Después de unos años sin oferta pública, hace cuatro que hay convocatoria de plazas, aunque en algún caso ha sido ridícula. La de este año, que se publicó el 15 de enero, es la cuarta convocatoria, con un total de 5.000 plazas, que junto con las otras convocatorias anteriores (2016 con 300 plazas, 2.017 con 2.000 plazas y 2018 con 5.005 plazas), suman un total de 12.305 de las 18.000 que se habían previsto.

No engañamos a nadie si decimos que, durante estos cuatro años, no hemos constatado ningún interés de la Administración para encarar un proceso de oposiciones que garantizara realmente la estabilización y la consolidación del profesorado interino docente. Es bueno recordar que, desde el último período de oposiciones, en el que se cubrieron hasta 15.000 plazas, la mayor parte de los interinos e interinas y sustitutos y sustitutas que ya estaban prestando servicio dentro del Departamento no habían tenido la oportunidad todavía de poder acceder. Contando personal funcionario interino y sustituto, el colectivo interino representa actualmente el 46% de la plantilla, por lo que consideramos absolutamente perverso el nulo interés de la Administración para cambiar un sistema de oposición anacrónico. Un sistema que no tiene en cuenta los conocimientos adquiridos de la práctica diaria, la experiencia o los servicios prestados dentro del sistema y que, por tanto, puede derivar en un expediente de regulación encubierto (ERE) en la Administración pública.

Este año, la Mesa Sectorial de Negociación fue convocada la última semana del trimestre, dos días antes de irse de vacaciones, a diferencia de años anteriores, en que se habían convocado varios días de negociación desde el mes de octubre. No sabemos cuáles son los motivos ocultos del Departamento de Educación cuando niega una negociación real con los representantes de los trabajadores y trabajadoras, aunque los suponemos: consideran la Mesa Sectorial un simple trámite, un espacio de información y no de negociación. Es indignante que, por el volumen de plazas que se ofrecen, no se destinen más esfuerzos a negociar una convocatoria con suficiente tiempo y las máximas garantías.

De la nueva convocatoria destacamos el hecho de que se repite el modelo de concurso oposición, históricamente denunciado por nuestro sindicato. Siempre hemos dicho que este sistema no garantiza en ningún caso una consolidación mayoritaria del profesorado interino. Por más que el consejero y el Departamento apresuren a hacer ruedas de prensa y a invertir recursos en propaganda, la realidad es que su objetivo final no es la estabilización. Repitiendo un mantra no se cambia la realidad: queremos que demuestren con datos que el sistema propuesto garantiza el trabajo de todas y todos los docentes que hace años y años se dejan la piel por la educación pública de nuestro país.

Vender humo es mantener un modelo de concurso oposición realizando cuatro mejoras estéticas y a continuación asegurar que el objetivo del Departamento es «la estabilización del profesorado y una mejora de la calidad del sistema». No es así: la consolidación del profesorado sólo se puede garantizar implementando las medidas por las que nuestro sindicato ha luchado históricamente: el concurso de méritos y la aplicación del último párrafo del artículo 61.6 del EBEP, tal como refuerza la Moción 89 / XII, aprobada por el Parlamento el 30 de mayo de 2019. Si no mejoran el sistema de acceso, hay un peligro real de que una parte importante del personal interino se quede sin trabajo; en el próximo proceso de adjudicaciones de verano 2020 podemos tener los primeros ejemplos.

Hay que recordar que las personas interinas han sido extensamente evaluadas y han demostrado su valía profesional en diferentes momentos: a lo largo del máster de secundaria, en la prueba inicial de los sustitutos, en el curso de interinos noveles y en el día a día. Consideramos que no tiene ningún sentido que la Administración esté dispuesta a perder ese valor y experiencia dentro del sistema público.

Por otra parte, se siguen endureciendo las pruebas. Así, este año se mantienen las pruebas eliminatorias y se pierde tiempo de defensa de la programación y de la unidad didáctica, ya que pasa de 45 a 35 minutos, de los que se dedican 10 al debate con el tribunal, que es una de las novedades de la convocatoria, por lo que la calificación y valoración del tribunal pasa a ser mucho más subjetiva.

Mientras que la programación y la unidad didáctica están absolutamente detalladas en la convocatoria, siguiendo unos criterios homogéneos y conocidos por todos los y las aspirantes y miembros de los tribunales; en cambio, el debate no está delimitado por la normativa, es decir, se abre la puerta a la subjetividad y la discrecionalidad.

Tenemos muchos ejemplos de desprotección e incluso abuso sobre el colectivo interino, lo más grave es la falta de voluntad para negociar un pacto de estabilidad. En el anterior período de oposiciones que hubo desde 2005 hasta 2011, y concretamente en junio de 2007, USTEC · STES (IAC) firmó un acuerdo de estabilidad del personal docente interino que recogía algunas de las demandas del sindicato, entre otros el hecho de que los servicios prestados fueran un criterio para poder acogerse al pacto, un nombramiento anual para los y las docentes que no obtuvieran vacante, mejoras en la gestión de la bolsa y, sobre todo, un sistema de acceso transitorio y específico de ingreso a la función pública docente. Este pacto mejorar las condiciones laborales del personal interino, pero se dejó de aplicar después de 2011.

El curso pasado, ante nuestra presión e insistencia, a menudo en solitario, presentamos una propuesta técnica de pacto de estabilidad con la intención de iniciar una negociación real para poder llegar a un acuerdo. Ofrecimos la mano y ciertamente esperábamos recibir una respuesta de la Administración que no ha llegado. Si la actual convocatoria de oposiciones hubiera ido acompañada de una negociación y una aplicación de un acuerdo de estabilidad, habría alguna garantía de continuidad laboral durante un tiempo prefijado de los y las docentes que se hubieran acogido, pero el Departamento se ha cerrado en banda.

Sólo en la línea de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y, sobre todo, desde una perspectiva de género, encontramos la única mejora de la normativa actual: la protección que podrán disfrutar las mujeres que estén haciendo lactancia materna o el parte de las cuales se prevea en las fechas próximas al proceso selectivo. A propuesta de la USTEC · STEs, la normativa prevé que se habiliten una serie de procedimientos que creemos que pueden garantizar una mejora en la igualdad de derechos.

En definitiva, nos encontramos ante una nueva convocatoria que no aporta ningún beneficio a la educación pública, básicamente porque se centra en centrifugar la experiencia y el buen hacer del colectivo interino y, con toda probabilidad, la vierte hacia a la inseguridad laboral y el paro. Como sindicato que siempre se ha mantenido firme al lado de este colectivo, USTEC · STEs continuará denunciando las políticas del Departamento y luchando por una consolidación real del profesorado interino.

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