El amigo Francesc Triola acaba de decirlo. Un grito de alerta que no se apaga. Recuerdo una época gloriosa, cuando con Xavier Riera éramos corresponsales en Madrid. Antes de las entradas en directo teníamos que oír a dos grandes maestros gritando: 1) Pep Cabayol, jefe de redacción y 2) el jefe de realización, Pancho Gispert. También Valentín Villagrasa Serrano le ponía este ímpetu.
Lo mejor es que eran gritos de entusiasmo por como debíamos narrar las noticias que venían después. Los jefes eran los más valientes y entusiastas, ¡cosa que se nos contagiaba! Y esto no es un cuento. Siempre les agradeceré aquella época (a pesar de que alguna vez les tuve que decir que o bajaban la voz los dos o ahí no había quién se aclarara para hablar en el directo).
Un entusiasmo y un compromiso social que también ha continuado o ha aumentado después de jubilado. ¡Qué digo! ¡Pep nunca se ha jubilado!
Nos propuso a Pilar Sampietro y a RNE, con arduas negociaciones, hacer un espacio fijo de denuncia, de aviso, sobre la emergencia climática que nos venía encima. Era una llamada de alerta, pero siempre con los mejores especialistas, como Antoni Turiel, etc. El programa ‘Emergencia Climática’ ha sido premonitorio. Él, mientras tanto, ha ido desde el SICOM produciendo rigurosos documentales sociales, antirracistas, de defensa del medio natural.
Quién lo sabrá explicar mejor es Siscu Baiges.
Recientemente he leído una entrevista a un señor que trabaja en una escuela de periodismo en Oxford y que ha dicho: “Hay quién confunde periodismo con activismo”. Creo que se equivoca, y que quien está confundido es él. ¿Se puede ser periodista sin ser activista? ¿Se puede informar sin la intención de poner el micro a quienes no lo tienen? ¿Sin el espíritu de buscar un mundo mejor?
¡Llamadle activismo, compromiso o llamada de alerta! ¡¡¡Gracias Pep!!! Qué orgullo haberte conocido y haber trabajado contigo.
