La cultura es la gran olvidada de la crisis del coronavirus en Europa. En el llamado Next Generation EU como plan de relanzamiento para afrontar los estragos de la pandemia, no está escrito en ningún lugar la palabra cultura y no se sabe si el sector recibirá ayudas directas. Como mal menor, en el presupuesto plurianual 2021-2027 arrancado in extremis en la cumbre agonizante de este mes de julio el único programa específico Europa Creativa salva su contribución de 1.640 millones de euros.
Pero esto quiere decir solamente un 0,15% del total de este presupuesto. Paradójico cuando el sector da trabajo a una decena de millones de personas en la Unión Europea (2,7%) y las previsiones alertaban de la pérdida de un 80% de su cifra de negocio durante el segundo trimestre del año. Desde uno de los núcleos de agitación local como es Lyon surgió en marzo La Llamada de los Independientes de la Cultura, que ya agrupa a 1.500 estructuras y medios de comunicación en 155 ciudades de Francia y organizará un gran encuentro a finales de septiembre en Bruselas. Como un aviso de que sin cultura, no hay Europa.


