La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la salud y hoy, en el marco del día mundial de la seguridad y la salud en el trabajo, CCOO y UGT reclaman establecer “la prevención en el centro de la recuperación”.
El año pasado 85 personas murieron en su puesto de trabajo y se produjeron más de 200.000 accidentes laborales, un 25% más que en 2013. Desde UGT, Núria Gilgado, secretaria de Política Sindical, asegura que es necesario reivindicar “la salud laboral como derecho fundamental y los datos demuestran que hoy en día no lo es”.
Los servicios, de nuevo, han sido el sector con más accidentes laborales, con casi cincuenta y ocho mil, aunque el sector no estuviera del todo operativo por la pandemia. Seguidamente, la industria con veinte mil incidentes, la construcción con más de doce mil y la agricultura con casi dos mil.
Si se hace una distinción territorial, Barcelona acapara, de nuevo, la mayoría de los accidentes con baja laboral, con más de un 70%, seguido de Girona con casi el 12%, Tarragona con más de un 10% y Lleida con un 7%.
Por otra parte, Núria Gilgado ha destacado los riesgos de que no estén declaradas todas las enfermedades profesionales en Cataluña. Mientras que en 2019 se diagnosticaron casi tres mil quinientas enfermedades sólo se han declarado dos mil doscientas. Asimismo, ha reclamado que “hay que fomentar la búsqueda de enfermedades laborales para investigar su origen” y ha vuelto a pedir que se reconozca de una vez por todas el COVID-19 como enfermedad profesional “para tratar el COVID persistente”. También ha denunciado la infradeclaración de enfermedades profesionales causadas por agentes cancerígenos. Mientras en 2021 sólo se declararon seis casos, la OMS estima que en España unas diez mil personas murieron por cáncer relacionado con el trabajo.

Ambos sindicatos coinciden en la importancia de modernizar la ley de prevención de riesgos laborales que contemple los nuevos retos digitales y tenga una perspectiva de género real. Cristina Torre, secretaria de Acción Sindical y Mònica Pérez, responsable de Salud Laboral de CCOO han pedido “cambios en el modelo de prevención de riesgos laborales” y han solicitado a las administraciones públicas “una mejora en el sistema de notificación y el registro de los accidentes” para que exista una protección efectiva de los trabajadores y trabajadoras.

Aunque reconocen que los ERTO durante la pandemia, el aumento del salario mínimo a los mil euros o la nueva reforma laboral son pasos para una mejor salud laboral aseguran que todavía existe un largo camino para erradicar la siniestralidad laboral.
Las víctimas del amianto, una deuda social, veinte años después
El manifiesto también hace mención especial a las víctimas del amianto, en el día de la siniestralidad laboral. Aunque hace ya más de veinte años que se prohibió el uso del material para la construcción por los daños que tenía en la salud, todavía hoy hay personas con patologías respiratorias provenientes de la elevada exposición. Núria Gilgado, ha celebrado que se haya avanzado en la reivindicación histórica de un Fondo de Compensación que indemnice a las víctimas. Aunque todavía está en proceso de enmiendas, “es un primer paso” ha aplaudido.