El mundo ha puesto los ojos sobre el desarrollo de una vacuna contra el virus del covid-19, una enfermedad que se ha multiplicado epicentros a escala mundial y que, hasta la primera semana de junio, ya ha cobrado la vida de más de 395 mil personas, según datos de la Universidad John Hopkins. Sin embargo, la crisis sanitaria global del covid-19 ha obligado a varios países a interrumpir sus programas de vacunación contra otras enfermedades.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, Unicef y GAVI, 80 millones de menores de un año, de al menos 68 países, podrían contagiarse de enfermedades prevenibles con vacunas. Las razones serían múltiples: restricción de movilidad, falta de equipos de protección de trabajadores de la salud, falta de información o temor al contagio del covid-19.

El mantenimiento de los programas de vacunación a nivel mundial y el acceso a una futura vacuna contra el covid-19 convocó a líderes mundiales, organizaciones de salud, fundaciones filantrópicas y corporaciones de todo el mundo. El pasado 4 de julio en Londres, se desarrolló la Cumbre Mundial sobre Vacunas, organizada por GAVI y el gobierno de Reino Unido.

En la cita se anunció la recaudación de 8,8 mil millones de dólares (alrededor de 8 mil millones de euros) de gobiernos, fundaciones, corporaciones y organizaciones para inmunizar a 300 millones de niños y apoyar la lucha global contra COVID-19. Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, lideró la cumbre que se desarrolló de forma telemática y calificó la lucha contra las enfermedades como “el mayor esfuerzo compartido de nuestra vida”.

España es uno de los 32 gobiernos que financia esta iniciativa. El presidente Pedro Sánchez, saludó los esfuerzos de GAVI y el gobierno británico y manifestó el compromiso del país por generar accesibilidad a las vacunas. Anunció la donación de 50 millones de euros para este esfuerzo global y pidió, particularmente, que se incrementen esfuerzos en América Latina, en donde, dijo, existen los índices de desigualdad más grandes del mundo y “GAVI puede desempeñar una labor crucial”.

Otra de los planteamientos de la cumbre fue asegurar la articulación del sector privado con la iniciativa. En este sentido, se creo el Compromiso Avanzado de Mercado para las Vacunas COVID-19 (Covax AMC), un mecanismo global que busca asegurar la producción necesaria de una futura vacuna contra el Covid-19. Para ello se propuso la generación de un fondo de 2 mil millones de dólares que permita un acceso equitativo de países de diversas escalas económicas, para inmunizar a grupos más vulnerables como trabajadores de la salud, así como a las personas de alto riesgo. El fondo ya cuenta con 567 millones de 12 donantes.

No obstante, organizaciones como Médicos Sin Fronteras, en un comunicado, piden que la iniciativa vaya más allá y se contemple la fijación de precios justos con las empresas farmacéuticas. La organización argumenta que no hay garantía alguna de se vayan a cobrar precios asequibles.

“Aunque es alentador que muchos líderes mundiales hayan afirmado que las futuras vacunas serán bienes públicos globales, existe una preocupación real acerca de los intereses nacionalistas de cada uno, ya que esto podría generar una lucha para ver quién puede comprarlas primero. Los Gobiernos y GAVI deben adherirse a un sistema de asignación global transparente y objetivo que, como mínimo, priorice el acceso a las vacunas para los trabajadores de la salud que están en primera línea y para las personas con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave en todo el mundo.”, sostienen Médicos Sin Fronteras.

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