— El propietario nunca ha hecho nada por ‘El Barco’, una vez arregló un par de tuberías. Incluso la fachada la hemos tenido que pintar nosotros-, dice José Soro, vecino de la primera planta, mientras señala parte de la tubería.

— El tema no es el propietario, José —rechista Ricardo— Sino el que está por venir, que son los que quieren terminar con el edificio.

En la calle de la Riba número 30 encontramos ‘El Barco’, un edificio de ocho plantas, construido entre 1949 y 1951 por el arquitecto municipal de Esplugues de Llobregat, Climent Maybés i Gaspar, y comprado posteriormente por el empresario Miguel Bonet.

Fachada lateral de ‘El Barco’ donde se puede entrever el deterioro del bloque junto con la ropa tendida de los vecinos | Sara Aminiyan

Entre las dos fachadas exteriores que visten el edificio, viven un total de 38 familias. Los pasillos, largos y amplios, comunican cada uno de los pisos, y simulan las cabinas de un barco. “Antiguamente, cada una de las porterías tenía una luz frontal, y únicamente se escuchaba la brisa del mar. Parecía que estuvieras en un barco, de aquí viene el nombre”, relata Antonia, otra vecina del primero.

Si nos remontamos a la historia del edificio, las grietas de ‘El Barco’ han sido punto de acogida de centenares de migrantes a lo largo de su periplo. En los años posteriores a su construcción, decenas de ciudadanos de zonas rurales deprimidas de Andalucía llegaron a la ciudad de Esplugues en busca de trabajo, y ‘El Barco’ fue el campamento base. Hasta 240 personas llegaron a vivir al mismo tiempo. Y la población del municipio se llegó a multiplicar por 10. Más actualmente, a finales de los 90 y principio de los 2000 la procedencia fue cambiando de origen, y las nacionalidades se situaban entre la zona del Magreb y América Latina. Ahora conviven generaciones posteriores al boom migratorio andaluz, como es el caso de José Soro, junto con vecinas latinoamericanas, subsaharianas y del Magreb.

José Soro lee uno de los contratos de arrendamiento de la finca urbana | Sara Aminiyan

En términos legales, la situación pende de un hilo, y sus vecinos navegan en un mar de dudas e incertidumbre. El ayuntamiento de Esplugues de Llobregat, liderado por el partido del PSC, efectuará su expropiación durante el mes de octubre. Según el Plan General Metropolitano de Barcelona de 1976, la tierra donde está edificado ‘El Barco’ es zona verde. Y entre los planes de la administración, la idea principal es acoplar el suelo al parque natural que lo envuelve, y, por tanto, su derribo.

Algunas voces expertas en contra de la destrucción del bloque se apoyan en el valor patrimonial y social de ‘El Barco’ como ejemplo testimonial de la historia del municipio, así como la relación entre la vivienda social y la arquitectura racionalista. La estudiante de arqueología e historia, Irene Garcia Muñoz, con su trabajo ‘El Barco: 70 años de historia, arquitectura y vida (1949-2021)’ matiza la importancia de la presencia del edificio como un elemento patrimonial de Esplugues que ayuda a explicar el pasado y el presente de la ciudad. “Un testimonio real de la historia del siglo XX y parte del siglo XXI”.

Esther Alquézar, profesora del Instituto Joanot Martorell, vecina de Esplugues e impulsora de la plataforma ‘Salvem el Barco’, denuncia los pretextos del ayuntamiento para derribar el bloque, dejando sin opciones el proyecto, como seria una recalificación del terreno o la rehabilitación.

“Para mí el Barco es un ejemplo de vida en comunidad. Ahora nos quieren echar de aquí, y a mí lo que me irrita más es el hecho de tener delante la Baronda, un edificio del ayuntamiento quien pidió su expropiación y que ahora lo usan para sus fiestas, eventos y alquiler, pero para nosotros no hay más opción que la de echarnos fuera”. Explica a regañadientes Ricardo.

Vista general desde ‘El Barco’. La Baronda en primer plano y como elemento central | Sara Aminiyan

Pla Caufec

Vecinos como Ricardo y José entienden el plan del ayuntamiento como un trámite para repoblar Esplugues con otro tipo de ciudadanos y ciudadanas con un valor adquisitivo más elevado. Y esto liga perfectamente con el nombrado ‘Pla Caufec/Porta Barcelona’, un plan urbanístico aprobado en 2005 que afecta directamente a la zona del Baix Llobregat. En el caso de Esplugues, el ayuntamiento ya dio por efectiva la fase de construcción de dos rascacielos, oficinas y viviendas de alto standing  y de protección oficial. Un acuerdo firmado con las empresas Sacresa, Porta Diagonal y Caufec.

Ricardo se pone las manos a la cabeza y es muy crítico con el tipo de transformación de la ciudad, donde el objetivo es trabajar “para eliminar todo resquicio de una vida popular”.

Fotografías de la familia de Ricardo, ahora ya fallecidos | Sara Aminiyan

Octubre: expectativas, rumorología e inquietud

Después de treinta años de la petición de la familia Bonet por la expropiación de ‘El Barco’ y varios recursos contenciosos-administrativos, ahora hay que esperar a octubre, una vez que el bloque pase a ser propiedad del ayuntamiento de Esplugues, para entender y ver qué es lo que va a suceder.

A modo de recompensa, la administración ha ofrecido a los vecinos compensaciones económicas y soluciones residenciales, aunque muchos están a la expectativa de ver cómo se materializan exactamente estas ayudas.

José Soro contempla ‘El Barco’ desde el mirador que hay frente al edificio | Sara Aminiyan

Entre las voces del edificio, las opiniones son heteras, como la de Antonia, quien prefiere la rehabilitación de ‘El Barco’ para reconvertir el espacio en un bien común para el pueblo. O la de Cornelia, vecina del primero que, a medias tintas y con la boca pequeña, espera a ver cómo se va a proceder. O la de José y Ricardo que quieren seguir viviendo en el edificio. O la de Esther Alquezar que, mediante su pedagogía en el instituto, y el activismo va a continuar haciendo mella para salvar la vida de ‘El Barco’.

 

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1 comentari

  1. JOSE ENRIQUE on

    Nací y me crie en el barco en el año 1957, estuve viviendo hasta los 36 años, mi hermana sigue viviendo en el y ella como sabe que el edificio a tenido muchos problemas que el Sr Bonet evitaba o daba largas a las soluciones (ej. presión de agua en las viviendas)hacer reparaciones a medias, como pintar la fachada trasera en franjas verticales de una vivienda si y otra no
    Por otra parte los posibles movimientos de tierra que hayan ocurrido por las obras en la parte posterior del edificio y la proximidad a canalizaciones hayan perjudicado su estado . LAMENTO SU DERRIBO TENGO MUY GRATOS RECUERDOS

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