Anna Caula fue entrenadora superior de baloncesto de la Federación Española de Baloncesto (1996), responsable del programa de tecnificación de las comarcas de Girona, entrenadora de la Selección Catalana Mini Femenina con la Federación Catalana de Baloncesto y del primer equipo femenino del UNI Girona (2008-2014) y dirigió la selección española Sub20 femenina (2012-2014). También fue entrenadora de diferentes clubes de baloncesto de Girona –como el Grupo Excursionista y Deportivo Gironí (GEIEG), el CB Banyoles, el CE Maristes Girona y el CE Santa Eugenia– y durante las seis temporadas al frente del UNI Girona consiguió el ascenso a la Liga Femenina, dos segundos puestos en la máxima competición española, dos participaciones en la Copa de la Reina, dos presencias en los playoffs y una final de la Supercopa.

Tu vida deportiva, ligada al baloncesto, tuvo muchos éxitos, ¿Encontraste muchas dificultades?

Si y no, muchas veces en el día a día vas enfrentando los retos que vas encontrando. Ser mujer no facilita el camino pero a veces eres consciente a posteriori. Vi un documental Hijas de Cynisca, que recomiendo ver, y para mí fue un impacto identificar distintas fases de mi vida comprimidas. Fue como una bofetada en positivo siendo consciente de la cantidad de obstáculos que debemos superar. Ya eres consciente de ello pero cada día vas superando los obstáculos que vas encontrando, cuando los ves todos conjuntamente piensas que las cosas no deberían costar tanto.

Fuiste entrenadora de equipos femeninos, los eternamente invisibles, también en el baloncesto.

El baloncesto podríamos decir que es uno de los deportes pioneros en este sentido, pero no significa que estemos en una óptima situación. Poco a poco ha habido más visualización de partidos, sobre todo en directo. La experiencia de la UNI Girona es muy buena, cuando la gente lo prueba va repitiendo y acabas llenando un pabellón con 5.000 personas. Creo que será el cuarto evento de Catalunya y sin embargo la proyección mediática es un techo de cristal que todavía no se ha roto.

¿Cómo fue el paso del deporte a la política?

Fue curioso, porque fue una coyuntura muy concreta de país, a partir de la candidatura de Junts pel Sí, una candidatura que unió perfiles políticos tal y como los tenemos entendidos y perfiles de la vida social, deportiva o cultural de nuestro país. Yo llego desde aquí, del mundo del deporte, como mujer, como independiente, con un proyecto de país muy concreto y dando un paso adelante por un ideal de compromiso republicano desde hace mucho tiempo.

¿Qué te encontraste cuando accediste al cargo de la Secretaría General de Deportes?

El mundo del deporte está todavía, socialmente, por descubrir. Tiene una potencia de transformación social muy grande y lo digo desde la experiencia porque he crecido en ella, diría que me he creado, mi ADN ha sido formado, en gran parte, por estos valores del deporte. Lo que si he ido descubriendo es que es más inmenso de lo que ya creía, en Catalunya levantamos una piedra y encontramos deporte. La gente es creativa, tenemos 19.000 entidades, en un fin de semana tenemos millones de catalanas y catalanes haciendo actividad física y sabemos que todo lo que rodea al deporte es salud en todos los niveles: es salud física, es salud emocional, es cohesión social , tiene un punto de transgresor, complicidad de saber que sin los demás los objetivos no son posibles… todo esto se ha multiplicado.

Deporte y pandemia, un momento de oportunidades y, también, dificultades.

El virus se transmite en el entorno, en la sociabilidad. El deporte es esto: socialización, convivir, actividad de persona a persona, y esto ha comportado tener que restringir ciertas actividades pero sin embargo ha sido una oportunidad para que todo el mundo tomara conciencia de que era muy necesario el deporte y la actividad física para la nuestra calidad de vida. Lo hemos visto durante el confinamiento, multitud de imágenes que mostraban cómo la gente incorporaba actividad: improvisando una mesa de ping pong en casa, o buscando un tutorial para realizar una sesión de cualquier deporte. Hemos entendido, en el momento que nos lo han restringido, que era muy necesario a muchos niveles y creo que esto ha llegado para quedarse, no es como un deseo efímero de fin de año. Lo estamos viendo en los distintos indicadores: más fichas que nunca en federaciones,

Para las mujeres, ¿también ha sido un buen momento?

Creo que estamos en un momento de trasiego, de cambios. Hay diferentes períodos que no sabes porque las cosas no acaban de arrancar, pero ahora hay una rebelión de las mujeres en el deporte. Hace unos 4 años hubo un 8 de marzo en el que las mujeres nos desacomplejamos, no queremos tener que pedir permiso para hacer las cosas, es nuestro derecho y nos corresponde; éste es, también, el sentimiento de las mujeres deportistas, hace mucho tiempo que estamos, hace mucho tiempo que merecemos las mismas condiciones y oportunidades para disfrutarlas y ahora es como un tsunami deportista, ayudado por referentes concretos como el triplete del Barça, pero no son logros anecdóticos, sencillamente está aflorando y visibilizándose. Dicen que lo que no se nombra no existe y durante mucho tiempo el deporte femenino ha sido esto, algo que no era nombrado pero que existía.

Deportes populares versus deporte espectáculo, ¿es realmente una dicotomía? ¿Cómo afecta a las mujeres?

Tenemos que rehuir estas dicotomías, en el deporte las tenemos a menudo: ¿qué es mejor deporte escolar o deporte federado? ¿Es necesario deporte de base o deporte de élite? Hablamos mucho de economía circular y yo hablaría de deporte circular. El deporte puedes vivirlo de mil maneras diferentes, depende de la etapa de tu vida, de tu entorno… puede ser deporte ocio, deporte turismo, deporte de alto rendimiento, deporte inclusivo… tiene tantos registros que te puede acompañar de diferentes maneras dependiendo de los momentos de tu vida y uno retroalimenta al otro. Por ejemplo, el deporte base a menudo necesita reflejarse a donde quiere llegar y al revés, el deporte de élite, sencillamente es la culminación de un trabajo bien hecho.

Tanto tú como la Consellera de Vicepresidencia ha expresado que esta es la legislatura del deporte femenino, ¿cómo se plantea el reto?

Hace mucho el hecho de ser la segunda Secretaria General de Deportes que es mujer, nos expresamos diferente y también somos conscientes de nuestras necesidades o carencias porque lo hemos vivido. Diferenciaría dos ámbitos, a veces pensamos en grandes acontecimientos que pueden transformarlo todo, pero también está patente en el día a día, en cada discurso, en cada acto, en cada mesa en que participamos. Es dar esa mirada desde la conciencia, las cosas sólo las puedes cambiar cuando eres consciente de que se necesitan cambios y, después, desde acciones concretas: hay que visualizar, tener referentes, que las niñas y los niños cuando piensen en deportistas de primer nivel, protagonistas de las pistas de cualquier pabellón les venga a la cabeza tanto una figura femenina como una masculina. Por eso estamos planteando un congreso de deporte y mujeres muy ambicioso para sacar reflexiones, propuestas de acciones que pueden llevarse a cabo. También es necesario cambiar miradas en otros sentidos, por ejemplo la medicina deportiva donde hace poco se hacía medicina de hombre con cuerpo de mujer y también tiene este sesgo y es necesario dar perspectiva de género. Se trata de abrir campos en los que no nos habíamos detenido, o no lo suficiente, a reflexionar.

Éste es un artículo original de La Independiente.

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