El presidente Joe Biden y la mayoría demócrata en el Congreso lograron el 10 de marzo aprobar un paquete de estímulo para luchar contra el Covid-19 y ayudar a familias, empresas y administraciones públicas. Aunque no han obtenido todo lo que reclamaban antes del procedimiento parlamentario, los demócratas sí han conseguido que la American Rescue Plan cuente con 1,9 billones de dólares. Esta cifra es la que pedían Biden y los demócratas.

Los 1,9 billones es una cantidad igual al PIB de Brasil. El total que el gobierno de EE.UU. ha autorizado sumando los tres paquetes de estímulo (dos en 2020 y el último) es de 6 billones de dólares, equivalente al 27% del PIB del país.

Una aspiración de los demócratas que de momento no se ha podido cumplir es el aumento del salario mínimo federal de 7,25 a 15 dólares de manera gradual hasta el 2025. Los demócratas cuentan con una mayoría pequeña en la Cámara de Representantes y en el Senado hay un empate a 50. La subida del salario mínimo no es un procedimiento que se pueda llevar a cabo en el Senado. Sin embargo, en el ámbito político una elevación tan considerable había provocado la oposición de asociaciones de pequeños empresarios y aun de algunos senadores demócratas.

En el Senado los demócratas necesitan el voto de la vicepresidenta Kamala Harris para deshacer el empate a 50 y no pueden perder el voto de ningún senador demócrata para ganar una votación y aprobar una ley. Hay dos senadores demócratas, Joe Manchin (Virginia Occidental) y Kyrsten Sinema (Arizona), que representan estados donde los republicanos todavía son potentes y se oponen a las medidas de gasto más generosas.

Los 1,9 billones de dólares están repartidos en diferentes partidas, destinadas a familias, empresas, pymes y administraciones públicas (estados y municipios).

A diferencia de los dos paquetes de estímulo pactados entre el presidente Donald Trump y el Congreso en 2020, la ley American Rescue Plan (American Rescue Plan Act, ARPA) pone énfasis en que, en todos los ámbitos descritos, se aporte financiación a los colectivos más excluidos socialmente, los que sufren más racismo, las minorías, las mujeres, los miembros de tribus y territorios de EEUU que no son estados (Puerto Rico, Guam, Samoa Americana, Islas Vírgenes e Islas Marianas).

La ayuda más inmediata es el pago de 1.400 dólares a los ciudadanos que no tengan ingresos anuales superiores a 80.000 dólares (63.025 euros). Los límites son aproximadamente el doble para matrimonios o parejas. En los dos paquetes de estímulo de 2020, el umbral era más alto. Se cobraba el pago directo hasta ingresos anuales de 90.000 dólares (75.630 euros). La mayoría de ciudadanos que se pueden acoger a este pago ya lo han recibido o lo harán en las próximas semanas.

Un segundo segmento importante de ayudas es para subvenciones por el paro. Normalmente las conceden los estados, y varían en cantidad según el estado. Desde la adopción de los paquetes de estímulo de 2020, el gobierno federal está entregando subvenciones por el paro que se suman a las de los estados. El ARPA los fija en 300 dólares (252 euros) por semana y los prorroga hasta principios de septiembre. Una novedad es que las subvenciones de paro no se deberán incluir como ingresos en la declaración de impuestos.

Una tercera fuente de ayuda para los ciudadanos es la ayuda por el número de hijos. Se incrementa hasta 3.000 dólares (2.521 euros) anuales para hijos de 6 a 17 años y hasta 3.600 dólares (3.025 euros) anuales para los menores de seis años. Hasta ahora estos pagos eran deducciones fiscales que debían tributar si se tenían ingresos por encima de cierto límite. Con el ARPA no tributarán estos pagos. Serán otorgados mensualmente por parte del ministerio de Finanzas a partir del mes de julio y durarán un año.

Todos los expertos están de acuerdo sobre el hecho de que a pesar del avance en la campaña de vacunación (1/3 de la población de EEUU ha recibido al menos una dosis) era necesario un tercer plan de estímulo, especialmente para los colectivos y empresas más afectadas por la pandemia. La Reserva Federal prevé que el PIB de EEUU crecerá un 6,5% en 2021 tras el descenso de 2,3% de 2020. El banco central de Estados Unidos en diciembre había pronosticado que el PIB aumentaría un 4,2% en 2021.

La revisión al alza de la Reserva Federal refleja en parte la aceleración en el ritmo de vacunaciones. Biden ahora ha puesto como objetivo que el 20 de abril se hayan inyectado 200 millones de dosis de la vacuna, el doble de su promesa inicial para sus primeros cien días de presidencia.

Pero algunos cuestionan la magnitud del gasto del American Rescue Plan y el hecho de que muchos de los pagos y beneficios no tengan que tributar. Además, a diferencia de lo que sucedía hasta ahora, se recibirán estos pagos aunque no se busque trabajo. Los Republicanos y los que se oponen a la magnitud del paquete critican que el American Rescue Plan tiene demasiados desincentivos al trabajo. El diario conservador Wall Street Journal en un editorial afirmó que una familia de cuatro personas paradas en Massachusetts con el paquete de estímulo obtendría 170.000 dólares en total al cabo de un año sin tener que trabajar una sola hora. Las subvenciones para el paro en Massachusetts son muy elevadas. Hay que tener en cuenta que el ARPA también otorga ayudas o pospone la necesidad de pagar alquileres, hipotecas y deuda universitaria.

El paquete contiene 122.000 millones de dólares para la reapertura con seguridad de los colegios. Biden se ha fijado como objetivo que al cabo de tres meses de su presidencia la mayoría de clases en parvularios y para estudiantes de primaria y secundaria sea presencial. Actualmente el 50% de los colegios tienen clases presenciales.

Los poderosos sindicatos de los maestros continúan restringiendo que sus miembros vuelvan al trabajo. Por ejemplo, rechazan la normativa de la entidad federal de los Centers for Disease Control and Prevention que un metro es suficiente distancia entre los estudiantes. Esta circunstancia está afectando más a las minorías. Mientras que el 50% de los niños blancos están yendo al colegio de manera presencial, el porcentaje para los niños afroamericanos, hispanos y asiáticos es mucho más bajo.

Las semanas que vienen y meses mostrarán si la magnitud y los procedimientos del American Rescue Plan para las diferentes ayudas son eficientes y consiguen una reducción de la pobreza, la exclusión social y las desigualdades de renta.

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