El acuerdo del gobierno sobre la paralización de toda la actividad económica presencial no esencial entre hoy y mañana afecta a casi cuatro millones de trabajadores en España. La medida, que permite ampliar el confinamiento y restringir más la movilidad, fue anunciada el sábado, ratificada el domingo en el Consejo de Ministros y publicada a la medianoche en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Los cerca de 3,7 millones de trabajadores a los que ha afectado el cambio representan aproximadamente una quinta parte de los 20 millones de ocupados que hay en España, según los cálculos de este medio a partir de los datos de empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE) y las actividades descritas como esenciales al Real Decreto-ley 10/2020. Estos cálculos se han hecho a partir de la distribución de sectores laborales definida en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) con tres dígitos y, por lo tanto, en algunos casos puede englobar dentro de un mismo grupo de actividades a trabajadores con casuísticas diferentes.

Se trata principalmente de trabajadores de la construcción, la industria y los servicios que, a pesar de formar parte de sectores que no son necesarios para garantizar los servicios básicos a la ciudadanía, se había permitido que trabajaran las dos primeras semanas del decreto de estado de alarma.

Las actividades que habían sido paralizadas desde el inicio del decreto de estado de alarma, hace dos semanas, ya supusieron que 2 millones y medio de trabajadores se quedaran en casa (un 13% del total español). Eran los trabajadores de comercios de productos no esenciales, del sector de la restauración y de eventos e instalaciones deportivas y culturales.

La construcción, tanto en las obras de edificios como en tareas de ingeniería civil, ocupa casi 1,3 millones de personas que, hasta hoy, estaban autorizadas a desplazarse para trabajar. La semana pasada, el Ayuntamiento de Barcelona ya anunció la paralización de las obras públicas que tenían en marcha. El viernes se añadió la Generalitat, que por acuerdo de gobierno asumió los gastos salariales y de alquiler de material para que los contratistas detuvieran las 20 obras públicas que aún estaban en marcha (17 ya se habían paralizado voluntariamente). En el resto de obras – tanto públicas como privadas – se seguía trabajando si así lo decidía la empresa constructora, pero a partir de hoy ya se han de paralizar.

En la industria hay aproximadamente 2,5 millones de ocupados, pero un millón de estos trabajan en fábricas que no producen directamente para frenar la pandemia ni para garantizar suministros básicos, por ejemplo la metalurgia o la industria del motor. La medida anunciada por el gobierno central no incluye estos trabajadores entre los esenciales.

Además, hay otro medio millón de ocupados en sectores industriales que incluyen servicios esenciales pero que no lo son del todo. Por ejemplo, la parte de la industria textil destinada a producir ropa laboral y bases de tejidos todavía está autorizada a trabajar, pero no el resto de la industria textil y del calzado. Como no se dispone de datos de empleo más desglosadas, no se ha podido determinar cuántos trabajadores de estos sectores tendrán que dejar de ir a trabajar.

Por último, a partir de hoy dejan de trabajar un millón de ocupados en el sector de los servicios. Son sobre todo trabajadoras del hogar, pero también jardineros y trabajadores de call centros, entre otros.

Un 40% de los trabajadores están ocupados en servicios esenciales

Siete millones y medio de trabajadores empleados, un 40% de la fuerza laboral española, trabajan en los que se han definido como servicios esenciales. Dentro de este grupo encontraríamos la sanidad y la asistencia sociosanitaria (que ocupa 1,7 millones de personas); el comercio de alimentación, farmacias y gasolineras, entre otros (que ocupan 1,6 millones); servicios como la limpieza, el orden público, la defensa, la lavandería y las funerarias (que ocupan 1,3 millones); y los relacionados con el suministro de energía, la gestión del agua y de los residuos (200.000 empleados).

También son considerados esenciales otros sectores que garantizan el funcionamiento de las actividades anteriormente descritas. Por ejemplo, el sector primario (donde trabajan casi 800.000 personas); las industrias que producen para sectores esenciales como la de la alimentación, la química y la farmacéutica (que engloba 1 millón de trabajadores); y el transporte de mercancías y de pasajeros (850.000 empleados), para garantizar que los trabajadores esenciales lleguen a su lugar de trabajo.

El teletrabajo como alternativa

Hasta ahora ya se contemplaban unos 5 millones de trabajadores que podrían estar haciendo teletrabajo, aunque hasta ahora esta decisión dependía de cada empresa. Se trata, por ejemplo, de parte de los trabajadores de la administración pública, las finanzas, la publicidad o la asesoría. A partir de hoy ninguno de estos trabajadores podrá desplazarse para trabajar.

Dentro de este grupo también se incluyen los 1,4 millones de trabajadores de la educación que, fruto del cierre de los centros educativos el viernes 13 de marzo, dejaron de moverse para trabajar y comenzaron a practicar, en la medida de lo posible, el teletrabajo.

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