Según un estudio, aún no finalizado, que está elaborando el Consejo Superior de Evaluación (CSA), durante los últimos 15 años el uso del catalán ha sufrido una disminución progresiva en los centros educativos, tanto en lo que se refiere a los alumnos cuando hablan entre ellos como cuando se dirigen a sus profesores, pero también en lo que se refiere a la lengua con la que los profesores imparten sus materias. “Teníamos la percepción de que esto era así y ahora disponemos de datos, reconocemos que la situación social de la lengua catalana es preocupante y que en los últimos años no se ha hecho suficiente, y por eso debemos pasar a la acción”, ha explicado González-Cambray, en rueda de prensa conjunta con la consejera de Cultura, Natàlia Garriga.

Este pasar a la acción se traduce en un plan a cuatro años vista, que esta misma tarde se ha explicado a todos los centros educativos por videoconferencia, y a través del cual el Departament quiere que todos ellos hagan, primero, un autodiagnóstico sobre la su situación en cuanto al uso de la lengua, y a partir de ahí un plan, enmarcado en su proyecto lingüístico de centro, sobre las actuaciones que deben llevarse a cabo para fomentar el catalán, en el horario lectivo y no lectivo. Por eso, cada centro deberá disponer de un Grupo Impulsor (GI) formado por docentes de los diferentes niveles y un miembro del equipo directivo, con el acompañamiento de los ELIC (equipos de asesoramiento en Lengua, Interculturalidad y Cohesión social).

La idea es que en el tercer trimestre de este curso 2021/22 ya se puedan activar los primeros 200 GI en centros de diferentes tipologías, etapas y ámbitos territoriales, y que hasta 2024/2025 se activen 1.000 más cada curso. Para realizar este autodiagnóstico, este trimestre un equipo formado por técnicos del Departament y del Consorci de Normalització Lingüística están acabando de definir los indicadores que se utilizarán. La activación de un GI será obligatorio para todos los centros educativos de primaria, secundaria y FP, públicos y concertados, y también deberá intervenir en las actividades no lectivas, en coordinación con las empresas o entidades que gestionan el comedor o las extraescolares. La guardería se deja para más adelante.

“El Govern entra en una nueva etapa en cuanto a la política lingüística”, ha explicado Natàlia Garriga, la cual ha enmarcado esta actuación del Departament de Educació como la primera de muchas más que se harán en diversos ámbitos, y en colaboración con otros departamentos, para contrarrestar la tendencia a la baja en el uso social del catalán. Garriga ha querido recordar que hace cuarenta años se adoptaron dos compromisos en relación con el catalán: que todo el mundo que vive en Catalunya lo conozca y que se pueda utilizar en todos los ámbitos. Según ha dicho, no sólo no se han logrado ninguno de estos dos compromisos, sino que “los indicadores nos dicen que nos estamos alejando”.

Datos preocupantes

En cuanto al estudio del CSA, hoy se han facilitado únicamente tres datos, todos ellos referidos a 4º de ESO, que demuestran esta tendencia a la baja, muy acentuada en los últimos años. Los datos comparan los resultados de una encuesta realizada en 2021 con las mismas preguntas formuladas en 2013 y 2006. Así, por ejemplo, cuando se pregunta a los alumnos en qué lengua se dirigen al profesor dentro del aula, el 39, 4% dicen que siempre o casi siempre lo hacen en catalán, mientras que en 2013 ese porcentaje era del 53,9% y en 2006 del 56%. También es cierto que quienes dicen quienes contestan que nunca lo hacen en catalán son el 5,3% y que en 2006 esto lo decían el 11,4% de los encuestados.

Evolución del uso del catalán del alumnado para dirigirse al profesorado dentro de la clase

También disminuye el uso del catalán entre el alumnado para las actividades en grupo. Si en 2006 el 67% de los alumnos se relacionaban siempre o casi siempre en catalán en sus actividades grupales, en 2021 sólo lo hacen el 21,4%. En este sentido, el conseller ha recordado que “este hecho es especialmente relevante porque los cambios en los modelos pedagógicos dejan atrás las clases magistrales y la relación entre el alumnado tiene un papel más preponderante en el desarrollo del aprendizaje”.

Evolución del uso del catalán del alumnado para las actividades en grupo

Pero el dato posiblemente más sorprendente es sobre la evolución del uso del catalán del profesorado para dirigirse a todo el grupo. En 2006 el 63,7% del profesorado se dirigía a su grupo en catalán siempre o casi siempre, en 2013 este porcentaje había descendido ligeramente, hasta el 61,1%, y en 2021 el dato ha mermado hasta el 46,8%.

Evolución del uso del catalán del profesorado para dirigirse a todo el grupo

Causas y contextos

A la hora de señalar las causas de esta drástica caída en el uso del catalán en las aulas, el secretario de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, ha apuntado, por un lado, las nuevas metodologías, puesto que los alumnos interaccionan mucho más entre ellos, lo que hace que se dejen llevar por la misma tendencia que hay en la calle de favorecer al castellano cuando en un grupo hay una sola persona que no domina el catalán. Al respecto, el conseller Cambray ha advertido de que las metodologías activas deben mantenerse, porque “la escuela ya no es la de hace veinte años y no se basa en la clase magistral”. El otro factor que ha indicado Vila es que “vivimos un proceso migratorio constante”, que no es nuevo, pero sobre el que no se ha actuado con la misma determinación que se hizo en la primera década del siglo XXI, cuando por ejemplo se crearon muchas aulas de acogida.

La entidad Plataforma per la Llengua ya hace tiempo que había advertido del bajón del uso del catalán en los patios, si bien a través de un estudio que desde el Departament se consideró que no tenía suficiente solidez científica.

En octubre de 2018, el Departament presentó el “nuevo modelo lingüístico del sistema educativo catalá ”, con el que se quería reforzar la competencia lingüística del alumnado, de bilingüe a plurilingüe. Se pretendía superar la lógica de la inmersión para que el objetivo, en materia lingüística, fuera más allá del dominio del catalán y del castellano, y conseguir que el alumnado termine la etapa obligatoria con un buen nivel de inglés y francés y habiendo estado en contacto con otras lenguas como el árabe o el chino.

Este plan (que, según ha dicho hoy la secretaria de Transformación Educativa, Núria Mora, “sigue vigente” y “no es incompatible” con el otro), originó una cierta polémica porque dejaba abierta la puerta a que, en determinados sitios de Catalunya donde el uso del castellano es muy minoritario, el centro educativo pudiera decidir impartir alguna materia en castellano. Desde algunos sectores independentistas quiso convertirse esta pequeña excepción en un intento encubierto de enterrar la inmersión lingüística, una acusación poco consistente entonces y ahora.

González-Cambray: “La escuela ya no es la de hace veinte años y no se basa en la clase magistral” | Foto: Departamento de Educación

“El catalán es y seguirá siendo la lengua vehicular en todos los centros, es una lengua que aporta equidad e igualdad de oportunidades y nos da identidad como pueblo”, ha afirmado el conseller de Educación, que se ha mostrado muy crítico con los tribunales de justicia, y en concreto con una reciente sentencia del TSJC que anula el proyecto lingüístico de una escuela pública de Llagostera por no incluir que el 25% de las materias se impartirán en castellano. Según el conseller, esta sentencia, y otras del TSJC en el mismo sentido, no son firmes, ya que están recurridas en recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que en casos similares ha sentenciado que ese 25% sólo debe aplicarse en el aula donde se encuentra el alumno que insta la acción judicial.

Para González-Cambray, “basta con que los tribunales quieran imponer políticas educativas; nuestro sistema educativo tiene cerca de 1,6 millones de alumnos y en quince años sólo 81 han pedido las clases en español”.

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