“Después de hacer temporadas aquí y allá y ver el trato y las condiciones me harté y me sindiqué”, explica Pol, antiguo temporero para varias empresas y viveros del Maresme.
Los días previos a la Diada de Sant Jordi los motores van a todo trapo. Entre el 10 y 22 de abril el ritmo en las fincas e invernaderos es frenético, y el desgaste de los trabajadores se acentúa cada jornada. En la zona del Baix Maresme, más de un centenar de personas que, en su mayoría, son contratadas para el empaque y producción en serie de la rosa cortada, vive esta situación.
En términos locales, El Maresme es una de las zonas donde se produce y comercializa más flor y planta ornamental, así como rosa, de todo el sector catalán. “Nosotros y la empresa Bertran somos los únicos que cultivamos la rosa por aquí Catalunya, el resto viene de fuera”, explica ante el Mercat de la Planta i la Flor Ornamental de Catalunya Joan Pons, agricultor y campesino de productores de flor en Santa Susanna, Empresa Pons i Fills Floricultors.

La diferencia de volumen de producción y trabajadores entre las diferentes empresas mayoristas que importan producto y la familia Pons es abismal. Una puede llegar a hacer 100.000 en un día, y el otro gira en torno a los 45.000 en toda la campaña de Sant Jordi, respectivamente. En cuanto al número de trabajadores temporales también varía: una puede tener hasta una plantilla de 40 y el otro 1 o 2 contratados, que alargan toda la temporada de la flor.
Colombia, en su mayoría, Ecuador, Holanda, y en última instancia, Kenia son los principales países productores de rosas que importan las empresas de flor y planta. Según el secretario general de Comisiones Obreras de la zona de Osona, Maresme y Vallés Oriental, Gonzalo Plata, la fuerte demanda de rosas para la campaña de Sant Jordi es tanta que con los cultivos de aquí no hay suficiente para abastirlo todo. Actualmente, únicamente el 9% se cultiva en Catalunya. La media de venta en el estado catalán es de entre 7 y 8 millones de rosas. “La noticia no es ahora, sino dentro de dos o tres años, que quizás ya no estamos porque hemos tenido que cerrar y tirar los rosales”, comenta una trabajadora y familiar de la casa Pons i Fills.
En términos de condiciones laborales, la mayoría de personas temporeras contratadas por empresas mayoristas se encuentran con una situación de precarización. Las jornadas son largas, a menudo superan las 8 horas diarias, los descansos son breves y/o inexistentes (ningún día de fiesta en medio y pocos ratos de pausa durante las jornadas), las normas de seguridad no siempre se respetan y los salarios a menudo están por debajo del umbral establecido según el convenio agropecuario.

“Hace 4 años estuve de temporero durante la campaña de Sant Jordi. Ha sido la peor experiencia laboral que he tenido nunca”, relata Pol. La empresa ofrecía jornadas de 14 horas a un precio de 3,75 euros la hora y a fuerza de gritos. “Al propietario le daba igual todo. Cogía las bolsas de plástico y las tiraba al arroyo”, continúa el joven.
Alex, de 24 años y jornalero de esta temporada también denuncia una falta de derechos básicos. El salario establecido por la empresa no llega al mínimo interprofesional. Las condiciones de seguridad para paliar los efectos del Covid-19 han sido vulneradas, no había distancia de seguridad entre trabajadores y les hicieron firmar el formulario de riesgos laborales sin una formación previa. Además, el joven denuncia un trato vejatorio por parte de dirección. Álex fue despedido a mitad de temporada por replicar contra la falta de contratación durante el primer día de trabajo. “El tipo me echó delante de todos por reclamar lo que es mío”, manifiesta enfadado. Un trato del que se excusa el mismo patrón de la empresa: “Tengo fallos y hablo mal a los trabajadores. Sé que las formas no son las correctas, pero voy muy agobiado. Tengo que estar pendiente de muchas cosas, que los camiones lleguen, ver los imprevistos y si no llegan los vuelos. La presión es muy alta y empresas como El Corte Inglés, Granini y Viladrau me ahogan”, declara el copropietario de la misma empresa mayorista de flor y planta.
Según Gonzalo Plata, los viveros y los personales de empresas del Maresme son fundamentalmente personas de contratación de origen, y en su mayoría, mujeres procedentes de América Central (El Salvador, Ecuador y Honduras), así como personas migrantes sin papeles, y en general jornaleros que viven por la misma zona. Principalmente, estas personas hacen toda la temporada de la flor, que se extiende a partir de Semana Santa hasta octubre. Además, son muchos los jóvenes que por la falta de salidas laborales entran en este tipo de mercado sin ninguna formación en derechos, y precarizados.

Muchas de estas empresas ubicadas en medio de la zona agraria y los invernaderos del Maresme hace más de 10 años que trabajan en el sector agropecuario. Ha habido cambios y las condiciones han mejorado, pero la vulnerabilización de derechos y abuso se continúa perpetuando. Plata confiesa la notificación de infracciones durante la temporada de la flor, además tiene sospechas de trabajadores sin contrato por esta zona. Aunque lamenta la falta de efectividad por parte de inspección de trabajo: “A menudo si hablamos de campañas temporales de 10-15 días la Administración no actúa, pero debería hacerlo, es su función”.
Desde Unió de Pagesos, defienden que a raíz de las incidencias que ha habido en Lleida en relación con las personas temporeras, ahora la mayoría del campesinado cumple con el régimen establecido. De lo contrario, afirman que el sector de la flor mayorista no lo vinculan con el campesinado. “Las empresas que comercializan con la flor cortada son otra historia, a pesar de que se rijan por el mismo convenio, no hablamos de lo mismo. No es campesinado”, explica la jefa de prensa del sindicato.
Las festividades, celebridades o fiestas nacionales tampoco escapan del paraguas del capitalismo. Sant Jordi no está exento, y las personas temporeras que trabajan en el sector de la rosa, para que todos tengan una a recibir y/o regalar lo sufren en sus propias carnes los días previos al 23 de abril.


