El Ajuntament de Barcelona, a través de Barcelona Activa, anunciaba a principios de agosto la inyección de 6 millones de euros a un plan de impulso de empleo en la ciudad para hacer frente a “el impacto de la pandemia, proteger el trabajo y fomentar los sitios de de empleo de calidad, con inmediatez y como medida extraordinaria”.
Un plan que, según explicaba Raquel Gil, comisionada de Promoción del empleo y políticas contra la precariedad, da respuesta a los indicadores actuales del mercado de trabajo en la ciudad, con un paro que ha superado el umbral de 90.000 personas en junio, un 40’9% más que el mismo período del último año. El plan combina la ayuda a empresas que ahora necesitan contratar y las personas que se encuentran en situación de búsqueda de empleo.
Hablamos con Raquel Gil sobre los retos de futuro, los colectivos más vulnerables que, de nuevo, vuelven a ser los de siempre y sobre formación, digitalización, recursos y apuestas de futuro.
El cálculo del paro en Barcelona dice que ya ha subido un 40,9% más que en el último año entero. A nivel de Catalunya el paro en abril era un 12,17% más que en abril del 2019 y en junio había un 35,76% más que en junio de 2019. Más allá de la Covid, estos datos de paro evidencian una crisis de modelo, un modelo temporal y precario.
Ya. Y ten en cuenta además que estos datos dejan fuera los que tienen ERTE activos. Esperamos que no acaben en despidos pero es muy probable que a algunos se les rescinda el contrato y el paro vuelva a subir.
Los datos muestran que tenemos una contratación muy temporal y muy precaria. A la mínima que hay algo que no funciona, determinada gente sale del mercado de trabajo y siempre suelen ser los mismos: jóvenes y mujeres. Hay mucha gente que esperaba ser contratada y no ha pasado y siguen en paro. Otros están consumiendo prestaciones y no están generando para tener nuevas. Encontramos también la gente en el sector servicios y la gente con un nivel de estudios más bajo.
Tenemos un sistema que cuando genera empleo lo genera muy intensivo en mano de obra pero con una mano de obra muy poco cualificada y, además, con unas condiciones de trabajo que hace que sean los primeros en salir.
¿Como enfrentáis esto entendiendo que es cíclico?
El sentimiento ahora, como ocurre con todas las crisis, es que lo importante es que la gente tenga trabajo y sí pero no olvidemos qué tipo de trabajo y con qué condiciones. De la anterior crisis ya salimos con peores condiciones de las que teníamos en entrar y todo ello se arrastra. Cuando empezábamos a sacar la cabeza, no diré que nos habíamos recuperado porque creo que no lo habíamos hecho, pero cuando ya sacábamos la cabeza y podíamos empezar a pensar en cómo mejorar las condiciones, situar el discurso en la calidad del empleo, volvemos a tener una situación de crisis con una destrucción muy rápida de empleo. La gente vuelve a los básicos. Primero tener trabajo y luego mirar las condiciones.
Es importante entender que es cíclico, que si generamos empleo de la misma manera de siempre cualquier tensión que haya en el mercado en un futuro nos llevará a la misma foto: destrucción rápida de puestos de trabajo muy precarios.
Dentro del plan de choque habláis de una nueva línea de ayudas a la contratación con subvenciones para nuevos contratos que tengan una duración mínima de seis meses. Aunque paran el golpe, estas medidas no promueven cambios estructurales. ¿Son herramientas para posponer las consecuencias?
El tema es que no tenemos competencias en materia laboral… Y no lo digo para sacarnos esto de encima porque siempre digo esto y después digo no tendremos competencias pero sí tenemos responsabilidades con la gente porque nosotros somos su administración más cercana.
Aparte, no podemos hacer normativa laboral ni cambiar condiciones pero podemos ayudar a generar un relato diferente, a mejorar la empleabilidad de las personas y a intentar ser ejemplos de tipos de contrataciones.
Los seis meses o el protocolo de intentar que todos los sueldos sean por encima de los mil euros y cumplan con un mínimo tiempo-sueldo, entendemos que no son ejemplos que tendrán afección en todas las contratas de la ciudad pero sí sirve para mostrar que es posible dibujar condiciones viables para la empresa y más dignas para los trabajadores.
Al presentar el plan hablabais de haberlo trabajado con agentes sociales, sindicatos y patronal.
Intentamos trabajarlo con los agentes sociales porque se trata de decisiones colectivas. Por ejemplo cuando se han tratado temas de salario de referencia en la ciudad es evidente que un ayuntamiento no lo puede fijar. Pero puede trabajar con los agentes sociales, con los sindicatos y la patronal que son los que después llevan la negociación colectiva y con el resto de administraciones para empujar en esta dirección.
Tú cuando dices que el salario de Barcelona debería ser de 1200 y pico euros estás poniendo una referencia pero también estás haciendo evidente como de insostenible es vivir con según qué salarios en esta ciudad. Si tú dices que esto es lo mínimo que una persona necesita para poder vivir y pagas sueldos de salario mínimo pues hay mucha gente que no está cobrando lo suficiente para vivir y aquí hay un problema.
Cuando dices que el salario de Barcelona debería ser de 1200 y pico euros estás poniendo una referencia pero también estás haciendo evidente como de insostenible es vivir con según qué salarios en esta ciudad
Esta semana decíais que desde el inicio de la crisis habíais dado 44.000 personas desde servicios sociales.
Antes de la Covid ya había quien a pesar de tener un sueldo, tener un trabajo, hacer horarios terribles no llegaba a final de mes y tiene que ir a servicios sociales. Desde familias monoparentales que tienen que pagar todo lo que conlleva la conciliación para poder ir a trabajar a directamente sueldos que no te cubren un alquiler en Barcelona o gente que tiene que marcharse. Si a esta gente que ya había en servicios sociales le sumas a la gente que está gastando prestaciones, fijos discontinuos que se pensaban que volverían a trabajar cuando comenzara la temporada turística… La cifra va subiendo. El problema de muchos de los nuevos es que la prestación que les dan no llega o no tienen prestación
¿Con esta nueva gente también se está aprovechando para hacer difusión de las acciones formativas?
Hay dos temas. Uno es asegurar rentas. Entendemos también que será muy positivo volver a poner en marcha la renta del ingreso mínimo vital al igual que en Catalunya había la renta garantizada.
El otro es ver cómo grupos vulnerables pero que están cerca del mercado laboral con los planes de empleo se pueden reinventar. Estamos hablando de colectivos muy sociales que salen de una problemática X o también gente que tiene problemas de acceso por la edad que tienen, es decir mayores de 45 años o muy jóvenes, también mujeres que han sufrido violencia de género, gente con estudios bajos… Intentamos que sean prioritarios en estas contrataciones que hace el ayuntamiento y después con programas específicos.
Luego está toda la gente que ha perdido su trabajo y intentas acompañar. Hay sectores que normalmente recogen cuando pasa esto. Durante la crisis de la construcción: se destruye mucho empleo, esta la absorbe hostelería y servicios que también son intensivos en mano de obra. Ahora nos encontramos con que no hay ningún sector que sea muy intensivo en mano de obra que esté lo suficientemente fuerte para asumir toda la gente que sale. Ahora los datos nos dicen que hay sectores como el tecnológico o como el sanitario o incluso las administraciones públicas que han continuado funcionando. Debemos poder acompañar a quien ha dejado de trabajar y que su sector además tardará en volver a recuperar para que haga el tránsito hacia sectores más alternativos. Aquí están las acciones formativas, el programa reskilling que permita cubrir perfiles de alta demanda. Los sectores de la energía, verdes, pueden tener futuro… no es buscar una solución de seis meses, esto los tiene que ayudar a reconducir su proceso profesional.
Debemos apuntar mucho hacia el futuro. No se trata de tener los parados mejor formados del mundo y mientras tanto que la gente no tenga trabajo. Se trata de reactivar la economía. Esto por lo tanto está complementado con el apoyo a empresas y autónomos porque si no, no habrá trabajo.
También debemos acompañar a la gente que ha perdido el trabajo o está en situación de ERE y no sabe que pasará en el futuro para que pueda hacer esta readaptación de sus capacidades hacia el mercado, ponerla al día. Hay gente que lleva 20 años en la misma empresa y nunca se había planteado que tuviera que buscar trabajo y no sabe ni cómo debe hacer el currículum ni cómo explicar las competencias que ha adquirido. Aquí nosotros planteamos como podemos ayudar a la gente a formarse o a recapacitarse.
Todas estas medidas las habéis trabajado a través del CECO (Centro de Coordinación de la Respuesta Económica). ¿Cómo ha ido?
Se puso en marcha un centro de coordinación de emergencias al principio de la pandemia. Todas las gerencias estaban alineadas para dar respuesta. Con el tema de los pabellones los médicos les puso la Generalidad pero toda la parte logística la puso el Ajuntament. En el momento que esto estuvo coordinado vimos que aparte del sanitario habría un impacto económico y era necesario que fuéramos igual de coordinados.
Tres veces a la semana nos veíamos y mirábamos las prioridades toda el área económica. Esto nos ha permitido trabajar de forma muy transversal. Por ejemplo desde Barcelona Activa y empleo estamos coordinados con el área de comercio para que nos den a conocer necesidades formativas también. Está muy bien que busquen perfiles de comercial digital pero entonces no valdrá un perfil de dependiente al por menor al uso, necesita alguien que sepa encargarse del comercio online. Estamos trabajando con los gremios y con el sector en hacer estas detecciones. Por poner un ejemplo.
Habéis tenido que innovar también vosotros mismos y hacer teletrabajo desde vuestros servicios. Los puntos de información laboral por lo que tengo entendido están haciendo asistencia telemática
Sí. Tenemos tres puntos fijos en Ciutat Vella, Sants y Nou Barris y ahora lo hemos centralizado a nivel de ciudad en el teléfono, hemos abierto un nuevo censo y hemos reforzado las horas de servicio. Piensa que en estos meses hemos hecho más atenciones que en todo el año pasado en los servicios propios. Aparte también hemos intentado trabajar en red con sindicatos y pactar criterios. Nosotros podíamos dar información pero con ciertas cosas quizás era mejor también dirigirlos a un sindicato si estaba haciendo una negociación. Poder hacerlo virtual ha permitido que fuera ámbito de ciudad. Los datos demuestran que han aumentado las consultas en otros distritos de la ciudad que no tenían y por tanto no venían.
Ha obligado a virtualizar todo lo que se estaba haciendo. También los cursos. Salvo aquella parte muy experiencial que no se ha podido hacer, incluso los oficios han podido hacer toda la parte a distancia. Muchos se han reinventado y los profesores han tenido que buscar fórmulas que no se habían planteado. Comentábamos que serán los primeros profesionales formados en la ambivalencia absoluta de cómo hacerlo en físico y en virtual.
A nivel de Ajuntament el viernes antes de que cambias el mundo había 200 personas que podían trabajar desde casa con accesos, desde los servicios de BCN activa, algunos programas que tenían que ver con certificados de profesionalidad sí han tenido que bajar el ritmo y crear contenidos en paralelo para poder continuar la formación pero toda la formación propia del ayuntamiento, en programas del SOC, se han podido hacer seguimientos y tutorías también con un esfuerzo de tiempo.
El Salón del Empleo se mantiene en principio
Veremos. Estamos trabajando en que sea presencial pero con contenido online por si no se puede hacer. Hemos conseguido que se pongan también la Diputació y la Generalitat. Hemos convertido el salón del empleo juvenil en el salón del empleo en general. Estamos hablando también con empresas y autónomos y esperamos que esto sea un salón de la recuperación económica. Veremos cómo llegamos y esperamos que podamos con todas las garantías.
A diferencia de otras ferias este salón es muy local. Normalmente lo hacemos orientado con el salón de la enseñanza y aunque lo apliamos, queremos que los jóvenes sigan teniendo un espacio muy marcado porque es un colectivo que está sufriendo mucho y también porque para muchos de ellos será la segunda crisis que sufran en 10 años.
En un estudio sobre precariedad juvenil el CNJC decía que el 88% de las mujeres y el 82% de los hombres jóvenes ocupados están en el sector servicios
Todos los temas de formación con los jóvenes tienen mucha más importancia que con otros colectivos porque se están jugando la carrera. Los tenemos que ayudar a llegar al mercado de trabajo y también ver cómo trabajamos con los jóvenes. Todo el tema de digitalización es muy necesario. Todos tendemos a pensar que vienen aprendidos, que saben de nuevas tecnologías y no es verdad. Saben cómo funciona el móvil y las redes sociales pero no saben de programación o de digitalización en el trabajo concreto que hacen.
Creemos que es muy importante porque ellos sí se encontrarán con un mercado fuertemente digitalizado. Nos encontraremos con mayores de 45 que quizás no aportan digitalización pero pueden aportar la experiencia pero los jóvenes no tienen eso.
Podemos formar en idiomas, en la capacitación digital, en el acceso a planes de empleo, también acercarlos al mercado y esto también pasa porque las empresas contraten. Cuando hay golpes, los que están en peor situación son los primeros que caen y los jóvenes están en una situación muy precaria en el mercado de trabajo. Precariedad, temporalidad y muy ligado siempre al sector servicios que ahora mismo no está y tardará en recuperarse.
Los jóvenes son un colectivo que está sufriendo mucho: muchos de ellos será la segunda crisis que sufran en 10 años
Hay diferentes perfiles: joven con poca formación, joven que ha terminado estudios y no encuentra trabajo y también el joven que estudia y tiene trabajo para pagarse estos estudios…
Tendemos a hablar de los jóvenes en genérico pero hay muchos perfiles. Están los que trabajan desde muy jóvenes, los que han dejado de trabajar y de estudiar… En muchos casos con conseguir que un joven que ha dejado sus estudios por un tema de dificultades de su entorno o de falta de motivación se reenganche con los estudios reglados, ya estás avanzando mucho más que haciéndole un contrato de seis meses no se donde. Debemos acertar mucho con la respuesta y entender que no hay fórmulas mágicas. Tenemos que ir hacia unos itinerarios mucho más personalizados: en el que cada uno necesita como puede desarrollarse al máximo. Que yo no encuentre trabajo teniendo estudios universitarios quizás hacer un curso de programación tampoco me sirve de nada porque yo quiero ser ambientólogo.
Para alguna gente volver a la formación reglada será un gran avance y otros que hay que su sector tenga un refuerzo a la contratación. Aquí también es importante todo el tema de las FP duales, que desde la ESO los jóvenes conozcan hacia dónde van. Al menos que conozcan para poder decidir. Que tengan en la mano todo el abanico de que hay más allá de lo que ven en casa. También es importar mostrar a las chicas todas las carreras más científicas.
Por otra parte, desde las administraciones como se llega a ayudar a la gente que no está regularizada sea porque no tiene contrato, sea porque no tiene papeles administrativos regularizados por ejemplo…
Encontramos todo el sector de cuidados y las trabajadoras del hogar pero también personas que cuidan ancianos en casa no están regularizadas y además han sido las primeras en quedarse en casa, perder el trabajo y sin ninguna prestación.
Estamos mirando con Derechos Sociales y en el marco de un proyecto europeo con otras ciudades qué perfiles profesionales hay en estos sectores con la intención de visibilizar los mismos y regularizarlos. Son sectores muy invisibles, ya que son tareas muy feminizadas que siempre se habían hecho en el entorno del hogar y no se mostraban.
También hay un parte de intentar empoderar las mujeres en estos sectores. Este año antes de la pandemia hicimos una formación con mujeres que no estaban regularizadas y no podían acceder a certificados de profesionalidad pero estaban trabajando. La hicimos en un formato online sabiendo que podría haber dificultades pero así todo dependía de sus tempos. Se han puesto en marcha espacios de bienestar, encontrarse con mujeres en la misma situación que tú poder trabajar temas de salud, temas familiares…
El 50% de la gente que trabaja en el sector de cuidados lo hace en la economía sumergida o informal y nos gustaría que este sector se reordenase de manera diferente. Tiene una dimensión tan grande también que debe ir acompañado de que las empresas del sector hagan un tratamiento diferente y que las administraciones puedan destinar más recursos y que las familias puedan llegar a estos servicios de una manera regular.
¿Con gente en situación irregular de otros ámbitos como trabajáis?
Intentamos trabajar con distrito y puntos de los barrios para que llegue el máximo de información llegue y entonces lo que hacemos es tener el contacto de esta gente y ponerla en contacto con empresas que busquen ciertos perfiles. Por ejemplo, si hay gente que no tiene la formación que yo necesito pues ayudamos-la o en otros casos la persona no tiene situación administrativa pues ayudemosla, está bien que pueda conseguir un trabajo para regularizar su situación.
Esto se ha hecho en los casos del top manta pero también coordinado con servicios sociales haciendo casos de seguimiento que sabemos que hay posibilidades y que cumplen todos los requisitos de la norma pero les falta el contrato. Este acompañamiento también lo hemos puesto en marcha.
Si el sueldo que pagas no permite que la gente viva, estás contribuyendo a unas relaciones laborales que cuando hay el más mínimo problema vuelven otra vez al mismo
Para terminar de repasar, a nivel de género se estipuló que las empresas con más de 50 trabajadores debían tener un plan de igualdad. Sin embargo termina siendo la mujer quien termina asumiendo las reducciones de jornada
Por voluntad propia lo haces cuando tienes capacidad de elegir no cuando eres la que tiene el sueldo más bajo y las condiciones más malas… Muchas mujeres dicen que por lo que les cuesta la guardería se quedan ellas en casa. No, perdona, estás saliendo del mercado de trabajo, estás dejando de cotizar y dejando una serie de cosas que después te perjudicarán más.
La temporalidad a tiempo parcial normalmente es para las mujeres y si analizas las causas es porque tienes que compatibilizarlo con cuidado de niños, de ancianos… A los hombres cuando les preguntas mayoritariamente es ‘porque me estoy formando o preparando para otra cosa’, pero poco a menudo por cuidados.
Está bien que haya planes de igualdad pero estos se deben crear con los trabajadores. Si viene una consultora y te propone medidas y se quedan en un cajón sirve de poco. Debe hacerse seriamente y deben ponerse elementos de seguimiento. No sirve de nada hacer un plan y que se queden allí. Requiere una parte de responsabilidad de querer hacerlo bien.
Las situaciones como la actual lo que hacen es evidenciar lo que ya no funcionaba antes. En materia de igualdad se estaban haciendo cosas cuando llegó la anterior crisis y ya pasó: ya nos pondremos, primero lo que es importante es que la empresa no cierre… El resto ya lo arreglaremos después. No. En la empresa, la sostenibilidad debe ser también social. Si el sueldo que pagas no permite que la gente viva, si los horarios son inhumanos, estás contribuyendo a unas determinadas relaciones laborales que cuando hay el más mínimo problema, nos hacen volver otra vez al mismo punto.
No es casualidad que los puntos de defensa hayan visto multiplicadas sus consultas. Tienes que hacer que alguien informe qué se puede hacer, qué no, qué herramientas tiene para protegerse… Nos está llegando gente que está en un ERTE y los hacen ir a trabajar, esta picaresca de quienes intentan aprovecharse. No tendremos un otoño fácil. Los puntos tendrán mucho más trabajo.


