¿Por qué me sorprende que haya un periodista que presente programas al mismo tiempo en TV3 y TVE? No debería ser extraño, ¿no?

¿Por qué te sorprende?

Porque estamos inmersos en una guerra de trincheras en los medios de comunicación donde se asocia a TV3 con el independentismo y a TVE con el anti-independentismo

Todo lo que se haga para romper esta imagen de trincheras en los medios de la que hablas, bienvenido sea. En ningún momento hubo por mi parte esta intencionalidad de romper la imagen que unos son ideológicamente de una manera y otros, de la otra. Lo que pasa es que esto engloba a los trabajadores y es un gran error: pensar que quien trabaja en un medio tiene una ideología determinada y quien trabaja en otro medio tiene otra ideología. No es así. He trabajado en los dos medios y lo que he encontrado en los dos todo es gente muy competente, con quien he trabajado muy a gusto. En TV3 he estado un tiempo haciendo un tipo de programa que no pertenece al área de informativos, ni estaba ligado a la actualidad. Era un programa de nuevos formatos, de entrevistar padres de famosos. En medio de este trabajo se cruzó Radio 4. Vicenç Sanclemente, su director, me propuso hacer radio allí. Este proyecto ha ido creciendo y al final se ha convertido en hacer, además, un programa de televisión en La 2. Estaba terminando mi relación laboral con TV3 y no veía que el programa tuviera una cuarta temporada – hicimos tres- y por eso me pareció interesante aceptar este nuevo trabajo. No miro el medio sino el programa en sí. No le doy tanta importancia a si es en TV3 o en La 2. En el momento profesional en que estoy es exactamente lo que me convenía. Es un programa complicado para mí porque yo nunca había hecho tanta información política. Siempre me había dedicado mucho más al magacín y mi área era más la social y la cultural que la política. Ahora que he cambiado lo estoy disfrutando mucho.

Gemma Nierga y Siscu Baiges | Pol Rius

Se lo pasa bien

Me lo paso bien. Pero porque es complicado. El periodista a veces se nota la mirada un poco cansada de hacer siempre lo mismo, de hablar siempre de lo mismo. La mirada cansada es uno de los grandes inconvenientes que podemos tener los periodistas a la hora de ejercer bien nuestro trabajo. El trabajo que tengo ahora me ha revitalizado y rejuvenecido la mirada. Estoy haciendo una tarea que no es la que yo había hecho habitualmente y eso me pide mucho esfuerzo.

La política en Catalunya ha estado muy marcada en los últimos años por el proceso independentista. La confrontación que se ha generado en torno a esta cuestión ¿ha hecho más difícil o más apasionante el trabajo de los periodistas?

Nos ha hecho el trabajo un poco más complicado. Emocionalmente estamos todos muy implicados. Estamos hablando de unos hechos, de unos fenómenos y de unas decisiones políticas que nos afectan a todos. Y eso quizá ha sido una dificultad para algunos periodistas que han confundido lo que estaba pasando con lo que querrían que estuviera pasando. Ha complicado la distancia necesaria que debemos poner hacia todos los hechos de los que hablamos. Ya no hablaré de objetividad o de subjetividad. Hace ya muchos años nos hablaban de esto en la carrera de Periodismo en Bellaterra y descubrimos que era imposible ser objetivos, que era una utopía. Todos tenemos nuestras emociones, ideologías, sentimientos dentro. ¡Ahora bien! Tenemos que intentar conseguir que esto no interfiera en nuestro trabajo. Todos estos años de proceso han sido muy emocionantes para colocarte ante un micrófono e informar de lo que está pasando pero se han mezclado mucho las emociones, las ideologías, las vivencias que todos tenemos.

Ha trabajado en medios públicos y privados. ¿Dónde tienen más libertad los periodistas para trabajar sin tener que satisfacer los intereses políticos y económicos de sus directivos y propietarios?

Yo no he notado mucha diferencia porque parto de la base que el periodismo tiene una función de servicio público estés en un medio privado o estés en un medio público. He trabajado en un medio privado buena parte de mi vida y ahora estoy trabajando en un medio público y no he cambiado la actitud. Siempre he entendido que estaba haciendo un servicio público y que tenía que explicar al oyente o al espectador lo que está pasando de la manera más honesta posible. En cuanto a interferencias, tiene más que ver con las personas que te encuentras por el camino, no tanto con el medio. Siempre hay cargos intermedios que confunden las órdenes que reciben en su trabajo y creen que tienen que intervenir mucho en el tuyo. Forma parte más del comportamiento personal de algunos jefes que han confundido el cargo con ser demasiado intervencionista. Tampoco me he encontrado a muchos. He trabajado muchos años en la cadena SER y llevo unos cuantos en diferentes medios y nunca nadie me ha enviado un whatsapp diciéndome qué tengo que preguntar o qué no tengo que preguntar. Los medios privados comerciales sufren a veces las interferencias de los intereses de grandes empresas que ponen mucho dinero en ellos. En la pública eso no pasa.

¿Existen medios de comunicación independientes o todos dependen más o menos de unos intereses económicos o políticos determinados?

Independiente del todo no hay nada. La primera dependencia es con nosotros mismos, con nuestra propia autocensura a la hora de interrogar al poder, a la hora de controlar a quien gobierna. Una prioridad es no dejar de hacer ninguna pregunta que considere que se tiene que hacer, a pesar de que en algún momento pueda dudar. La parte más complicada de las entrevistas son las repreguntas, no conformarte con una respuesta que crees que no responde a tu pregunta. No quisiera que este repreguntar rayara en la impertinencia pero los periodistas tenemos que ser un poco impertinentes y repreguntar hasta que nos sintamos satisfechos con la respuesta.

En su caso no se muerde lengua

No, ni me dejo ninguna pregunta dentro. Ya nos hemos hecho mayores. Hay algo de la edad que nos va muy a favor. A veces veo a gente muy joven que se dedica al periodismo. Me gusta mirarlos pero no siento envidia. Pienso que es muy interesante ver cómo puedes ir creciendo, aprendiendo. Cada día aprendo del programa.

Gemma Nierga, durante la entrevista | Pol Rius

¿Quién tiene más peso en la formación de la opinión pública hoy: los magacines de televisión o radio clásicos o los influencers famosos?

Vamos a públicos, fragmentos de la población muy diferentes. Los que ven mi programa, o el de Lidia Heredia en TV3 o escuchan a Carles Francino en la SER no son los que siguen a estos influencers, que tienen un montón de seguidores, mucho más que nosotros. Es como otra liga. La liga del Rubius, The Grefg… es otra liga a la que nosotros no llegamos. Mi hijo, que tiene 15 años, no entiende por qué estoy en Twitter. Encuentra que está muy pasado de moda. Está en Instagram y sigue YouTubers, que son su fuente de información. Al ser hijo de periodista ello la ha marcado un poco. Le hemos pedido que mirase los titulares de un informativo y que después ya apagaríamos el televisor. La mayoría de jóvenes no van a la tele a informarse y menos a la radio.

¿Qué influye más en el ánimo de una sociedad? En Estados Unidos parece que lo hace más un tuit de Donald Trump que una editorial o una información de The New York Times

Nos movemos en burbujas informativas. Los periodistas que hacemos este tipo de magacines o informativos nos movemos en una burbuja muy determinada, llena de periodistas y políticos, que nos aísla de la realidad de estos youtubers. Cuando en una reunión planteo estas cuestiones no tienen ni idea de quién o de qué les hablo.

¿Y no sería bueno que estas burbujas se pusieran en contacto?

El otro día vi una entrevista con The Grefg en La Vanguardia y me pareció que era la unión de dos burbujas antagónicas. El periodista se acercaba desde la curiosidad que tienes por el conocimiento de un mundo diferente. Es imposible que se comuniquen estos dos mundos.

Ana Pastor dice que le gusta mucho Ibai, y Salvador Illa explicó que siguió las campanadas de Nochevieja en el canal de este influencer

Esto es muy interesante. Ibai ha conseguido traspasar la burbuja y llegar al otro mundo Lo descubrimos cuando supimos que gente como Salvador Isla había seguido sus campanadas. Mis hijos saben de sobras quién es y les sorprende que me acerque a él.

Periodistas como usted y otros llevan mucho tiempo viviendo de cerca la política y la evolución de la sociedad. Suena absurdo que muchos jóvenes se informen de lo que pasa en el mundo a través de la opinión de personas como Ibai

Nosotros nos hemos formado durante años para un tipo de lenguaje y de información que queremos dar a nuestro lector, oyente, espectador. Hablamos de una realidad y ellos hablan de otra completamente diferente. No les interesa nada si el TSJ ha dicho que las elecciones deben ser el 14 de febrero y nosotros, al menos yo, desde ayer no hablamos de otra cosa. Vivimos en una burbuja que nos aísla un poco.

Gemma Nierga, durante la entrevista | Pol Rius

Radio, televisión, prensa escrita, digitales… ¿Hacia dónde va el periodismo?

Todos sus contenidos, a la carta. Este es el futuro. El futuro es leerlos, escucharlos, verlos cuando queramos y donde queramos. Es el gran cambio que hemos experimentado últimamente. La radio no morirá nunca. Lo que pasa es que la radio la gente la escucha ahora cuando quiere y a los que hemos hecho radio toda la vida nos sorprende mucho. Yo hacía programas de radio sabiendo que mi oyente lo estaba escuchando de madrugada, por la tarde o primera hora de la mañana. Tengo la impresión de que cada vez más tienes que hacer contenidos que se puedan consumir a cualquier hora del día porque a tu oyente ya no lo tendrás a la hora que estás haciendo el programa. Él lo consumirá cuando quiera. Nos hemos acostumbrado a esto últimamente. Y yo, la primera. Prácticamente nunca veo la televisión cuando pasan los programas. La veo cuando quiero. Y pasa mismo con los podcasts de la radio. El contenido del informativo, del programa o del magacín es prácticamente el mismo de siempre, pero el receptor lo consumirá cuando quiera.

Hay hechos, sin embargo, que se tienen que ver en directo. La toma de posesión de Biden, por ejemplo

Por suerte, nos quedan los acontecimientos informativos que nos marca la actualidad y el día a día, pero de toma de posesión de Biden hay una cada cuatro años. De grandes eventos no hay tantos, aunque en la política catalana cada vez hay más. El contenido informativo es el que marca que la gente te escuche o te vea en el momento real.

Vivió una etapa en el programa de Ana Rosa Quintana en Telecinco. ¿Qué recuerdo tiene de aquella experiencia?

Fue interesante. Cuando dejé de trabajar en la cadena SER estaba muy abierta a nuevas experiencias profesionales. Algunas las probé y funcionaron muy bien. Algunas las probé durante unos meses y luego las dejé. Una de ellas es que el equipo de Ana Rosa Quintana me propuso hacer una sección donde presentaba una noticia de temas sociales y de denuncia. Lo hice durante varias semanas pero lo dejé porque las ofertas que iba teniendo aquí cada vez me gustaban más y me impedían ir a Madrid una vez por semana para hacer esa sección. Durante una parte de mi vida tuve muchos pequeños trabajos, que cada uno de ellos me abría una puerta. Al dejar la radio después de 28 años pensé que era el momento de reciclarme un poco profesionalmente y no continuar haciendo radio. Tenía ofertas para hacer radio, pero era continuar por el mismo carril y tenía claro que quería probar otros registros profesionales. De televisión había hecho muy poca. Tenía ganas de hacer televisión. Estuve un tiempo colaborando con Ricard Ustrell en Catalunya Ràdio, en 8TV haciendo entrevistas políticas,… Me tenía que buscar la vida, evidentemente. Me habían despedido de un medio donde había trabajado un montón de años y no quería vivir de lo que había hecho hasta entonces. Tenía muchas ganas de construir cosas nuevas. Han pasado más de tres años y tengo la impresión de que he construido cosas nuevas.

¿Qué importancia le da a la audiencia? ¿Hay que sacrificar algún ideal para alcanzar el máximo de audiencia posible?

No sacrificamos nada por la audiencia. Hacemos el programa que queremos hacer. Es verdad que la audiencia, de momento, no nos acompaña del todo. La 2 se mueve en unas audiencias pequeñas. No son las de La 1, Telecinco, Antena 3 o TV3. La audiencia es importante, sí, pero un signo de los tiempos de ahora es que también es muy importante la presencia en los medios. No quiero minimizar la audiencia porque parecerá que no le doy importancia porque no tengo mucha pero también le doy importancia a la repercusión mediática de lo que haces, que tengas un ministro, dé buenos titulares, le saques un buen contenido y esto aparezca en los demás medios. Que marques la agenda informativa algún día. En eso trabajamos duramente. La entrevista es una parte importante de nuestro programa. Me la preparo muy bien para poder improvisar. Voy con un guión cerradísimo para ser capaz de ni mirarlo y improvisar porque previamente me la he preparado mucho.

Gemma Nierga, durante la entrevista | Pol Rius

¿La Covid-19 cambiará algo en el mundo de la comunicación o cuando se controle la pandemia todo volverá a ser como antes de marzo de 2020?

El periodismo saldrá reforzado porque hemos tenido que trabajar en unas condiciones tan complicadas que eso nos tiene que hacer fuertes, a la fuerza. Hemos hecho radio desde casa, encerrados en el comedor, y hemos tenido que comunicar y hacer radio de una forma complicada. Estamos haciendo un programa de televisión en el que muchas veces los invitados no pueden venir al plató. Hemos tenido que inventarnos las entrevistas por Zoom, a distancia. Lo digo del periodismo y lo podría decir de muchos trabajadores que han tenido que hacer su labor en condiciones muy adversas. En la pandemia, el periodismo está dando buena nota. Mucha gente está encerrada en casa y los periodistas, a través de radio, televisión, prensa, estamos haciendo más compañía que nunca. Pero no nos conformamos sólo con hacer una buena compañía, sino que, además, queremos informar, transmitir todos los elementos de la actualidad para que, por ejemplo, la gente decida si se quiere vacunar o no. La pandemia ha supuesto un reto para todos los periodistas. Sobre todo porque hablamos de contenidos que desconocíamos completamente. Estamos todo el día hablando del riesgo de rebrote, de la velocidad de propagación, entrevistamos a científicos,… Es un reto del que estamos saliendo bastante airosos.

¿Si ahora tuviera veinte años volvería a hacerse periodista? ¿A sus hijos se lo recomendará?

Para mí es una pregunta muy difícil. Me encanta hacer de periodista. Me gusta mucho. A mis hijos les digo que es un trabajo muy interesante, que los enriquecerá, que los hará crecer como personas. No sé si lo volvería a hacer. ¡Cuando tenía veinte años tenía tantas ganas de hacer tantas cosas! Quería ser maestra. Me habría encantado. Me habría encantado ser abogada. Quería hacer Derecho. Me sale contestar que si tuviera otra vida no la usaría para hacer lo mismo. Haría otras cosas.

¿Le parece bien que los periodistas hagan el salto a la política?

No me parece mal. Cualquier persona de cualquier ámbito puede saltar a la política. Veo más complicado el paso después de la política al periodismo otra vez. Es un camino de difícil retorno. Te puede marcar ideológicamente y al volver a un medio estarás bajo sospecha. A los periodistas no nos va nada a favor estar marcados ideológicamente. Cuanto menos se conozca de nuestra ideología, de nosotros, mucho mejor. Podrás sentarse de una manera mucho más convincente ante un político a hacer una entrevista. Nuestro disfraz de periodista objetivo la tenemos que cuidar cada día. Digo disfraz porque, como decía antes, todos tenemos nuestra ideología pero debemos esforzarnos cada día, cada minuto, para que no interfiera en nuestro trabajo.

¿Usted saltará algún día a la política?

No. Nunca.

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