Ni siquiera pudo ver el vídeo. La dureza de las imágenes le impedían dar play al corto que corrió por redes sociales y mensajería instantánea como la pólvora. El asesinato de George Floyd a manos de un agente de la policía americana, su cuello contra el pavimento, estremeció a la comunidad negra, afrodescendiente y racializada americana. Pero la rabia llegó rápidamente al otro lado del charco. Así lo sintió Jennifer Molina. 

“Conozco a muchas personas negras que no lo han podido ver. Estuvimos muy tristes en el primer día, con mucho bajón. Pero esa rabia y esa tristeza han generado un movimiento”, explica Molina, que convirtió, pasadas las horas, la indignación en acción. 

Estos días no para de recibir llamadas de medios. No por su profesión, es periodista, sino porque es portavoz en Catalunya de la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España (CNAAE), entidad neonata que ha hecho de las consternación al ver el sufrimiento de Floyd, una organización antirracista transversal. La asociación ha convocado su primera manifestación este domingo en una decena de ciudades: “Por la memoria de George Floyd, por las vidas negras y contra el racismo”, afirman.

El objetivo de CNAAE es recordar que la violencia policial, así como otras muchas formas de violencia institucional y también discriminaciones raciales en el ámbito laboral o educativo, no son una cuestión única de Estados Unidos. “La lucha contra el racismo institucional y social anti-negro no es una cuestión exclusiva de Estados Unidos”, cuenta un comunicado de la organización. La afirmación la comparten diversas entidades sociales, que destacan que la discriminación institucional es una realidad extendida en Catalunya.

Violencia policial en Catalunya

Desde CNAAE recuerdan estos días la muerte en Madrid hace dos años del mantero Mame Mbaye. La denuncia la acerca a tierras catalanas el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona: en poco menos de dos meses se cumplirán cinco años de la muerte de Mor Sylla bajo custodia policial en Salou. Un hecho que dio lugar a la creación de la asociación mantera. “El racismo institucional existe en todos lados. Pasa a menudo”, comparte Aziz Faye, uno de los portavoces de dicho sindicato y que recuerda que no hace ni un año un mantero cayó desplomado en Plaza Catalunya tras una intervención policial. “El próximo puede ser cualquiera”, acompaña. 

El caso de Mor Sylla es uno de los muchos por los que ha batallado SOS Racisme Catalunya desde la creación de su servicio de atención y denuncia en 1992, el SAiD. El caso de Mor Sylla se archivó por la vía penal y ahora desde la entidad trabajan desde el contencioso administrativo por la reparación patrimonial a la familia por la responsabilidad de la administración pública. 

En los últimos diez años, destaca la coordinadora del SAiD, Alicia Rodríguez, la tipología con más nombre de casos recogidos ha sido la de abusos y agresiones de miembros de seguridad pública contra personas racializadas.

El vendedor ambulante, inconsciente en el suelo de plaza Catalunya, tras una agresión policial

Trabas institucionales

No son los únicos datos que reflejan que la violencia institucional tiene como protagonistas a personas negras, afrodescendientes, migrantes o racializadas. Desde la apertura en 2016 del Saidavi (Servicio de atención y denuncia ante situaciones de violencia institucional), la entidad Irídia ha representado 74 casos de vulneración de derechos por parte de instituciones. 32 de ellos eran hacia personas migrantes o racializadas. Un 43% del total. “Eso pone de manifiesto que el racismo institucional toma forma de violencia policial y legal”, concluye el abogado y miembro de Irídia, Andrés García Berrio. 

“Hay una pluralidad de situaciones de violencia policial no legal, violencia institucional, que van desde el uso de la fuerza en contexto de espacio público, como con el colectivo de manteros, de manera desproporcionada y completamente ilegal. También casos de malos tratos en prisión donde se generan expresiones racistas y agresiones físicas. O casos en comisaría, donde se han producido agresiones fuertes”, explica Andrés García Berrio.

“El racismo hace que la administración de justícia sea un campo minado para algunas personas”, destacaba en entrevista para Catalunya Plural el ex abogado de Sos Racisme, Josep Granados. Desde 1992, Sos Racisme sólo ha conseguido tres condenas a policías, aunque ha habido “casos graves”, comenta Alicia Rodríguez. “El sistema le otorga presunción de veracidad a la autoridad”, zanja. 

Unidad y autorepresentación

La CNNAE destaca que no solo se trata de violencia policial e institucional, sino que la discriminación se extiende a muchos más ámbitos, como el trabajo o la educación. Es por ello que –dicen– “es más importante que nunca la unidad”. 

“Es algo histórico. Esta es una asociación muy grande que agrupa a afrodescendientes, africanos de toda España, fruto de luchas que ha habido en el pasado. Viene del trabajo hecho en España por muchas personas antirracistas. La organización general del movimiento antirracista estará mejor ahora, y lo liderarán personas negras”, dice Jennifer Molina. “Pequeñas acciones como las del Sindicato desde la muerte de Mor Sylla se han extendido. Pero todos esos colectivos tienen que ser uno. No solo hay que reivindicar, la forma de luchar tiene que demostrar que esto no es una guerra, sino una nueva forma de vivir. Una acción positiva”, acompaña Aziz Faye.

Este domingo, personas negras, afrodescendientes, racializadas o migrantes saldrán a la calle para alertar que las situaciones de vulnerabilidad y discriminación que han colapsado las redes sociales estos días no son únicas de Estados Unidos. Y para sembrar una semilla de impulso antirracista que cree nuevos referentes para los que vendrán. “El nacimiento de una asociación como la nuestra es importante para que los que son muy jóvenes o los que nazcan ahora, tengan más referentes. Referentes que en España no hemos tenido los que tenemos poco más de 30 años”, explica Molina. Aziz Faye, de su quinta, está de acuerdo: “Nuestra lucha tiene que ser pacífica e inteligente. Convertir esa rabia en cambio y humanidad. Estamos a tiempo. Si no estamos con los oprimidos, seremos opresores”.

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