Ayer tuvo lugar la primera de las conferencias que se engloban en el marco del ciclo de conferencias “Los retos éticos del periodismo” en el Colegio de Periodistas de Catalunya. Joan Maria Morros, decano del Colegio de Periodistas de Catalunya y Josep Carles Rius, presidente del Consejo de la Información de Catalunya, introdujeron la sesión que contaba con una mesa redonda compuesta por Anna Bosch, Fátima Llambrich, Sergi Pàmies y Helena López Vallejo, moderada por Núria de José Gomar.

Anna Bosch, Helena López Vallejo, Fàtima Llambrich, Josep Carles Rius, Sergi Pàmies, Joan Maria Morros, Núria de José Gomar | Pol Rius

El debate versó sobre las dificultades —y necesidades— de combatir los discursos de odio, y, también, de cómo fortalecer el vínculo entre el mundo del periodismo y la sociedad civil. En palabras de Josep Carles Rius, “el discurso del odio necesita previamente un proceso de desinformación”, por lo que el periodismo debe tener un papel en activo al combatirlo.

Fátima Llambric contribuyó a detectar qué conductas periodísticas deben evitarse para no caer en el terreno del fomento del odio, como, por ejemplo, “la necesidad de conocer la nacionalidad en casos de agresión antes de entender las razones y causas que la promueven”.

Helena López Vallejo, por su parte, explicó cómo viven y qué sienten los colectivos que reciben los discursos de odio. Según apuntaba Vallejo, no basta con dar voz a los colectivos, sino que estos deben tener una voz y contribución periodística propia. Además, López Vallejo, señaló que tanto medios más vinculados con ideologías de derechas como de izquierdas tienen prácticas periodísticas, que, más o menos sutiles, contribuyen a la deshumanización de los colectivos en situación de vulnerabilidad.

Anna Bosch, por su parte, comentó cómo desde el inicio de la era Trump, “los periodistas se han convertido en miembros activos de una conspiración que van contra el pueblo”, un mensaje que ha ido calando progresivamente y que tiene una correlación directa con la desinformación, a menudo acelerada por las redes sociales.

Cerraba la ronda de intervenciones Sergi Pàmies, que alertaba de los peligros inherentes a dictar sentencias éticas desde posiciones de superioridad moral: “tengo la sensación de que el peligro que cometemos es convertirnos en una especie de refugio de las buenas intenciones”, a la vez que señalaba la necesidad de resaltar que el odio no se sitúa sólo en la extrema derecha.

Posteriormente, intervinieron diferentes portavoces de entidades de la sociedad civil como SOS Racismo, miembros del Observatorio contra la Homofobia, de la Asocación Emilia: Salud Mental de Barcelona—, y, por último, Juan de Dios Ramírez, portavoz de la Unión Romaní. Contaron, desde sus puntos de vista, cómo se puede contribuir a hacer un periodismo más tolerante y menos estigmatizador.

Juan de Dios Ramírez, portavoz de la Unión Romaní | Pol Rius

Por último, intervinieron diferentes directores de medios de comunicación como Jordi, Juan, director de La Vanguardia, que rompió una lanza en favor de la profesión periodística a la vez que pidió que no se pusieran en el saco todos los medios cuando se hablara de malas praxis. En línea similar, Miquel Noguer, director de El País Cataluña, apuntó que la audiencia reclama cada vez un mayor grado de complejidad en algunos temas, algo que parece romper con el tópico de la simplicidad comunicativa en la era digital. Mónica Lablanca, de Cugat Mèdia, Leandro Lamor, de la Agencia EFE, Sergi Vicente de BTV o Josep Viñeta de Badalona Comunicació, cerraron el turno de intervenciones.

Fila cero con diferentes directores de medios de comunicación | Pol Rius

El acto estuvo moderado por Núria de José, Vicedecana del Colegio de Periodistas de Catalunya. Fue el primero de un ciclo de seis conferencias que se alargará hasta diciembre. Pueden consultar el programa de las próximas sesiones aquí.

Share.
Leave A Reply