Las trabajadoras y los trabajadores que no han llegado a acuerdos para hacer teletrabajo o que no pueden trabajar desde casa sufren en Catalunya una extraña situación. Por un lado, la Generalitat emite mensajes alentando el confinamiento de todos los operarios que no sean imprescindibles para el funcionamiento de la sociedad y por el otro, el Gobierno central, que ha tomado todo el poder en sus manos, no ha dicho nada sobre quién debe quedarse en casa y quién no. Esto produce importantes choques en las empresas.

El miedo a ser contagiado del coronavirus se suma, para los trabajadores, al miedo de perder su trabajo. Esto hace que aquellas empresas en las que se mantiene la actividad y no hay suficientes medidas sanitarias se produzcan tensiones.

Protestas en Amazon del Prat

En el almacén de la multinacional norteamericana Amazon de El Prat se detectó el sábado un caso de coronavirus. Este lunes muchos de los 3000 trabajadores no querían comenzar su trabajo si no se hacía una limpieza a las instalaciones. Otros reclamaban el cierre del almacén. La empresa emitió un comunicado en el que mostraba su preocupación por la integridad de sus trabajadores pero mantuvo su actividad. Comisiones Obreras ha querido que Inspección de Trabajo interviniera, pero se ha limitado a comunicarlo porque actualmente la oficina de intervenciones de urgencia está cerrada y sólo se pueden presentar denuncias por vía digital. “Anteponen el beneficio económico a la salud de los trabajadores”, replicó el sindicato CCOO.

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La mañana del lunes se ha producido en el almacén de Amazon del Prat una nueva situación tensa cuando los trabajadores han visto que acudían a trabajar muchas personas contratadas a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Estas contrataciones tienen su base en el importante incremento de la demanda del comercio electrónico debido al cierre de los establecimientos que no son de primera necesidad. La patronal de empresas logísticas UNO afirmó que la demanda ha aumentado un 12,5%.

Equipos de apoyo

Los sectores de la sanidad, pública y privada, y de la dependencia son los que han vivido con más tensión el inicio de la quincena de estado de alarma. La queja es la falta de material que permita hacer el trabajo en condiciones que impidan ser contagiados por Covid-19. En el ámbito de la geriatría el problema es que muchas empresas han enviado a las y los trabajadores a casa sin aclarar si cobrarán o no el tiempo que estarán sin trabajar, han explicado fuentes de CCOO, que ha puesto en marcha un mecanismo de seguimiento e intervención de las situaciones laborales producidas por la pandemia.

Los sindicatos mayoritarios han puesto en funcionamiento equipos de apoyo a los comités de empresa, además de mecanismos de información vía internet que todas las trabajadoras y los trabajadores puedan hacer valer sus derechos.

Aunque no tienen datos oficiales, desde CCOO temen que pronto recibirán una avalancha de solicitudes de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Sólo en el ámbito de la hostelería en Cataluña ha anunciado unos 50 casos de cierre. Entre estos destaca el de la cadena de hamburgueserías Burger King, que ha manifestado que cierra todos sus restaurantes y para el reparto a domicilio, realizando un ERTE que afectará a más de 14.000 personas en todo el Estado español.

Sin protección

Otro de los sectores en el que los sindicalistas afirman que hay más problemas es el de los contact center. En las instalaciones de estas empresas trabajan muchas personas apiladas en unos espacios reducidos. Según CCOO, en muchas empresas no se ha facilitado a las trabajadoras y trabajadores mascarillas que preserven su salud. Por este motivo se han producido quejas de los comités de salud laboral de las empresas. El sindicato afirma que si no hay un cambio de actitud por parte de las direcciones de las compañías, deberán “tomar cartas en el asunto” y recuerdan que la normativa de salud laboral permite que se detenga la producción de una empresa si se considera que no se garantiza la salud y la integridad de los trabajadores.

En Correos también se han vivido momentos de tensión porque los trabajadores se han negado a hacer su trabajo sin equipos de protección adecuados. CCOO y UGT han acusado a la empresa estatal de poner el negocio por delante de la seguridad de su plantilla en imponer, sin negociar con los representantes de los trabajadores, actividades innecesarias, con exposición y riesgo excesivos y, por extensión, de la ciudadanía, a la actual situación excepcional causada por el coronavirus.

La falta de protecciones para el trabajo ha causado otra parada en la empresa Esgos Orona, de Riudellots de la Selva. Los trabajadores se han negado a hacer su trabajo porque afirman que la dirección de la compañía no les ha proporcionado equipos de protección individuales como mascarillas y gel desinfectante. En declaraciones a Catalunya Informació de Girona han argumentado su protesta debido a que han de operar en recintos como los ascensores que pueden estar contaminados, lo que pondría en peligro su salud y la de sus familiares.

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