Esta crisis sanitaria sin precedentes, en la que todos estamos inmersos, nos llega en el peor momento. Los medios de información impresos y digitales y, en nuestro caso, la prensa de proximidad, que es el gran colectivo que representa a AMIC con 420 cabeceras, viene de unos años en los que estamos sufriendo la transformación de nuestro negocio, haciendo muchos sacrificios, invirtiendo en nuevos modelos, buscando respuestas difíciles a un futuro incierto.
No hay duda de que somos un verdadero servicio público para la ciudadanía, nuestras comunidades. Siempre hemos dicho que nuestra riqueza radica en la diversidad y la proximidad. Las ciudadanas y ciudadanos necesitan saber, ahora más que nunca (y los datos de audiencia así lo demuestran) qué pasa cerca de éllos, con información contrastada, veraz y elaborada por profesionales que saben hacer su trabajo, y que conocen de primera mano la realidad. Lo saben los ciudadanos y lo saben los colectivos, las entidades sociales, deportivas y culturales, lo sabe el comercio y las empresas de servicios de proximidad, lo saben los Ayuntamientos y las Instituciones.
Pero se nos presenta un gran callejón sin salida: somos imprescindibles como instrumento para que los ciudadanos y ciudadanas de este país disfruten del derecho de la información, se sientan acompañados y arraigados a una comunidad que no les deja solos, que les explica lo que pasa. Y nosotros, tenemos el deber y la obligación de no parar, de doblar los esfuerzos como lo estamos haciendo con nuestras redacciones trabajando desde casa, poniéndonos al servicio de las autoridades sanitarias, de las instituciones y de las empresas de servicios.
Pero por otro lado, la economía, el motor que genera recursos, se ha detenido y para nosotros del todo. Los ingresos de publicidad, que es de lo que vivimos, han caído drásticamente de un día para otro.
Tenemos el deber y la obligación de no parar, de doblar los esfuerzos. Pero la economía se ha detenido y por nosotros del todo. Los ingresos de publicidad de los que vivimos han caído el drásticamente de un día para otro
Ante este panorama, el sector reclama lo siguiente, con carácter de urgencia, a fin de mantener el servicio a la comunidad
- De cara a pedir ayudas se nos ha de considerar un sector básico y estratégico, como reconoce la ley, afectado de lleno por esta crisis sanitaria del Covidi-19, ya que nosotros tenemos que seguir trabajando sin ingresos
- Suspender de forma inminente el pago de impuestos y cotizaciones de la Seguridad Social para empresas y autónomos
- Agilizar los trámites de los ERTE por causa mayor, sin interpretaciones ni restricciones, para garantizar unos servicios mínimos
- Moratoria en el pago de créditos, sobre todo en el retorno de capital; créditos de bancos con garantías públicas, agilizar la tramitación y concesión y relajar sus parámetros de riesgo
- Ayudas a la reactivación de la actividad para cuando se inicie la recuperación y acelerar el pago de subvenciones concedidas y campañas publicitarias institucionales, y para este año, ampliar los importes de las ayudas y agilizar los trámites para las ayudas estructurales del 2019 y abrir los de proyectos.
Reclamamos que las administraciones, tanto ayuntamientos como Generalitat, diputaciones, consejos comarcales y organismos públicos, utilicen los medios de información como vehículo de comunicación y publicidad, incrementando las inserciones que ayuden a paliar la falta y caída de publicidad privada. Esto por otra parte, será una prueba de su compromiso. Porque el bienestar de una democracia de calidad, se basa en el derecho a la información libre y plural.
Esta es una editorial de AMIC (Associació de Mitjans d’Informació i Comunicació) al que la Fundació Periodisme Plural apoya a través de todos sus medios


