Durante todo el verano, las patronales y los sindicatos de personal de limpieza han mantenido contactos frecuentes con el Departament d’Educació para abordar la cuestión de la limpieza de los centros educativos durante este curso; es decir, para hablar del incremento de horas que harán falta para minimizar el riesgo de contagio. A pesar de que, como siempre, la casuística es muy diversa, lo que está claro es que la factura en limpieza aumentará sustancialmente, ya que lo que se ha aconsejado a los centros es que durante el horario lectivo haya alguien que trabaje unas horas para limpiar los aseos y las zonas de uso más comunes.
Esta es la parte extra de la factura, ya que sólo en muy pocos casos este refuerzo se verá compensado por horas de menos fuera del horario lectivo. Por norma general, las horas de limpieza posteriores a la jornada lectiva no se modificarán. La patronal y los sindicatos coinciden en que sólo se puede pensar en términos de ampliación del servicio, ya que intentar modificar los horarios de las trabajadoras de la limpieza en la mayor parte de casos es inviable.
“El Departament nos ha dicho que no se escatimarán recursos dedicados a la limpieza de los centros, y queremos creer que será así”, explica Josep Tres, presidente de ASCEN, patronal de las empresas de limpieza pequeñas y medianas, según el cual la factura puede subir entre un 20 y un 25%. ¿Quién paga este sobrecoste? En el caso de las escuelas de infantil y primaria, la limpieza corre a cargo de los ayuntamientos, mientras que en los centros de secundaria y formación profesional la limpieza es responsabilidad del Departament. “Se está negociando instituto a instituto”, dijo el conseller de Educación, Josep Bargalló, en una rueda de prensa en la que, junto con el consejero de Trabajo y la consejera de Salud, han presentado la propuesta que han enviado a varios ministerios para que los padres y madres de niños que deban confinar tengan derecho a una baja laboral.
Los alumnos ayudarán
Los alumnos ayudarán en la limpieza, en especial los que son más grandes, y muchos institutos ya están informando a los padres de esta novedad. “Es una actividad didáctica más”, consideró el conseller. El único espacio que ni los alumnos ni los docentes deben colaborar a limpiar son precisamente los aseos, precisó el conseller. “Pero, por ejemplo, si hay un material educativo de uso compartido, como podría ser un ordenador, a partir de una edad razonable se puede pedir al alumno que limpie el teclado”, añadió. El comedor será otro lugar donde seguramente se pedirá más su colaboración, apuntan otras fuentes.
El Departament confía en que los institutos asuman buena parte de este sobrecoste con el ahorro en limpieza que tuvieron durante el confinamiento. Y que en el caso de las escuelas, el sobrecoste lo asuman los ayuntamientos y consejos comarcales. Y está la promesa de que el Departament ayudará en caso de que esto no sea posible. La incógnita es si realmente los institutos cuentan con este remanente para asumir el incremento de la factura. En una encuesta presentada por CCOO, el 85% respondía que no disponía de este presupuesto. En el sindicato consideran el resultado representativo, si bien admiten que, debido a las prisas y el momento, habían tenido un númerom de respuestas más bajo de lo que es habitual cuando envían encuestas a los centros (otro dato de la encuesta es que el 90% decía que no se había sentido suficientemente apoyado por el Departament a la hora de confeccionar los planes de reabertura, aunque algunos salvaban la colaboración de la inspección).
La factura de la concertada
En el caso de los centros concertados, la situación es diferente. El sobrecoste de la limpieza lo deberá asumir cada centro, lo que muy probablemente repercuta en las famosas cuotas que pagan las familias, según explican fuentes del sector concertado.
“Hay empresas que me han dicho que los centros les han pedido refuerzos y que cuando les han enviado el nuevo presupuesto se han echado las manos a la cabeza”, explica Aurora Huerga, secretaria general de la federación de construcción y servicios de Comisiones Obreras. “Estamos en un momento en que todo el mundo debe poner muy buena voluntad, pero tampoco se puede esperar que con las mismas manos se asuma el doble de trabajo, y menos durante el curso entero, porque esto va para largo”, añade. Según esta representante sindical, además, en toda esta crisis tampoco se ha trata las mujeres de la limpieza con justicia: “Las de los hospitales fueron consideradas trabajadoras esenciales, pero a la hora de la gratificación no entraron, y hasta y en algunos casos tuvimos que pelear mucho para que les hicieran las pruebas PCR “.
Aparte, este incremento de la demanda supondrá un pequeño balón de oxígeno para las empresas del sector, según explica José Tres: “Durante el confinamiento muchas empresas prescindieron del servicio de limpieza, y esto no quedó ni mucho menos compensado por el incremento del servicio en hospitales y residencias. Además, a medida que se implementa el teletrabajo esto también nos afecta, por eso estaríamos contentos si con este incremento de trabajo en las escuelas conseguimos sacar a los trabajadores que en estos momentos tenemos en situación de ERTE”.


