¿Cómo afecta al sindicato y a los trabajadores la crisis sanitaria?
La situación es muy compleja y como sindicato luchamos para dar una respuesta satisfactoria a todas las trabajadoras y trabajadores que sufren esta situación complicada. Ahora bien, a pesar de las dificultades, como sindicato estamos haciendo nuestro trabajo y nuestra dinámica a nivel interno. Hacemos, por ejemplo, elecciones sindicales allí donde se puede. En afiliación, a pesar de todo, seguimos creciendo mientras intentamos dar respuesta a las preguntas que nos hacen muchos trabajadores.
¿Cuál es el sentido de las consultas que le hacen?
Primero sobre la falta de trabajo. Segundo, nos preguntan por las tramitaciones de todos los expedientes de empleo y toda la complejidad que esta situación de pandemia implica. En definitiva, nos consultan cómo acceder a la administración, como enviar documentos, cómo hacer trámites que antes eran sencillos y que ahora se han vuelto difíciles y complejos.
¿Habíais pensado como sindicato que ha superado épocas de clandestinidad y situaciones extremas, que os enfrentaríais con una situación como la actual?
Nunca nos habíamos imaginado que tendríamos que afrontarnos a una situación como la actual. También debemos decir que una semana antes del primer confinamiento nos reunimos y enseguida estuvimos preparados. Nos conjuramos para que todo funcionara e incluso si hubiera, como ocurrió, un confinamiento total, el sindicato no parara. Y a partir del 13 de marzo estuvimos preparados para responder, con los nuevos medios telemáticos, todas las dudas y todas las inquietudes que nos hacían llegar nuestros afiliados y delegadas y delegados. Era una situación que antes no se había previsto pero que con todas las dificultades pudimos afrontar.
Haga un vaticinio, si la situación sanitaria finalmente permite una cierta normalidad, el sindicato, USOC, ¿deberá salir reforzado o al contrario?
Yo estoy convencida de que esta situación la superaremos, y esperamos hacerlo de la mano de toda la clase trabajadora. Y esperamos que podremos dar respuestas y salidas a esta crisis que no hemos provocado los trabajadores. Es una crisis sanitaria, que vemos, sin embargo, que repercute, perjudica directamente, digo directamente, los trabajadores y trabajadoras.
Como sindicato esta será una página más de nuestra historia y estoy convencida de que vamos a salir, claro que si.
La crisis sanitaria ha puesto en primer plano la existencia de una profunda desigualdad de clase. Pienso en Madrid, donde los confinamientos han limitado a la gente trabajadora. Esto rompe un cierto espejismo creado por quienes decían que todos éramos clase media y que las diferencias sociales habían quedado atrás. ¿Qué pensáis?
Seguramente durante años se creó interesadamente una imagen determinada, y se puso un ‘tupido velo’ sobre la realidad. Pero, cuando llega un problema de magnitud global como es la pandemia, al abrirse la primera puerta se ve que no todos tienen la misma consideración. ¿Qué pasaba? Que se ponía el foco en otros aspectos que no nos diéramos cuenta de que la distinción de clases existía y existe, y hoy nos la encontramos en la pobreza, que ya existía pero que no se veía de manera tan cruda como ahora. Antes ya teníamos situaciones laborales precarias, pero ahora quedan a plena luz del día. Y todos los problemas sociales latentes, que siempre han existido, ahora los vemos triplicados.
Ahora vemos que, fruto de la aparición de la Covid, hay amplios colectivos laborales que no han cobrado, o que han recibido un salario más que menos, que no les permite mantener sus niveles de renta. Nos encontramos con gente que tenían contratos temporales que los han hecho plegar justificándolo con la crisis. Vemos también que hay colectivos específicos que ahora son mucho más vulnerables de lo que lo eran hace unos meses.
Y luego está la parte más de los trabajadores dichos esenciales, como los de la sanidad, donde no se había invertido lo que era necesario. Y hemos visto cómo les hacían muchos aplausos y les reconocían su trabajo, pero todos los reconocimientos verbales deben ir acompañados de una gestión eficaz, de un plan de choque económico, con más contrataciones, con más fondos, que hoy por hoy la sanidad no tiene. Basta con escuchar las noticias que nos dicen que los Centros de Atención Primaria (CAP) sufren un colapso que no se había conocido antes, que hace que se tarden, en ocasiones, más de 10 días para comunicar el resultado de una prueba PCR sobre el coronavirus. Ante esto, ¿qué hace una empresa con los trabajadores que esperan los resultados de una prueba PCR? Lo que dice el manual de actuación lo sabemos, pero el sistema no funciona.
No hay cosa que se pueda entender mejor que un ejemplo, nos puede explicar algún caso que demuestre que el sistema no funciona?
Si, está el caso de una trabajadora del Hospital Parc Taulí, que encadenó contratos temporales durante diez años, y cuando enfermó con un PCR positivo la echaron del trabajo. El sindicato lo judicializó y al final la han readmitido, pero hemos tenido que llevar el asunto al tribunal.
En este momento de situación extraordinaria lo tenemos que llevar todo por la vía judicial para conseguir cosas que son de sentido común. Por lo tanto, volviendo a la idea anterior, mucho cepillar a la gente, diciéndoles que son esenciales, pero cuando parece que termina la situación excepcional: a la calle. Y ahora, cuando hay una segunda ola de la pandemia, se vuelve a llamar a personas que han sido despedidas después de la primera ola. ¿Y qué pasa? Que no los encuentran porque han encontrado trabajo a otro sitio. Esto les ha pasado a muchos estudiantes de los últimos cursos de medicina, que cuando los han vuelto a buscar resulta que ya no están, han cogido un avión y ahora trabajan en la sanidad de otros países. Y todo así.

¿Piensa que en Catalunya y en España se está reaccionando bien administrativamente en la lucha contra la pandemia?
Los trabajadores y la gente, contra la pandemia del Covid padecemos un déficit fruto de una gestión mal hecha. Mira, aunque nos destinen, digamos, 3.000 millones, si no se hace una gestión correcta de estos fondos, ya nos pueden dar lo que quieran que no superaremos la situación.
Seguramente una crisis sanitaria, que afecta a todos los países, se combate mejor si se tienen unos servicios públicos que funcionen: sanidad, trabajo, servicios…
Claro, por ejemplo, vemos que no se bajan ratios a enseñanza, si no se contrata realmente más personal y hay que recordar que hay un elevado porcentaje de profesores que tienen más de 60 años y son colectivo vulnerable y aún así tienen que estar en primera fila. En síntesis, todo lo que digan de manera populista los políticos no esconde que la realidad sea otra: esto es, que no hemos invertido en el sistema de servicios públicos, lo que ahora nos haría más fuertes.
El acuerdo europeo en el que los gobiernos basan la recuperación económica dice muy claramente que los fondos que puedan llegar deben invertirse en proyectos, por ejemplo de investigación, o en la economía verde. Y si esto no se hace cualquier país de la Unión Europea les puede vetar. ¿Le preocupa esta exigencia, recordando que cuando ha habido fondos europeos, muchos han invertido de manera discutible, como en una red desmedida de AVE?
Es una situación paradójica, porque donde, en Catalunya, hay un buen transporte, es la R4, que utilizan los trabajadores para ir al trabajo. Y eso me hace insistir en la gestión. Si no tenemos una buena gestión, por mucho dinero que llegue, no saldremos de esto. Porque me temo que no se invertirá donde toca. Y esto pasa, en mi opinión, porque no hay una gestión conjunta entre todos los gobiernos y administraciones y los ámbitos sociales que nos ayuden a pensar cómo y dónde se invierte el dinero que venga. El déficit de gestión lo hemos visto estos meses pasados, en la sanidad, en la enseñanza, incluso en la seguridad privada. En estos ámbitos los trabajadores han estado en primera línea, y hemos visto que cuando ha mejorado la situación no se invierte en estos sectores esenciales y se vuelve a mirar hacia el IBEX.
Y cuando hablo de gestión es que si no se presentan proyectos en los ámbitos que toca, todo el dinero que habría podido llegar se puede perder, y para lograr esto se necesita una gestión ágil y que toque de pies en el suelo.
¿Qué pensáis de la gestión realizada por la Generalitat desde el inicio de la crisis de la Covid y hasta ahora?
La gestión no ha sido la más correcta ni la más adecuada. Repito el argumento general, por muchos anuncios de aportaciones que se hagan, vemos que la gestión que se hace de todo ello no es la correcta. En segundo lugar, no vemos un gobierno cohesionado que permita administrar conjuntamente lo que se debe para alcanzar el objetivo de salir de esta crisis. No hemos visto esta gestión y no la vemos. Los trabajadores y la gente contra la Covid padecemos un déficit añadido fruto de la mala gestión. Y la prueba la tenemos con la noticia que se invertirá en enviar nano-satélites al espacio. ¡Con la que está cayendo! Vemos el gobierno más preocupado en hacer precampaña de unas siglas contra otros que buscar eficazmente una salida a la crisis.
Nosotros, USOC, que siempre hemos sido independientes de los partidos políticos, afirmamos que en Catalunya hace falta un gobierno fuerte para salir de la crisis en beneficio de la mayoría de la población, y eso no lo estamos viendo. El gobierno parece que no ha hecho los deberes. Ha tenido los meses entre el primer brote y la segunda ola para cohesionar la gestión, y no lo ha hecho.
Catalunya en esta situación extraordinaria necesita que la sociedad se pueda creer el mensaje que da el ejecutivo.
Alguna vez ha reclamado una agenda clara de prioridades en Catalunya. ¿Lo mantiene?
Claro, Catalunya necesita poner prioridades y tener los pies en el suelo, y nosotros tenemos claro los puntos fundamentales: el primero sería el empleo, el trabajo digno, etcétera. Y ahora, la situación que vivimos nos exige que luchemos todos a una para salir de la excepcionalidad.
El proyecto de presupuestos apunta a la subida de algunos apartados: se habla de subir por la parte alta del IRPF y también, entre otros, el Impuesto de Sociedades. ¿Como lo veis?
Lo que tenemos claro es que una subida de impuestos no debería castigar a la parte más desfavorecida. Que la gente de abajo no sea de nuevo la ‘pagana’. Tenemos claro que se han de conseguir fondos para el relanzamiento, pero se ha de leer en concreto que se propone.
Por cierto, USOC tenía que hacer su congreso ordinario y parece que ha quedado todo parado debido a la Covid. ¿Cómo os lo planteáis?
Nosotros teníamos que hacer el congreso y debido a la pandemia tuvimos que parar todo. Lo aplazamos una primera vez y ahora lo hemos dejado abierto hasta el 2021. Uno de los motivos de porque se ha aplazado es la consideración que nosotros, USOC, somos un sindicato de proximidad, un sindicato muy cercano a nuestra gente, a nuestros delegados y esta calidad no la podemos perder de golpe. Por lo tanto, nuestro deseo es hacer el congreso presencialmente, y eso quiere decir que la situación sanitaria debería estar mejor de lo que lo está ahora.
¿Cómo prevéis que concretamente de esta crisis saldrá la USOC, el sindicato que dirige?
Yo creo que el sindicato saldrá reforzado porque tenemos una fuerte cohesión interna. Nuestras federaciones están trabajando al máximo en esta situación difícil. Esto hará que pase a la historia como un reforzamiento, pero la condición indispensable para que sea así es que esto lo hacemos luchando todos juntos. Sin embargo tenemos claro que la salida de la crisis no será fácil para la clase trabajadora en causa de las dificultades en la gestión y que perjudican nuestra gente y tenemos también claro que la gente, nuestra gente, necesita que el sindicato les sirva de paraguas, de protección, tal como se concibió en su fundación.
Parece, pues, que en la situación de pandemia los trabajadores tengan claro que tienen que volver a defender lo básico.
Exactamente, nosotros hemos trabajado mucho en esta situación extraña del confinamiento, y hemos visto cómo se acercaba al sindicato gente nueva, gente joven. Muchos de los que nos han dicho que querían ayudar y que el primer paso era sindicarse. Esto ha pasado porque mucha gente ha visto que nuestro sindicato ha dado una respuesta a la crisis desde el minuto uno, sin cerrar puertas.

