Alfonso López es un periodista y dibujante que se ha dedicado al chiste gráfico y a la narrativa dibujada a través de la historieta. Pepe Gálvez es economista, guionista, conocedor de cómics y sindicalista. Ambos se han encontrado a menudo para hacer trabajos conjuntos. Recuerdan el primero y lo ubican en 1992. Fue el libro Asesinato en la mezquita que editó SOS Racisme. Antes ya habían hecho algo, sobre todo exposiciones. También para la revista ¡Más madera! Recuerdan además una exposición sobre la ciudad de Barcelona en el cómic, una maqueta con todos los personajes que habían salido de la ciudad. López dice que fue una «preciosidad», pero que pasó durante la época que había dinero. Ahora, opinan, la narrativa gráfica no está valorada ni pagada. Pero aun han encontrado cómo editar el libro 8 hores. El noi del sucre i la vaga de la canadenca.
En la contraportada podemos leer: «Como las victorias no son para siempre – como tampoco lo son las derrotas, – tenemos que velar por los derechos sociales, todavía». Y de eso va el libro, de exponer unos hechos que ocurrieron hace justamente 100 años para hacer dudar al lector sobre cómo se ha llegado hasta aquí, para mostrarle con imágenes, dando importancia a la memoria histórica en todos los sentidos, que la unión sindical, el movimiento obrero y la lucha por los derechos laborales y sociales es funcional y necesaria. Que tanto en 1919, con la huelga de la Canadenca, o en 1923 con el asesinato por parte de la patronal de un líder obrerista con altas cualidades como fue Salvador Seguí, como ahora, quien tiene el poder económico tiene el poder fáctico y los medios, pero las clases populares bien organizadas siguen teniendo la fuerza.
8 hores. El noi del sucre i la vaga de la canadenca es un cómic que nos cuenta que la huelga de la Canadenca, nombre con el que era conocido el grupo de la Barcelona Traction Co. Ltd., fue posiblo por la existencia de sindicatos únicos aprobados en el Congreso de Sants de 1918. Es un cómic que a través de sus viñetas y de las píldoras de texto extras que nos llegan como contexto nos esbozan cuáles fueron los principales hechos mundiales entre 1887 y 1923.
Son muchos años trabajando juntos temas diversos siempre vinculados a los derechos sociales y el mundo obrero. ¿Aprovecháis los 100 años de los dos hechos que le dan sentido al libro o cómo decidís lanzaros con la propuesta?
Alfons López: Todo comienza con un enfado. Salvador Seguí y yo somos de Lleida. Con varios años de diferencia nacimos en la misma calle. Ahora mismo es una zona muy degradada del casco antiguo donde sólo hay inmigrantes hombres negros solos. Además, las casas se van cayendo de viejas y allí está quedando un agujero… Yo estaba paseando por la calle Tallada y llegué donde vivía Seguí, que también es de las que ha caído, y había una placa y un pequeño mural. Y pensé que los proletarios, las clases más bajas que el noi del sucre (el chico del azúcar como se le conocía) defendía, son los que ahora están aquí: los inmigrantes, los que no tienen ningún derecho. Añadiría también los jóvenes… Esta asociación de ideas me llevó a mirar cuando se había hecho la huelga de la Canadenca y hablé con Pepe para ver si podíamos sacar esto adelante porque era mucho trabajo. Sin una subvención, una cosa así que requiere tanta documentación y tantas horas es muy difícil de hacer.
Pepe Gálvez: El problema es que el mercado no te lo paga. Hablamos con la Fundación Cipriano García y lo asumió. Comenzamos entonces a buscar sabiendo algunas cosas, pero sin haberlo estudiado no éramos conscientes del papel tan fuerte que tuvo la huelga de la Canadenca. ¡Es impresionante!
¿Qué pasó? Para quien no lo sepa.
AL: Pararon la ciudad.
PG: Comienza en unas oficinas. Y está tan bien organizada que consiguen aguantar 42 días de huelga y parar la ciudad no una vez, sino dos. Todo en una situación de excepcionalidad no democrática porque hubo estado de guerra, les habían cerrado los locales, había un ejército hecho de esquiroles, la policía, los somatenes… Había una ofensiva brutal en contra de los trabajadores.
AL: Había tantos detenidos que no les cabían en las cárceles y los ponían en barcos.
PG: De hecho, entre las dos huelgas, la de la Canadenca y la general, llegaron a 9000 detenidos. Claro, la primera fue una huelga en una empresa, no era general, pero se extendió y con solidaridad detuvieron la ciudad. La demostración de organización para algunas sensibilidades puede ser ajena, pero para mí fue muy emotiva. Era una forma de actuar solidaria, de ser capaces de organizarse y resistir. Al final consiguieron las 8 horas, pero creo que no era la primera reivindicación. Esto fue un tema de las negociaciones del momento y del gobierno de Madrid.
¿Cómo fue eso?
AL: No fue. No se cumplieron. La patronal las fue boicoteando durante años y años y años y las 8 horas reales sólo se lograron con la segunda república. Estamos hablando del 19 y hasta 1931 no se consigue.
PG: Hubo un boicot claro por parte de la patronal.
AL: Pero aquella gente se autoprotegía. ¿Cómo podían aguantar? Tenían una bolsa de resistencia donde todo el mundo ponía dinero.
PG: Tenían una estructura muy fuerte pero muy débil a la vez. Estaba fortalecida por los lazos de solidaridad, pero no tenían ningún apoyo ni reconocimiento institucional. Pero ¿qué hacen? Generan y tienen capacidad primero de sortear la militarización pero además de evitar el enfrentamiento directo porque sabían que tendrían las de perder y montan una red solidaria que les permite aguantar.
AL: Es curioso como la figura de la Mancomunitat queda desdibujada y prácticamente no interviene… El Ajuntament hace un poco de mensajero, pero los protagonistas son por un lado los empresarios y los militares de Catalunya y por otro lado el sindicato. Primero no se llamaba CNT se llamaba CRTC.
La Confederación Regional del Trabajo de Cataluña (CRTC) nació de hecho en 1910 y fue quien en 1918, en el Congreso de Sants, estableció la nueva manera de organizarse a través de sindicatos de industria o sindicatos únicos, en vez de por sectores.
PG: Claro. Esto ocurrió en 1918. A la huelga de la Canadenca se llegaba con capacidad de actuar. Si hubiera sido antes del congreso, no habrían sido capaces de hacerla. Además, ahora mezclamos cosas, pero el congreso de Sants se hace mientras está la famosa gripe española que viene de Estados Unidos. Hay un escrito de un delegado del Congreso que dice ‘cuando salía de casa para ir al Congreso, pasaba un camión para recoger los muertos’.
AL: Sale dibujado.
PG: Dejaban los muertos en la puerta y el camión o el carro los recogía. Aquella gripe atacaba la gente joven, pero los trabajadores decían que tenían que estar allí… Y es en este Congreso, donde el noi del sucre y la gente pasan de una asociación profesional para cada gremio donde cada uno tira por sus intereses a actuar conjuntamente. En cada empresa sindicato único. Y con la Canadenca, que es una empresa que tiene la electricidad, parte del gas, tiene tranvías, tiene los primeros ferrocarriles, es lo que hace que la huelga afecte tanto. Porque tienen capacidad de actuar y porque afecta a un elemento clave que es la energía y la movilidad.
En el Congreso de Sants se pasa de una asociación profesional para cada gremio donde cada uno tira por sus intereses a actuar conjuntamente. En cada empresa sindicato único
AL: Pearson fue el ingeniero canadiense que lo inicia, pero en ese momento ya había muerto en un hundimiento de un barco.
PG: El director era Fraser Lawton que dijo, y lo ilustramos en el libro, ‘mí pagar y mandar. Los obreros no tienen ningún derecho’. Y de todos, este es el elemento fundamental. Esta frase, que es tontita, es el elemento fundamental. La huelga se desarrolla y se fundamenta porque no aceptan que los trabajadores puedan negociar en condiciones mínimas de igualdad. Es una huelga que trata del poder y de la democracia. De la desigualdad de poder brutal que ha habido y que ahora vuelve y que en algunos lugares la imponen…
AL: De ahí el origen del cómic. Nos damos cuenta mirando los migrantes que estamos yendo atrás y que todo lo que nuestros bisabuelos lograron poco a poco se va perdiendo. Nada es para siempre, nada se consigue para siempre. Tienes que estar continuamente atento para defender tus derechos.
PG: Existe la tentación continua por parte de quien tiene el poder económico de querer más y esto ocurre porque en nuestra sociedad nunca se ha limitado el poder económico. Como máximo hemos avanzado en el reconocimiento de la negociación colectiva, que es lo que ellos pedían. Pedían el derecho a negociar con una cierta igualdad a pesar de saber que el otro siempre tendrá más peso económico.
Antes y ahora.
AL: Hace 7 u 8 años, a un altísimo cargo proveniente de la caja se le escapó en una conversación cuestionar porque debían existir los sindicatos.
PG: La gente joven que entra a trabajar debe negociar uno a uno qué será de él y no como conjunto que tienen los mismos intereses y por tanto deben reivindicar cosas que les afectan a todos. Esto se ha impuesto mucho y sobre todo en los sectores que están más preparados.
Esto es culpa del modelo productivo que se ha establecido donde se valora mucho más la meritocracia.
PG: Estamos viviendo una paradoja brutal con el tema de los riders, todos los que trabajan los cuidados, los inmigrantes de Lleida que trabajan de temporeros con todo lo que les ha perjudicado la pandemia… Y al mismo tiempo, estos días han pasado dos cosas fuertes. Los de Goldman Sachs diciendo que quieren trabajar 80 horas a la semana porque ahora estaban trabajando 100. Y en una auditoría de ahí los jóvenes pedían trabajar 60 horas. Son noticias de la semana pasada… Y se trata de una empresa con una honestidad comprobada que sigue como sigue después de hundir la bolsa y todo.
AL: Y tenemos la banca. Todo de gente a la que les han dicho que tenían que convencer a los clientes para pasarse a Internet y se han cavado la fosa.
La huelga se desarrolla y se fundamenta porque no aceptan que los trabajadores puedan negociar en condiciones mínimas de igualdad. Es una huelga que trata del poder y de la democracia
En contrapartida hay muchas voces que reivindican 30 horas a la semana máximo bajo la premisa de repartimos la riqueza, repartimos el trabajo.
PG: Durante un momento del siglo XX se hablaba de repartir el tiempo y a finales de siglo se le da la vuelta… La contrarrevolución se da en los años 70, se va estructurando y triunfa a finales de siglo. Hasta que estalla la crisis en 2008…
AL: Si quisiéramos hacer clases de historia económica y popular podríamos preguntar que por qué se inaugura el estado del bienestar. Se inaugura sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Se extiende en Europa porque existía la Unión Soviética y por miedo a que hubiera una serie de partidos comunistas que tomaran el poder en Francia y en Italia que estaban a un palmo. Y por eso se establece un pacto que ya no será necesario cuando cae la Unión Soviética. Así de simple. Mientras haya un enemigo, venga, que los trabajadores tengan vacaciones que en el tiempo del noi del sucre no existían. Tendrán paga extra, educación casi gratis y vacaciones… ¡Genial! Pero cuando se acaba el miedo al comunismo, ¡se ha acabado! Y se deteriora todo.
Hay que saber esto y entender los momentos históricos y las respuestas que se han dado para no repetir errores, pero evidentemente no interesa dar herramientas que ayuden a desmontar privilegios. Se afirma a menudo que la gente no sabe de dónde vienen los derechos adquiridos, no saben de donde salen las 8 horas o está el discurso que con violencia no se consigue nada.
PG: Una parte muy importante de nuestro trabajo es el trabajo de la memoria. Es un elemento clave. Nos llega la próxima semana una nueva edición del libro Miguel Núñez: mil vidas más con 37 páginas nuevas en esta edición que ganó el premio nacional de cultura.
Cuando matan el noi del sucre es el 1923, Miguel Nuñez es de 1920… Con las publicaciones atamos los momentos y podemos ver una continuidad que desgraciadamente está presente en el tema de las 8 horas. Las personas que salen en el libro 8 hores, aparecerán después en la dictadura de Primo de Rivera y en la de Franco. La voluntad de negar también sale. Sobre todo en la segunda parte del libro hablamos de como cuando ven la potencia que tiene el movimiento obrero y la capacidad de organizarse es cuando dicen que tienen que acabar con esto.
AL: Y acabar con esto significa físicamente.
PG: Hay una parte de la patronal que sí quisiera negociar, pero la que se impone, la Federación Patronal Catalana, quieren destruirlos. Una de las primeras cosas que aparecen en el libro es una denuncia que hizo la CNT en un mitin: que en una reunión de personas acomodadas de Barcelona entre las que mencionan a Cambó se habla de recoger dinero para matar a Ángel Pestaña y a Salvador Seguí.
AL: No olvidemos que Cambó apoyó a Franco. Franco tuvo un apoyo de la gran burguesía catalana.
PG: Todos actuaban en la misma línea de ‘tenemos que acabar con ellos’. No aceptaban los cambios y lo que consiguen, sí, son reformas laborales y las 8 horas, pero sobre todo lo que consiguen es que se les respete y se les tenga en cuenta. Y eso es lo que no pueden aceptar de ninguna manera.
Es una época de mucha tensión en las calles, aparte de dentro de las fábricas.
PG: Con este ‘acabar con ellos’ se inicia la guerra del pistolerismo donde evidentemente tienen más posibilidades de ganar ellos porque tienen la policía que los apoya, los militares y también las bandas que pagan. Aquí Seguí dice: ‘ey, vamos a buscar aliados para que no nos impidan avanzar en la visión estratégica, que es fortalecerse como masa organizada porque es la única manera de poder avanzar’. Y mientras se plantean y trabajan en ello, primero matan al Layret y en 1923 se lo cargan a él aunque ya había bajado la guerra fuerte del pistolerismo y los grupos de acción.
Una parte muy importante de nuestro trabajo es el trabajo de la memoria
Por medio también ha estado en la cárcel y ha sufrido más ataques… ¿Qué recursos utiliza el libro para mostrar tanta información?
AL: Nos damos cuenta de que tenemos que utilizar dos tipos de narración. La narrativa de cómic es secuencial como en el cine y la tenemos que acompañar de una narrativa más clásica con pequeñas píldoras de textos ilustrados que hacen de contexto. Ambos recursos son paralelos a medida que avanza la narración. Si hubiéramos contado todo en viñetas habríamos necesitado 600 páginas y no hay ni el presupuesto ni el tiempo para poder hacerlo. Entonces, a medida que avanzaba la narración, íbamos haciendo intercambio. Nos dábamos cuenta de cosas que teníamos que ampliar y creamos los puntos de contexto.
Empezamos con el asesinato del noi del sucre para captar la atención del lector. Es un momento muy dramático y así también utilizan una manera diferente de entrar que la de los libros de historia. Es más narrativa de película o serie de televisión: comenzar con una narración que se deja y se recupera al final. También hay algún truco narrativo como que se va perdiendo el color y hacia el final, como al principio, todo vuelve a ser negro por la situación.
Aparte de los trucos narrativos, ¿el estilo responde a algún motivo concreto?
AL: Se nota mucho la documentación, pero a pesar de ello, el estilo gráfico y el narrativo tiende a ser minimalista. El lector es bastante adulto para ver que si dibujamos una línea de mar con 4 cañas, no es necesario añadir nada más. Tenemos todos mucha educación visual y todos hemos visto muchas películas y hemos leído cómics. Trabajamos más la simplificación. Otras veces sí que toca poner un edificio concreto porque allí era donde pasaban las cosas. La ciudad era muy primitiva y no tenía nada que ver con la Barcelona que conocemos. En una página sale la Sagrada Familia y es porque ellos decían que se reunían en el campo y en ese momento ella estaba en medio de campos. O se reunían en una iglesia. O en un camión en marcha de mudanzas.
PG: Porque estaban clandestinos y el comité de huelga tuvo que hacer maravillas como reunirse arriba de una camioneta dando vueltas.
AL: Los habían ilegalizado y en la sede del local no podían ir porque los detenían. Recordaba el principio de la clandestinidad de CCOO donde la gente se reunía en iglesias o en el campo. Con el dibujo hemos querido que esto se notara.
Para difundir y compartir ideas la imprenta y el grafismo tuvieron mucho peso durante la primera parte del siglo pasado. ¿Por qué? También era complicado acceder.
AL: Era un momento que la gente empezaba a leer más. Veníamos de un analfabetismo brutal, pero en las ciudades básicamente gracias a las acciones sindicales de la CNT y en parte de la UGT y el trabajo de los ateneos populares se complementaba lo poco que se hacía en la escuela. Los niños prácticamente no iban porque se tenían que poner a trabajar muy rápido. La gente empieza a leer y la imprenta tiene un peso increíble. También es el momento más glorioso de las revistas de humor en Catalunya.
PG: En el libro hay algunos homenajes. Son invenciones, chistes.
AL: Hemos hecho ver que eran chistes de la época imitando el estilo. Aquellos años son mucho más brillantes en cultura y arte del que imaginamos. Quizás no necesariamente en España pero es el momento del jazz, Picasso empieza a ser Picasso, es un momento increíble… Incluso la música clásica tiene una evolución. Es un momento mucho más brillante de lo que puede parecer. A nivel de derechos sociales no, pero sí lo es la revuelta. La revuelta es interesante. Estamos en plena Revolución Rusa.
Los trabajadores consiguen que se les respete y se les tenga en cuenta. Y eso es lo que el poder no puede aceptar de ninguna manera
En España nada de esto afectó tanto, no participó de la I Guerra Mundial y 10 años después la crisis económica del crack del 29 también fue como fue…
PG: Una de las cosas que plantea el noi del sucre es que cuando acabara la guerra deberían estar preparados para todo lo que estaban produciendo aquí porque las fábricas en Europa no producían se dejaría de hacer y habría más paro y peores condiciones…
Cosas que vuelven a pasar cíclicamente. ¿Qué se debería hacer con estas herramientas? ¿Hay que llevar libros como este a las escuelas para trabajar la memoria histórica?
PG: Es una narración de tipo documental, es didáctica. Así que sí, debería ir a los jóvenes como herramienta para la misma memoria y ver relaciones con el futuro. También un consejo de redacción lingüística lo ha recomendado para estudiar algún grado de catalán. Todo uso es bienvenido, pero por su visión más didáctica va de cara a la juventud y a un sector no tan joven que no ha conocido esto.
AL: Hagamos una encuesta y de aquí alrededor a saber quien sabe que es la huelga de la Canadenca.
Claro, está la parte de llenarse de cultura general, pero más allá de tener conocimiento, muchas generaciones jóvenes, y no tanto, se encuentran con muchos impedimentos en el mercado laboral. Parte de la población activa ha crecido en una crisis constante y no sabe cómo luchar para alcanzar derechos.
AL: Es como lo de la pandemia. La gente piensa que esto es el fin del mundo. No es nada comparado con una posguerra. Del 1940 al 1946 murieron cerca de 40.000 personas de inanición. Por las mañanas tú salías y veías gente muerta en la calle… Nosotros somos del 1950 y ya no coincidimos con la posguerra dura, pero.
Sin comparar y hablar de mejor o peor, pero ahora hay nuevas dificultades como el concepto de la individualidad.
PG: La acción colectiva es necesaria y una de las cosas que ha conseguido el pensamiento único del neoliberalismo es el individualismo hiperconectado: ‘tú entras, negocio contigo sin hablar con el resto ni ver cómo les afecta tener o no tener lo que tienes tú ‘. Pero al mismo tiempo todos estamos muy conectados porque todos vamos con el teléfono… No tiene sentido no elaborar una realidad conjunta y no partir de posiciones colectivas en el trabajo. El individualismo domina. Madrid es el ejemplo claro
AL: Y preparémonos ahora con lo que viene con el teletrabajo porque es perfecto para el sistema. Estás solo en casa y me dirás que puedes trabajar cuando quieras… Yo también soy autónomo y trabajo en casa, pero resulta que no tienes interacción con los compañeros, será más difícil montar una huelga… Ya hay estudios que dicen que la pobreza que supone hacer una videoconferencia en vez de una conferencia presencial no tiene comparación.
La acción colectiva es necesaria y una de las cosas que ha conseguido el pensamiento único del neoliberalismo es el individualismo hiperconectado
Y lo que dices de la flexibilidad es falso. Porque tal vez te toca trabajar 8 horas pero divididas a lo largo de 12…
AL: Y al final estás todo el día trabajando.
PG: Claro. Hablar de las 8 horas era una forma de decir ey, 8 horas para trabajar, pero luego tener 8 horas para descansar y 8 horas para formarnos. Es una reivindicación de la vida.
Hay países que han puesto leyes de desconexión digital.
PG: Es la gran batalla de los algoritmos, de quien los domina que está construyendo a nivel mundial un oligopolio… Son 4 al final: Google, Amazon, Facebook y Apple. Tienen más PIB que el conjunto europeo casi y tienen una concentración de poder que les permite imponer condiciones ante la ciudadanía que por mucho que sea mayoritaria, pierde. De todo ello hablamos en el epílogo, de la democracia económica. Debemos controlar el poder económico porque si no lo hacemos, perdemos nuestra vida.
AL: Y en relación al poder, el protagonismo en aquella época era mayoritariamente masculino. No quiere decir que no hubiera mujeres implicadas, pero nos ha costado… Sí que hacían huelgas, pero en el aparato dirigente no se encontraban en ninguna parte. Siempre que hemos podido hemos dibujado mujeres pero era complicado.
PG: Hay un precedente que es la revuelta del pan que la hacen las mujeres.
Tiene que ver con el papel de la mujer en el mercado laboral y también con la doble jornada laboral que tenemos una vez estamos dentro.
PG: Entonces empieza a haber movimiento dentro del obrerismo y hay mujeres como Emma Goldman, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin… Después habrá el incendio de Chicago. Con todo, la lucha por los derechos de la igualdad de la mujer nacen en el movimiento obrero. Aquí, la mayoría de mujeres trabajaban en el sector textil. Hay una huelga que hacen en solidaridad, pero al final, más allá de esto, cuando hay represalias y los hombres están en prisión ellas eran las que se organizaban para sobrevivir.
AL: Hay una manifestación de mujeres disueltas por la guardia civil y te puedes imaginar como lo hacían, a golpes de culata…
Ahora en teoría hay una legislación que prohíbe según qué y las prácticas son dudables…
PG: Piensa que coincidiendo con la segunda huelga es cuando se empieza a aplicar la ‘ley de fugas’, que te matan.
Igualmente, a Salvador Seguí lo mataron pagando, sin acogerse a ninguna ley.
AL: Algo muy interesante que hemos intentado reflejar es el pensamiento de él. Dicen que hizo una novelita, no está comprobado… Él era una persona de práctica y en un momento determinado deciden matar al tipo que está defendiendo una acción reivindicativa no violenta. Y con ello, la patronal lo mata. Esta reflexión es muy dura. Pero claro, matas precisamente a quien es más peligroso. ¿Como te enfrentas a alguien que está diciendo ‘vigilemos con las armas’? Hay un momento en que en la CNT se queda en minoría.
PG: En el libro no hemos entrado, pero le hicieron un juicio popular y él, no se sabe porque, si cansado de la guerra interna, se va al campo de Tarragona. En una de las charlas que hace dice que hacen falta ‘militantes intelectualmente preparados que son más necesarios que no los luchadores callejeros heroicos’. Tiene una visión de hegemonía y no es Gramsci, que lo matan con 33 años, tal vez a los 50… Plantea que hay que ganar la hegemonía de la sociedad y tiene una visión sobre que el sindicalismo sociopolítico debe ir más allá de reivindicaciones laborales y llegar al conjunto de la sociedad.
AL: Él piensa a largo plazo, con una gran capacidad de análisis, y lo matan porque tenía una inteligencia natural. Ahora estamos faltos de hombres y mujeres con liderazgo natural. Porque muchas veces tenemos líderes auténticamente inútiles. Él era un auténtico líder natural.
PG: Es un momento determinado que por diversas circunstancias confluye gente bastante potente. Existe Peiró, Piera…
AL: Está Pestaña… Hemos querido remarcar que no todo lo hizo él.
Quien tiene el poder económico siempre quiere más y esto ocurre porque en nuestra sociedad nunca se ha limitado
Es lo que comentábamos antes sobre la importancia de la unidad de acción. Hay algunos casos más recientes donde también se ha dado, pero cuesta por diferencias políticas y división de intereses.
PG: Es un tema complicado. La CNT fue bastante sectaria. Seguí pacta también con UGT y dice que ‘si no nos juntamos todos, no lo vamos a parar’, que sin estar todos, no se hará suficiente fuerza. No hemos entrado porque es muy complicado.
AL: Tenía muy buena relación con Companys también.
PG: Tenía muy buena relación con todos menos con la patronal. Y él buscaba alianzas y se llevaba bien con todos… menos con Lerroux. Coge un odio muy fuerte a los partidos de alguna manera. Él reivindica la autonomía del sindicato, pero tiene muy clara la unidad de los que están en el mismo lado.
AL: Con Companys no está demostrado que se conocieran de pequeños, pero ambos eran de Lleida
Hay voces a quienes les chirría su catalanismo.
PG: Él era catalanista, pero su discurso es que éramos confederalistas. Era universalista no nacionalista, pero evidentemente no podía estar de acuerdo con visiones centralistas, era entrar en contradicción con su naturalidad. Tuvo muy buena relación con Companys y no la tuvo mala con Macià.
AL: De hecho Macià en el último momento le avisa.
PG: Hubo dos atentados previos. Un lo explicamos en el libro y el otro no… La noche anterior hubo una situación rara donde parecía que iban a por ellos… La gente se encontraba alrededor de plaza universidad y se conocían todos. A veces estaban ellos en un bar y los pistoleros estaban un poco más allá…
Volviendo al tema del grafismo, ¿Pagès editors es la primera vez que hacen novela gráfica?
AL: Y además pretende publicar en catalán, que esto es una novedad ¡porque no hay! No se produce con autores de aquí.
PG: Más que publicar en catalán es también publicar autores catalanes en catalán.
Puede que ahora esté volviendo? Vinculado con la historia se están haciendo exposiciones. De hecho hace poco en el Palau Robert había una exposición que abordaba la tarea del Comisariado de Propaganda de la Generalitat republicana para luchar contra el fascismo durante la Guerra Civil. Hablar y exponerlas, ¿puede dar pie a que se generen de nuevo?
AL: Pueden ser modas.
PG: La riqueza del grafismo de los años 30 hasta la segunda república y la guerra es brutal. No lo hemos valorado suficiente. Ahora es más variado y el cartelerismo casi ya no existe y funciona todo alrededor de las redes.
AL: El cómic no morirá, pero a veces se hacen tirajes muy cortos… El cómic americano y el manga es otro tema, pero hay poca producción nacional.
PG: Como objeto sensorial no tiene comparación con una tableta y continuará como heredero de aquel grafismo, pero muchos libros tienen tiradas muy pequeñas.
Cultura no es sólo que entendamos todos el catalán. Cultura también es una manera, la nuestra, de expresar como se entiende la vida.
¿Por qué?
AL: Estamos en un momento que todo viene de fuera. Nuestra manera de ser, la cultura, que la madre le diga a su hijo ‘la madre que te parió’, a un americano no se le ocurre. Nuestra manera de actuar está en peligro. El cine catalán con la pandemia se ha ido al carajo. Cultura no es sólo que entendamos todos el catalán. Cultura también es una manera, la nuestra, de expresar como se entiende la vida. Falta cuidar los modos de expresión.
PG: Lo que decíamos de individualismo hiperconectado: llegan de todas partes inputs, series, cómics, memes… Pero hay muy pocas obras que nacen de experiencias de aquí, cercanas, que tengan el contenido y recojan experiencias, sensaciones y vivencias. De aquí o Guadalajara. Tenemos más claro lo que pasa en Brooklyn o Harlem que no lo que pasa en la Torrassa.
AL: En el libro, hay un momento en que él y su compañera están merendando en el espigón. La gente no sabe que hasta los años 60 del espigón era el lugar popular porque era gratis y además se hacía un pescaíto frito muy barato que pescaban allí junto… Lo colocamos allí porque sabemos que iba a merendar. Allí? Pues sí, los barceloneses pobres iban allí
No saber qué hacían los obreros a principios de siglo más allá de no saber nada sobre el mundo laboral entonces también tiene que ver con el urbanismo. La reestructuración de la ciudad en sí en diferentes fases, de manera radical por los juegos olímpicos ha cambiado todo el entorno…
PG: Seguramente tiene que ver con esto, pero también con el presentismo. Hemos vivido siempre, sobre todo antes del 2008, hacia delante. Y no tenía sentido como sociedad consumista pensar en por qué antes había ido peor. No queríamos saber de dónde venimos, nos interesaba más saber cosas sobre los que vivían mejor. La lucha cultural americana era brutal y esto es una pérdida importante de tu identidad… No vives en Brooklyn, vives aquí y tu abuelo vivió ye hizo todo esto. No lo puedes ocultar.


