Tampoco hay un gran vencedor de esta velada grabada y difundida desde los estudios de Canal+ en París sin público, pero con casi todos los premiados presentes, porque las principales categorías se hallan bastante repartidas: dirección para Maïwenn por ADN; guión para Stéphane Demoustier por La Fille au bracelet; mejor imagen para Hichame Alaouié por Été 85, de François Ozon; premio ex aequo de mejor actriz para Martine Chevallier y Barbara Sukowa por Deux, de Filippo Meneghetti, que además gana como mejor primera película; premio de mejor actor para Sami Bouajila por Le Fils, del tunecino Mehdi Barsaoui. Mientras que la película de animación Josep, de Aurel, a quien entrevistamos en septiembre, se impone tanto en su categoría como en la de música con la catalana Sílvia Pérez Cruz. El comentario de todos estos largometrajes, las ausencias que lamentamos y los otros títulos que hemos visto pero no se han podido estrenar nos sirven para situar el estado de una producción en horas bajas y cortocircuitada por las plataformas de streaming.
Emmanuel Mouret ya fue finalista para la mejor película de los Lumières hace dos años con el film de poca Mademoiselle de Joncquières. La obra, con Cécile de France y Édouard Baer, tenía su encanto pero estaba demasiado encorsetada en sus diálogos cortesanos. Con el contemporáneo Les choses qu’on dit, les choses qu’on fait, Mouret se libera de este estorbo y despliega toda una multitud de personajes y de cruces amorosos imantados por el encuentro entre Camélia Jordana y Niels Schneider y la luz conmovedora que emite la presencia de la primera. Las historias paralelas con Vincent Macaigne, Émilie Dequenne, Jenna Thiam o Guillaume Gouix contribuyen a dotar al conjunto de estos dichos y no dichos que nos atraviesan a lo largo de la vida y que deciden sobre en lo que uno se convierte. No es por casualidad que el film obtuviera el sello Cannes 2020 de una edición que no pudo celebrarse.
A sus cincuenta años, el realizador marsellés llega a su madurez cinematográfica. Como rivales a la mejor película, tenía a dos pesos pesados (François Ozon por Été 85; Albert Dupontel por Adieu les cons), una realizadora consagrada (Maïwenn por ADN, ¡que solo se pudo proyectar dos días el 28 y 29 de octubre!) y dos cineastas prometedores (Stéphane Demoustier por La fille au bracelet; Filippo Meneghetti por Deux). No pudimos ver Adieu les cons, apreciamos ADN sin que nos convenciera, abrazamos la inmersión adolescente y musical de Été 85, nos dejamos llevar por la trama judicial de La fille au bracelet y encontramos de una gran sutileza la historia de amor entre dos señoras mayores de Deux.


