Nacida en Vielha (Val d’Aran), es miembro del club CAEI -Club Aranés de Deportes de Iuèrn-. La evolución de su carrera deportiva se ha consolidado, al frente de la clasificación en pruebas de ámbito catalán y estatal, y cogiendo experiencia a nivel internacional. En este sentido, en 2020 participó en su primera gran competición internacional, los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud de Lausana (Suiza), cuando apenas tenía 17 años. En esta temporada ha conseguido dos victorias destacadas: en la prueba FIS de Lles de Cerdanya y en la Balkan Cup, celebrada en Zlatibor (Serbia). Obtuvo el billete para el Campeonato del Mundo Junior de Esquí de Fondo, que tuvo lugar en Lygna (Noruega) el pasado mes de febrero.

¿Cómo empezaste a realizar esquí nórdico?

Desde pequeña mis padres me introdujeron en el mundo del deporte, haciendo natación, patinaje artístico y probé el esquí cuando era pequeña. Empecé con esquí alpino hasta que probé el esquí de fondo, cuando tenía 6 años. Estuve combinando ambos, el fin de semana el sábado alpino y el domingo esquí de fondo. A la hora de competir, cuando tenía 14 años, me decanté por el esquí de fondo. Aquí en Aran hay facilidades con programas para compatibilizar la escuela y la práctica del esquí, por eso pude dedicarme.

¿Cuáles son las dificultades que te has encontrado por ser mujer y deporte minoritario?

Es un deporte que, en este país, no es muy reconocido, no existe cultura de nieve, en general. Es un deporte que cuesta, también se ha empezado más tarde que otros países, como los nórdicos que llevan toda la vida haciendo esquí de fondo, cuando estudian tienen asignaturas sobre el esquí de fondo, van a la escuela haciendo esquí de fondo. Aquí cuesta más, ya empezando por la proximidad de la nieve o una gran cantidad de horas de viaje para ir a competir. Yo lo he tenido más fácil para compatibilizar con los estudios, pero igualmente no es fácil hacer ambas cosas y no hay tanto reconocimiento. Por el hecho de ser mujer, tengo suerte de estar en un deporte así, aunque debería ser el mismo en todos los deportes, porque se nos respeta y reconoce de la misma forma que a los chicos, creo que es un deporte bastante igualitario, bastante equilibrado entre mujeres y hombres. Lo que sí encuentro es que faltan referentes femeninos, mujeres que practiquen el esquí de fondo; hay pocas mujeres a nivel nacional, a nivel internacional hay más pero siguen siendo muchas menos y no sólo hablo de atletas sino también entrenadoras, técnicas, skiwoman’s, de todo. Tener referentes impulsa a saber que es posible.

¿Cómo ves dedicarte profesionalmente al esquí de fondo?

Es difícil dedicarse profesionalmente a ser esquiadora de fondo, no significa que no sea posible, pero como decía antes hay más dificultades aquí que en otros países. Claro que, como todo, es proponérselo.

¿Has participado en las olimpiadas juveniles, que ha significado para ti?

Competir es una manera de superarte, de saber dónde puedes llegar. Estoy muy orgullosa de tomar el camino de la competición en mi vida porque a pesar de tener que renunciar a otras muchas cosas el hecho de competir te hace madurar muy rápido. A lo mejor es una vida dura y podría aprenderse por otros caminos, pero las alegrías que se suman y ver que lo que trabajas se refleja en lo que haces es muy satisfactorio.

¿Cuáles son los retos de futuro que te marcas?

A nivel vital simplemente crecer como persona e ir aprendiendo de lo que se va presentando. A nivel deportivo voy más allá y me marcó retos más grandes: competir a nivel internacional, en la copa del mundo y si dejo la competición seguir siendo dentro de este deporte de otra forma, siendo entrenadora, ayudante… tengo claro que es un deporte que nunca acabaré de dejar.

Esta temporada te ha convocado la RFEDI (Real Federación Española Deportes de Invierno) para evaluar tu rendimiento.

Si, yo estoy en la Federación Catalana pero la federación española me convoca para evaluarme para participar en el equipo estatal juvenil, esto me permitiría competir a nivel internacional con otra proyección. En las olimpiadas juveniles fue una experiencia, aunque no llevó a mí máximo me ha enseñado muchas cosas y ver cómo nos situamos en el ámbito internacional.

Éste es un artículo original de La Independiente.

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