Sabemos que desde los orígenes de la democracia en la Grecia clásica – a partir de la figura de los estoicos – que la política representativa tiene más que ver con la capacidad de los candidatos y candidatas a expresar unas ideas que no con la fuerza de las mismas ideas. Han pasado dos mil quinientos años y el concepto no ha cambiado. Ahora, pero, el ágora se ha trasladado al plató de televisión.
Los debates televisivos en directo pueden ser una ocasión de oro para arañar unos votos que, en determinadas ocasiones, pueden acabar decantando la balanza de un lado u otro. Porque si bien el impacto de los debates en el votante convencido es casi nulo, este puede tener más incidencia cuando hay un porcentaje elevado de gente indecisa; y este es, precisamente, el caso de las elecciones autonómicas del próximo 14 de Febrero.
Analizamos la actuación de los candidatos y candidatas y clasificamos su actuación en tres niveles: los que pueden haber ganado votos a partir de los debates, los que su participación ni mejorará ni empeorará la imagen configurada previamente por los votantes, y los que pueden haber perdido votos después de los debates.
Los ganadores
Alejandro Fernández (PP)
Desconocido por la gran mayoría (pese a de ser el Presidente del Partido Popular desde el 2018) Alejandro Fernández ha sido el principal ganador de los debates televisivos. Ha conseguido representar el bloque de la derecha catalana no independentista con gran solvencia, y en algunas ocasiones ha sido el principal azote de la extrema derecha. Los votantes que dudaban entre votar el Partido Popular o no hacerlo, seguramente lo tendrán ahora más claro.
Jessica Albiach (ECP)
Otra de las ganadoras de los debates. Gran parte de la fuerza de Albiach en los debates le ha sido dada por una estrategia de campaña que se basaba en una cosa a menudo insólita en los políticos: la sinceridad. La candidata de los Comuns es la única que ha podido decir tanto en la campaña como en los debates dos cosas que los políticos no acostumbran a decir. Primero, que no ganará las elecciones. Segundo, que le gustaría conformar un gobierno de coalición con ERC y el PSC. Es desde este lugar que Jessica Albiach ha aprovechado sus capacidades comunicativas para poder representar, con éxito, la imagen de una ciudadana preocupada en lugar de una política profesional ajena a los problemas de la gente.
Àngels Chacón (PDECAT)
Chacón tenía una oportunidad de oro al tener asegurada su presencia en los debates y no la ha desaprovechado. No es que haya brillado especialmente durante los debates, pero ha hecho el trabajo que debía. Lejos de intentar hacer un discurso catch-all que intentara apelar a una amplia mayoría de los votantes, la ex Consellera de Empresa i Coneixement ha podido expresar satisfactoriamente el que sería un discurso de nicho que aspira a recuperar partes de los votos de la burguesía catalana convergente, ahora en manos de ERC y de Junts per Catalunya. Si consigue representación en las elecciones, posiblemente es por la oportunidad que le ha brindado la televisión.
Se mantienen igual: Salvador Illa (PSC), Laura Borràs (JxCAT), Pere Aragonès (ERC)
Salvador Illa (PSC)
El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, a pesar de no haber hecho méritos en los últimos debates de TV3 y de La Sexta para ser destacado como ganador, ha conseguido mantener las altísimas expectativas de su nombramiento. No se pueden destacar momentos estelares de Illa en los debates, pero tampoco ninguna metedura de pata relevante. Es un candidato sólido, de aquellos que no hacen sufrir demasiado a los asesores que, detrás la cámara, se muerden las uñas por miedo a que su político se salga en exceso del guion preestablecido. Y esto no pasa con Illa.
Pere Aragonès (ERC)
A Pere Aragonès le ha pasado durante los debates de TV3 y La Sexta una cosa similar, pero inversa, a la de Salvador Illa. Se asumía que si ERC ganaba las elecciones no era gracias a, sino a pesar de la figura de Pere Aragonès. El candidato republicano tiene pocas de las virtudes que el marketing político demanda: no es carismático, no cae excesivamente bien, no es especialmente elocuente ni tampoco transmite una gran confianza. Los debates le han servido para matizar un poco esta percepción. Precisamente porque no había muchas expectativas puestas en su actuación es que ha conseguido salido airoso. Ni ganará ni perderá votos gracias a los debates electorales.
Laura Borràs (Junts por Catalunya)
Laura Borràs habría conseguido una nota similar a la de Illa y la de Aragonés pero utilizando distintas herramientas de combate. Borràs tiene un estilo de debate histriónico. Entra al barro e interrumpe constantemente, mientras que a menudo se intenta mostrar absolutamente serena. Es la que más se asemeja, por la manera de debatir, a Carlos Carrizosa. A diferencia del líder naranja, pero, Borràs tiene la mira algo más muy afinada, y esto es muy importante cuando tu manera de debatir es más bien activa. Ha conseguido golpear algunas veces, pero, a la vez, también se ha tragado algunos golpes. Puede perder votos por el lado moderado fruto de las intervenciones constantes de Àngels Chacón, que ha intentado siempre a entrar en el cuerpo a cuerpo con Borràs. A la vez, puede haber convencido algunos votantes independentistas indecisos.
Laia Estrada (CUP, debat La Sexta)
La cabeza de lista de la CUP por Tarragona substituyó a Dolors Sabaté en el debate de La Sexta. Mejoró, por poco, a su compañera. Pudo transmitir los principales mensajes del partido, pero a menudo los choques con los demás candidatos quedaron desdibujados por las constantes interrupciones. Ni suma ni resta.
Los perdedores
Carlos Carrizosa (C’s)
Carrizosa ha arrastrado, con poco de éxito, la losa de un partido en descomposición. El estilo de debate que Ciutadanos llevó al Parlamento – un estilo pensado para intentar subir la tensión de todas las personas presentes a la sala –, está caducando rápidamente. Lo que podía funcionar hace tres años, hoy parece pasado de moda. Carrizosa ha parecido por instantes un candidato desesperado, alguien que es consciente de lo que está por suceder, pero que no tiene ninguna capacidad para pararlo. Y esto no inspira confianza. Es uno de los perdedores los debates electorales.
Dolors Sabaté (CUP, debate TV3)
A veces parecer una persona normal, en política, sí que puede ser un problema. Lo es en el supuesto de que la candidata no sea capaz de defender el programa electoral ante una cámara. Decíamos que la política representativa tiene más que ver con la capacidad de comunicar las cosas que con las cosas en sí mismas. Es un paradigma que puede parecer injusto – y probablemente lo es – pero es el paradigma que impera. Dolors Sabaté no lo ha hecho bien en los debates: pausas demasiado largas, frases dubitativas…y una sensación general de, o bien desconocer, o bien no confiar en lo que estaba diciendo. Sus actuaciones le pueden hacer perder algunos votos a la CUP.



