En los próximos días los centros educativos recibirán tres tipos de documentos, según dijo esta mañana el conseller de Educación, Josep Bargalló. “El primero sobre los criterios pedagógicos para el próximo curso, el segundo sobre indicaciones organizativas y la dotación final de personal en cada centro, y el tercero sobre criterios sanitarios, qué tipo de mascarilla, cuándo se debe usar, cuándo y cómo se deben lavar las herramientas…”. Con toda esta información, cada centro deberá elaborar sus planes de organización y apertura para el curso 2020/21 y tenerlo listo antes del 23 de julio, la fecha que el conseller ha fijado para tener los planes de todos y cada uno de los centros.
“En septiembre todos los centros educativos abrirán con normalidad y con todas las garantías de seguridad”, ha explicado el vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonés, quien ha cifrado el “gasto extraordinario” para hacer frente a la emergencia educativa en 370 millones de euros. De estos, 233 millones se destinarán a la contratación de personal docente y no docente, que Aragonés ha cifrado en “un mínimo de 5.000 profesionales”, mientras que 103 millones serán para un plan de educación digital y 33 para un plan de mejora de necesidades educativas. Este dinero se añade al incremento presupuestario del Departament d’Educació en los presupuestos aprobados el pasado mes de abril.
Según fuentes sindicales, con 233 millones de euros se pueden contratar más profesionales de los 5.000 anunciados por Aragonés, pero difícilmente se llegaría a la cifra de los 8.000 que dio hace unas semanas la consellera portavoz, Meritxell Budó, y que los sindicatos ya consideran muy insuficiente. Curiosamente, el propio presidente Torra, en declaraciones a los medios mientras hacía una visita, ha elevado estas cifras, y ha hablado de una inversión de 450 millones y la contratación de entre 6.000 y 10.000 profesionales.
Grupos de convivencia estable
Como ya explicó hace unos días este diario, la clave será la creación de “grupos de convivencia estable” en cada centro, que tengan el mínimo contacto posible, y si puede ser ninguno, con el resto de grupos, a fin de que si hay un caso positivo se pueda actuar con celeridad, con una cuarentena de dos semanas para aquel grupo o nivel educativo. En caso de que aparecieran positivos en más de un nivel se deberían aplicar medidas más drásticas. Lo que no se ha concretado es su dimensión.
En estas “segundas familias del alumno”, según definición del conseller Bargalló, se podrá actuar como con las primeras: no harán falta ni mascarillas ni distancia de seguridad, y esto incluye a todo el alumnado y el profesorado más habitual de aquel grupo. Pero luego cada centro deberá velar para que estos grupos no se mezclen con otros, lo que implica una reorganización, aún por determinar, de las entradas y salidas y los tiempos de recreo y comedor (sobre los que todavía no se ha hablado). El profesorado estable “no será de menos de 2 en la primaria ni menos de 5 en secundaria”, comentó el conseller, con una fórmula, según admitió, deliberadamente ambigua.
Lo que no queda claro es si los grupos estables implicarán un descenso de las ratios, ya que esto será según organice cada centro sus recursos. Lo único que ha asegurado el conseller es que “no habrá incrementos de ratios”. A parte, también ha afirmado que en prácticamente todos los centros se podrán encontrar los espacios necesarios para su reorganización. “Tal vez en algún momento habrá que usar un espacio fuera del centro, pero será muy extraordinario, y en la mayor parte de municipios será innecesario”, dijo Bargalló, quien ha agradecido la predisposición de los ayuntamientos a aportar espacios. También en este punto el criterio ha variado bastante en pocas semanas, ya que el conseller incluso llegó a pedir la colaboración de la iniciativa privada para encontrar nuevos espacios.
En el resto de espacios de los centros, como la sala de profesores, será necesario mantener los hábitos higiénicos y de prevención que en el resto de actividades cotidianas. Por lo tanto, se entiende que la mascarilla y la distancia de seguridad sí será obligatoria fuera de las aulas donde se encuentre cada grupo estable.
Sustituciones desde el primer día
Tampoco ha habido demasiadas concreciones alrededor de otro aspecto que preocupa al profesorado, como es qué tendrán que hacer los docentes que se incluyen en los grupos de riesgo, bien sea por edad o por situaciones médicas, y que este mes de junio tenían prohibido ejercer la docencia. Sobre este punto, el conseller ha evitado poner una cifra a este colectivo, dado que, según ha dicho, los criterios de las autoridades sanitarias van cambiando, y la situación que ahora es considerada de riesgo puede no serlo en septiembre. Al respecto, lo único que ha afirmado Bargalló es que “todas las bajas se cubrirán desde el primer día con los sustitutos de la bolsa”, y no con este “mínimo de 5.000” nuevos profesionales a contratar en septiembre, a los que se han de añadir, subrayó, los 700 nuevos docentes que ya estaban previstos en los nuevos presupuestos.
Todo lo que hace referencia a protocolos de actuación en caso de detección de un caso positivo, o sobre cuántas veces al día hay que limpiar los aseos, o sobre si los alumnos deberán comer en su aula, hay que empezarlos a trabajar a partir de ahora, con los comités de prevención de riesgos laborales, es decir, con los sindicatos, para después trasladarlo al Procicat. Será, seguramente, lo último que se sabrá.
Plan de Educación Digital y posibles rebrotes
En cuanto al Plan de Educación Digital de Catalunya, que se considera urgente ya que no se descarta que a lo largo del curso pueda haber la necesidad de confinar un barrio o un municipio, la inversión pasa por varias vías de actuación, como es la transformación tecnológica de los centros (hay unos 1.200 que necesitan mejoras urgentes de conectividad y equipación), además de asegurar “la conectividad constante de los alumnos más vulnerables, que hemos estimado en 140.000 de todos los niveles educativos”. Este plan ya estaba previsto: se debía desplegar en 5 cursos pero se hará en 3, e incluye también dispositivos “para todos los alumnos a partir de 3º de ESO, bachillerato y FP, dispositivos para el profesorado y formación para docentes y profesorado “.
Con todo, el escenario de un nuevo cierre masivo de escuelas se ve muy improbable. “Hoy sabemos muchas más cosas del virus y una es que el cierre de centros educativos ha tenido un impacto poco relevante en el curso epidémico”, dijo la consellera de Salud, Alba Vergès. “Esto nos hace pensar que el próximo curso la reanudación se puede hacer en unas condiciones de práctica normalidad”, bajo tres elementos importantes: el mantenimiento de los hábitos higiénicos, de los grupos estables de convivencia y la garantía de la gestión precoz de los casos que se puedan producir.
Vergés ha insistido en los datos que refuerzan la idea de que la Covid tiene poca incidencia en niños y adolescentes: menos de un 1% de los casos confirmados por PCR en Catalunya corresponden a menores de 15 años, y sólo un 8,3% tienen menos de 30 años. “La carga viral de los niños es significativamente menor a la de los adultos, lo que podría explicar que entre el 80 y el 99% de niños y jóvenes menores de 20 años presenten un cuadro muy leve o directamente asintomático”, añadió.
Según Bargalló, “los expertos nos dicen que las medidas garantizan la seguridad de los centros y no alteran su uso habitual. No veremos centros enjaulados, ni cercados, no veremos centros que no son un espacio de convivencia, de socialización y de vida. Veremos centros alterados por medidas de higiene, porque su organización no se hará en los grupos clase habituales que tenían un movimiento heterogéneo, sino que se basará en grupos estables de convivencia”.


