor Música Original y Mejor Película, por la que 5 mujeres y 5 hombres representan las 4 películas nominadas.
Minúscula presencia femenina en los premios de cine
La situación de paridad en los Premios Gaudí está bien alejada de lo que ocurre en los grandes premios de cine de todo el mundo. Si nos fijamos en los galardones a la Mejor Dirección que se han concedido en los últimos once años – los que hace que se conceden los Premios Gaudí – la situación es desoladora para las mujeres. Kathrin Bigelow, con la película En tierra hostil, ha sido la única mujer que ha ganado un Oscar a la Mejor Dirección en este periodo. Y es que, de hecho, es la única mujer que por el momento ha recibido este galardón en los 90 años que hace que se concede.
Los Premios Bafta, del Reino Unido, y los de San Sebastián y de Cannes también han premiado sólo una directora desde 2009. Sólo la Berlinale de Alemania ha concedido los mismos premios a la Mejor Dirección en mujeres que los Gaudí, con 3 estatuillas de 12 posibles. En el caso de los Globos de Oro, no hay ninguna mujer entre los galardonados con la Mejor Dirección en los últimos once años y, para encontrar una, hay que remontarse a 1983 cuando Barbra Streisand ganó el primer y único de estos galardones concedido a una mujer con la película Yentl.
Por Miriam Porté, la explicación radica en el tipo de producciones que se galardonan a los diferentes festivales. «Los Premios Gaudí son una muestra de lo que se hace en Cataluña, que ahora está en horas bajas con respecto a la producción y los presupuestos de las películas», explica. «Cuanto más grandes son las producciones, menos se confía en que nosotros podamos gestionar el dinero», añade la productora. «De hecho, podríamos estar muy contentas de los datos de los Gaudí, pero habría que ver si la situación sería igual si hubieran otras condiciones en el sector, más parecidas a premios como los Goya», se pregunta Porté.
Otro factor que influye en las nominaciones es quien tiene derecho a voto en estos festivales, lo que ella llama «el club de los chicos». En el caso de los Gaudí, aproximadamente dos tercios de los miembros de la Academia del Cine en Catalán que pueden votar son hombres. «Existen simpatías más o menos conscientes, por una tendencia cultural que no sólo encontramos en el mundo del cine, que hacen que se nomine los amigos – una empatía de género, podríamos decir», explica la productora.
En la gala de entrega de los XII Premios Gaudí, que tendrá lugar este domingo en el auditorio del Fórum de Barcelona, se podrá ver si – por primera vez – las mujeres que recogen estatuillas en los Premios Gaudí superan a sus homólogos masculinos, o si – algo que tampoco ha pasado todavía – es una mujer la premiada con la Mejor Película Europea.
Se puede consultar la metodología i la base de datos en este repositorio de GitHub.


