Cientos de trabajadoras y trabajadores de la limpieza en el ámbito sanitario se concentraron la semana pasada a las puertas de los establecimientos donde prestan servicio para protestar porque la Generalitat no les ha tenido en cuenta a la hora de reconocer una compensación económica, como ha hecho en otros grupos laborales. Los operarios de la limpieza en la sanidad fueron calificados de personal esencial en el punto álgido de la pandemia pero han quedado excluidos de reconocimiento oficial y también económico.

Eloísa Valenzuela es la secretaria del sector de limpieza de la UGT de Catalunya. Afirma que las concentraciones van más allá de una protesta puntual: «estamos en un proceso que tendrá más recorrido», afirma. Lo hace recordando que entre los trabajadores de la limpieza que prestan su servicio a la sanidad, unas 3.000 personas aproximadamente, la mayoría mujeres, el porcentaje de infecciones llegó al 30%, curiosamente una tasa muy similar a la de trabajadores sanitarios. Pero, afirma también que en la lucha contra la pandemia han trabajado en primera fila muchas más personas en el ámbito de la limpieza: “casi nadie habla de ello pero hay que recordar a las trabajadoras y trabajadores del Centros de Atención Primaria (CAP) y especialmente las personas que han hecho la limpieza en las residencias de la tercera edad, eso nos situaría en un número mucho más alto del que se habla ahora”, asegura.

Protesta y servicio

Por estos motivos, UGT y CCOO han llamado a concentrarse a  los trabajadores y trabajadoras de la limpieza que prestan su servicio en los establecimientos sanitarios. Lo han hecho aprovechando el tiempo que tienen para hacer el bocadillo por las mañanas porque no han querido aflojar la tensión, que continúan manteniendo para hacer que los puntos de atención al público de la sanidad sean seguros.

Las concentraciones han sido especialmente vistosas en las puertas de los hospitales y CAP para reivindicar y exigir el pago, a las personas que hacen la limpieza, de la gratificación anunciada para el personal sanitario y sociosanitario, y para solicitar el abono del plus de peligrosidad establecido en el convenio colectivo de la limpieza ante las habituales situaciones de riesgo y peligrosidad que sufre el colectivo.

Eloísa Valenzuela explicaba que “ahora nadie habla, pero ni los médicos entraban en las cámaras de hospital si antes no habían pasado las mujeres de la limpieza a garantizar la seguridad contra la Covid. Hicieron doblar turnos porque las limpiadoras eran personal esencial, pero ahora ya se han olvidado de eso”.

A todo ello se suma la larga lucha que en algunos casos se ha entregado porque, al inicio de la crisis, muchas trabajadoras no tenían equipos de protección individual que les permitiera operar minimizando el riesgo.

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