Huelga histórica y prácticamente general en los polígonos industriales de la Petroquímica de Tarragona. Los sindicatos aseguran que, excepto los servicios mínimos, las fábricas e instalaciones están paradas. CCOO de Catalunya considera que el seguimiento del paro es prácticamente del 100% “sin incidentes destacables y con los servicios mínimos entrando a las empresas con normalidad”. Por su parte, Joan Llort, secretario general de UGT en el Camp de Tarragona, afirmaba que inicialmente el paro era del 90% pero hacia las ocho y media era “prácticamente total”.
El paro se ha convocado con el lema: “Por una petroquímica fuerte, más seguridad y menos precariedad”. Los piquetes han funcionado desde primera hora de este 19 de febrero. Además se han cortado las carreteras que habitualmente dan entrada a los polígonos. En las barreras establecidas por los sindicalistas se dejan pasar los trabajadores que tienen servicios mínimos. “Tenemos claro que la seguridad es importante y esto hace que incluso con huelga los servicios esenciales tengan que cumplir estrictamente”, explicaba un huelguista.
La huelga general en el sector petroquímico de Tarragona ha sido convocada por CCOO, UGT, USO, CGT, Intersindical-CSC y otras organizaciones menores. Los motivos son reclamar más seguridad para los trabajadores y la población y contra la precariedad, circunstancia que consideran que estuvo detrás de los últimos accidentes que se han cobrado cuatro vidas y de resultas de los cuales hay todavía 15 personas heridas. El último de los accidentes afectó la empresa IQOXE y se cobró 3 muertos: dos trabajadores y un vecino de la zona que recibió el impacto de una pieza de la factoría siniestrada.
Según la valoración hecha por CCOO de Catalunya, “este es la primera vez que se detiene totalmente el sector petroquímico de Tarragona, es una parada histórica”, afirman. En la petroquímica de Tarragona hay 32 empresas que emplean a unos 12.000 trabajadores y trabajadoras. Este conglomerado aporta el 0,6% del Producto Interior Bruto (PIB) de España.
Los sindicatos CCOO y UGT han puesto toda la carne en el asador para conseguir un éxito en la huelga del sector químico tarraconense. Han realizado asambleas en empresas y entre sus afiliados y simpatizantes. En estos encuentros se han implicado a sus máximos responsables, tanto del ámbito estatal como del catalán. Los secretarios generales, Unai Sordo y José María Álvarez han comprometido a reclamar más seguridad y más estabilidad en el trabajo.
En los piquetes, en los que no se han producido incidentes, se han podido ver el secretario general de CCOO, Javier Pacheco; el responsable de la Federación de Industria, José Antonio Hernández, y los máximos dirigentes tarraconenses, Mercè Puig, secretaria general, y Agustín Martín de la federación de Industria en Tarragona. Igualmente desde UGT han participado el secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros; el secretario general de UGT en el Camp de Tarragona, Joan Llort; y el secretario general de UGT FICA el Camp de Tarragona, Ángel Clua.
Además de la huelga general, el último accidente mortal, de IQOXE, que causó 3 muertos y unos 15 heridos, ha causado una importante inquietud ciudadana. Por ello, hacia las seis y media de la tarde hay convocada una manifestación en el centro de Tarragona. Las asociaciones de vecinos y vecinas de la ciudad y los municipios que tocan a los polígonos industriales se han involucrado a fondo con la organización de autocares en el que piensan que puede ser la manifestación más importante vivida en el territorio.
Los sindicatos vinculan los accidentes con la precariedad que habría llevado la reforma laboral. La utilización de empresas de multiservicio en las que se pueden externalizar servicios hasta entonces esenciales ha supuesto la relajación de la seguridad que históricamente había regido el sector petroquímico.
El ámbito ciudadano, por su parte, vive una crisis de confianza. Muchos ciudadanos no se fían de los planes oficiales de seguridad del sector químico. Afirman que la industria es necesaria pero muchos no están dispuestos a arriesgar la vida.
