La muerte es una experiencia. A veces aparece de una manera progresiva, en otros casos de manera inesperada, pero anunciada o sorprendente, siempre llega a tiempo. Pau Donés era consciente de que el cáncer lo mataría, pero afrontó la vida sin miedo mientras se aferraba a ella. El artista, que llevó el sonido de Jarabe de Palo a lo alto de las listas de éxito, sabía que se iba y reapareció a finales de mayo, después de dos años de retiro, con la canción Eso que tú me das. “Eso que tú me das es mucho más de lo que te he pedido”, dice el estribillo de esta canción luminosa, vitalista y optimista que queda ahora como testamento musical.

Nacido en 1966 en Montanuy, un pueblo de Pirineo aragonés, y criado en Barcelona, ​​Pau Donés comenzó su carrera musical con sólo 12 años, cuando su madre le regaló una guitarra eléctrica. A los 15 años, con su hermano Marc, que tocaba la batería, formó su primer grupo, J. & Co. Band, y más tarde, Dentaduras Postizas. Publicista de profesión, compaginaba su trabajo en una agencia de publicidad con conciertos en locales de la ciudad condal. En 1996, una marca de tabaco utilizó su tema ‘La Flaca’ para una campaña publicitaria. El lanzó a la fama en la década de los 90 y con Jarabe de Palo recorrió casi todo el mundo en 25 años, ganó un Grammy Latino y varios Ondas.

Vocalista, compositor y guitarrista, fue durante mucho tiempo el cantante de ‘La Flaca’, ‘Grita’, ‘Bonito’ o ‘Depende’, canciones con mensajes claros, vueltas cortas y repetitivas. Pero su carrera fue mucho más que todo eso. Ejemplo de positividad y energía, aunque su mirada transmitía el sufrimiento que padecía de una batalla que comenzó en 2015 y que entregó por fases. “Ahora que cada suspiro es un soplo de vida robada a la muerte. A nada le tengo miedo Porque a nada le tengo fe” , cantaba dos años después en ‘Humo’, su canción más dura.

Era la víspera del Día Mundial contra el Cáncer y estrenaba la canción que lleva una camiseta con la fecha de su nacimiento (11-10-1966). Donés hacía frente a un nuevo tumor en la membrana que cubre el interior del abdomen. El artista sufría otro gran bache en la vida. El primero le llegó demasiado joven. Apenas cumplidos los 16 años, su madre se suicidó. “La tragedia me ha servido de aprendizaje vital”, explicaba en las entrevistas. La batalla contra el cáncer le obligó en octubre de 2018 a dejar la música de manera indefinida y centrarse en su salud. Meses antes había publicado su autobiografía ’50 palos:…y sigo soñando’.

La vida es una y ahora: vivámosla. Vive el momento, no pensando en el futuro. Y no tengamos miedo. Lo que tenga que ser, será. El tiempo que estemos aquí, disfrutémoslo”. Unas palabras de ánimo que cobraron especial importancia cuando se retiró de manera temporal para aprovechar el tiempo perdido con su hija de 16 años. Cantó a la vida hasta el final y reapareció por sorpresa en pleno confinamiento en el balcón de su casa de Barcelona. Desde allí agradecía a los sanitarios el esfuerzo realizado y para enunciar el regreso de Jarabe de Palo con ‘Vuelvo’, un nuevo tema compuesto en casa con una guitarra.

Vuelvo hoy mientras el cuerpo aguante, vuelvo hoy por mi gente, vuelvo y aquí pienso quedarme para siempre. Vuelvo porque de nuevo la música a mi cabeza ha vuelto”. Y volvió hasta que le ha tocado marchar a los 53 años. Pau Donés ha escrito sus últimas notas, lleno de fuerza y esperanza, pero sin falsos espejismos ni consuelos. La muerte es inevitable y puede ocurrir de mil maneras, pero en lo que nunca se ha de convertir es en una muerte sin sentido. Nos deja una gran lección de vida: “Vivir es urgente”.

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