Comienza la época de las preinscripciones, que este año serán del 15 al 24 de marzo, en el caso de infantil, primaria y ESO. Comienza, por tanto, la época de las jornadas de puertas abiertas, y, de hecho, la primera de estas jornadas fue este domingo 14 de febrero, cuando muchos ciudadanos se desplazaron a su colegio electoral para votar. Y algunos se encontraron con unos carteles que decían: “¿Votas aquí? ¡Matrícula tus hijos e hijas aquí!”.
La invitación a considerar la posibilidad de convertir su colegio electoral en el colegio de sus niños es una iniciativa del Colectivo de Escuelas contra la Segregación, que la hizo llegar a una veintena de centros de máxima complejidad que este domingo fueron sedes electorales. Son todavía pocos, ya que, según datos del Departamento de Educación, en Catalunya hay unos 225.000 niños escolarizados en 422 escuelas, institutos-escuela e institutos “de máxima complejidad”.
En la presentación de esta campaña, el colectivo recordó que “los altos índices de segregación escolar existentes en Catalunya no se corresponden con la baja segregación residencial existente”, ya que muchos de estos centros segregados “se encuentran en barrios del todo heterogéneos, donde familias de clase media, familias humildes, familias autóctonas y familias recién llegadas conviven con total normalidad. Pero a la hora de escolarizar a los hijos, unos huyen de la escuela del barrio para buscar a otros que acojan familias de un determinado estatus socioeconómico”.
“Este domingo se dará la paradoja de que muchas de las familias de estas escuelas e institutos no tendrán derecho a voto. En paralelo, multitud de familias vecinas, con la ciudadanía reconocida, sí que irán al centro a depositar su voto”, afirmava el colectivo. “Este es tu colegio electoral … ¿Por qué no es el colegio de tus hijos?”, Se pregunta la campaña. Con esta interpelación directa, el colectivo pretende concienciar a las familias vecinas de su capacidad para revertir los ghettos escolares, “posibilitando que la escuela sea un fiel reflejo del barrio, no una excepcionalidad donde se concentre un determinado perfil social de niños”.
Ya sea desde la sociología, ya sea desde la economía, son múltiples los estudios académicos que constatan que “los niveles de segregación escolar son superiores a la segregación residencial” (Bonal y Zancajo, 2020), y que “la existencia de escuelas concertadas -que incrementaron en un 7% el número de alumnos durante la ola migratoria- permitió que algunas familias autóctonas evitaran escolarizar a sus hijos en centros con ratios de inmigrantes altas sin tener que cambiar de domicilio “(Fernández -Huertas, Ferrer y Saiz, 2019). Desde el punto de vista del Colectivo de Escuelas contra la Segregación, se necesitan políticas públicas orientadas a resolver este desfase. Pero, al mismo tiempo, es necesario que el conjunto de la ciudadanía sea consciente de su propia responsabilidad en la situación actual.
